lunes, 30 de agosto de 2010

El banco de los bomberos


Hace poco hice una entrada quejándome amargamente de la desaparición de bancos, los de sentarse, de las calle de mi barrio. Si queréis recordarla pinchar flojito aquí.
Bueno, pues hace unos días pase por el Parque de Bomberos que tenemos la suerte de tener cerca y observe su banco particular. Se ve que nuestros heroicos vecinos son las listos o han leído mi humilde blog.
Que no Naranjito. Que no se lo llevan. Que este es nuestro. Que aquí nos sentamos a tomar el fresco los pocos ratitos libres que tenemos. Si, le hemos puesto una cadena y un candado no vaya a venir los señores uniformados, con el NO8DO escrito en el bolsillo y se lo lleven.
Tenéis cosas de bomberos, amigos, cosas de bomberos.

jueves, 26 de agosto de 2010

Libro de familia


En el escrito anterior os comentaba la historia del nombre que consta en mi DNI. Ahora permitirme que os comente los nombres de mis hijos. Mi hijo nació va a hacer ahora veintitrés años. A los pocos días, con toda la documentación en regla, este orgulloso padre se pasó por el Registro para asentar en el libro de familia aquel morenillo canijillo que había llegado para alegrarnos la vida a mi santa y a un servidor.
Entregué los papeles y me dispuse a esperar ya que había dos o tres padres atontaillos como yo, haciendo este fantástico trámite burocrático. Al cabo de un tiempo llego el señor funcionario y dijo la palabra mágica:

¿VICTOR?

Os juro que me pegó un vuelco el corazón. Era la primera vez que escuchaba el nombre de mi hijo en boca de otra persona que no fuera mi mujer. Seguro que puse cara de tonto, de pánfilo. El cuerpo no me cabía en la ropa. Hinchado como un pavo real, me apresuré a coger el libro de familia y ver escrito en aquellas hojas una palabra que me había sonado a sinfonía. Para mí no había nadie más en el edificio. Solo yo y ese sonido mágico que acababa de escuchar. De verdad que no sé como expresar lo que sentí en aquel momento. Llegué a casa y, orgulloso, le enseñe a mi mujer esa hoja donde con unas letras caligrafiadas a la antigua usanza, estaba su nombre. A mi mujer se le cayeron unas lágrimas de alegría.

Tres años más tarde vino mi princesa, perdón, nuestra princesa, y me dispuse a repetir ese bendito trámite. Las oficinas del registro estaban en otro edificio más moderno, más informatizado. Me encontré con la sorpresa que no había nadie delante de mí, que yo era el único. Le dí la documentación a la señora funcionaria y espere el mágico momento. Pero observé una cosa: si yo estaba solo en el mostrador, se limitaría a darme el libro de familia y sanseacabó. No escucharía la música que esperaba, la Palabra, El nombre de ella. 
Me hice el loco, disimuladamente de retiré un poco hasta colocarme en la puerta de la pequeña oficina.Mientras la funcionaria comprobaba los datos y hacía su trabajo, me coloqué estratégicamente en el pasillo de forma que ella no podía verme. Al cabo de unos minutos me llamó. ¿oiga?. No, no puede se, !que no!. ¿Oiga?. No podía verme y seguro, pensé, que sale a buscarme. Pero no. Lo hizo. La nombró.


¿PAULA?

El sonido mágico volvió. Llamaba a mi hija, la llamaba por su nombre. Con la misma cara de tonto que puse con su hermano, con esa sonrisa de padre henchido de orgullo por haber escuchado en boca de una extraña, y por primera vez, un sonido que volvió a parecerme el mejor sonido del mundo, entré y le dije: Si, es mi hija, gracias.

Fueron dos momento irrepetibles. Momentos y sonidos que este humilde aprendiz de padre no olvidará en su vida.

lunes, 23 de agosto de 2010

Un servidor




Después de unos días ausente, algunas mentes malpensadas dicen que corriendo, con el culete al aire, tras un par de bañadores por un huerto, creo que va siendo hora de que este humilde aprendiz de bitacorero, o de bloguero, o de como se llame esto, se presente despacito pá no molestar y no enrollarse mucho.
Y empezaré por mi nombre. Como os imaginareis lo de Naranjito es un nick (je je, sé lo que significa, nick = mote).
Al grano Naranjito.
Cuando nací, hace menos de medio siglo ¿vale?, mis padres vivían en unas casas junto a las minas que habían en mi recordado El Pedroso.
Estando mi madre embarazada de un servidor el ingeniero jefe de mi padre le dijo:
Mira Carmelo, si tienes un varón, como será el primer niño de los trabajadores de la mina, hazme un favor, de primer nombre le ponéis el que halláis decidido, pero de segundo nombre podríais ponerle el nombre de una de las minas.
Mi padre acepto gustoso y mi madre también, pero puso una condición: ella escogería el segundo nombre.
Este, que torpe y gustosamente os escribe se llama CARLOS MANUEL, nombre de héroe de telenovelas, Carlos para los amigos y Cá'lo en andalú.
Si observáis la foto, había dos minas en mi pueblo.
Creo que si santa y añorada madre acertó con escoger el segundo nombre entre las dos opciones ¿no creéis?


Notita breve: la foto es del libro EL PEDROSO..... Imágenes para el recuerdo, W. Marín Gallego

viernes, 20 de agosto de 2010

La alberca

Aquella tarde la canícula del estío caía con fuerza sobre el campo. En el pequeño cortijo, los visitantes intentaban disfrutar de las horas de siesta aprovechando la novedad de dormir en un viejo soberao o en los confortables colchones mullidos de las camas de hierro forjado. El fiel mastín dormitaba en la puerta junto a la silla de enea donde ya no se sentaba su amo.
Cerca del cortijo estaba la alberca, bordeada por varias higueras y dos robustas moreras. Junto a la alberca la noria en desuso te enseñaba, si tú lo querías ver, otra época, otros tiempos. Quedaba poco de la noria, el tiro, donde se ataba la vieja burra, hoy sustituida por un motor con "caballos", los cangilones, cambiados por una tubería que llegaba a lo profundo de la tierra para encauzar la subida del agua, y poco más.
La alberca alimentaba la vida del huerto contiguo. En un costado, el agujero por donde salía el líquido elemento, seguía medio  tapado por una tabla de madera para controlar el riego.
Allí estaban los dos. La música corría a cargo de varias chicharras que competían, de higuera a higuera y de morera a morera. El perfume lo ponían las plantas del huerto, las tomateras, las sandías, las cebollas, lechugas, pepinos y todo lo que aquella fértil tierra donaba después de su cuidado.
Allí estaban los dos. Sentados en el pretil de la alberca, con los pies en el agua., disfrutando de la sombra y del calor de la tarde. Disfrutando de unas pocas horas de soledad. Disfrutando del frescor que regalaba la naturaleza.
Comenzó él. Se echó al agua, agua que le cubría poco más de la cintura. Besó sus rodillas y, casi sin querer acarició sus piernas. "No seas tonto" fue lo único que dijo ella. En ese momento saltó también al agua.
Empezó con un roce, una mano acariciando su espalda, sus hombros, sus senos. Deslizó suavemente su bañador negro por su cuerpo y se dejó flotar sujeta por los brazos de él. Él la abrazó con ternura y se dejaron llevar.
Fue especial. Algo nuevo. Algo viejo. Nunca lo habían hecho en el agua, ni siquiera en los veranos de juventud, soledad y playas.
Después de aquel mágico momento allí estaba los dos. Ella abrazaba con sus piernas las de él, él la rodeaba con sus brazos, en silencio, solo se escuchaban leves suspiros de gozo y el cansino cántico de las chicharras. Los pensamientos de los amantes andaban por los años en que comenzaban a conocerse. Pero ahora tenían experiencia, ahora tenían conocimientos de los gustos y placeres de cada uno. Ahora celebraban una vida en común.
Las chicharras cesaron su canción., en el relajamiento del placer, en ese abrazo sincero, escucharon las voces encantadoras que gritaba desde el cortijo:
!Papá, mamá! ¿Donde estáis? !Mamá! ¿Hay algo de merendar? ¿Papá dónde están las llaves del coche? !Que nos vamos al pueblo con los primos que hoy hay fiesta!
El abrazo se deshizo en un instante. Sus cuerpos desnudos se hundieron hasta que el agua les tapó dejando al descubierto sus cabezas. Ella buscó su bañador negro. Él consiguió verlo, el provocativo bañador negro flotaba, entrelazado con el suyo, surcos abajo, alejándose por los canales de riego que alimentaba a las plantas del huerto.
Mientras tanto, el viejo mastín, abría lentamente los ojos y ponía esa cara de "estos humanos de ciudad ,aprovechan la menor oportunidad para....."

miércoles, 18 de agosto de 2010

La casa de Pepe


En un rincón, casi oculto a la vista de comensales, ahí tiene su morada. Si visitáis esta posada no dudéis en buscar su pequeño alojamiento. Preguntad por él y a él preguntarle por las vivencias que ha conocido a lo largo de tantas décadas de historias y leyendas. Mientras degustáis las viandas y caldos que se sirven en este alojamiento, no dejéis de mirar la puerta de su pequeña casa. Con un poco de suerte se asomará y os contará aventuras y desventuras de un rondador sevillano
¿Que dónde está?. Una pista:

!Cual gritan esos malditos!
Pero, !mal rayo me parta
Si en concluyendo la carta
No pagan caros sus gritos!

¿Todavía no?. venga la última pista, la definitiva:

¿La hostería del Laurel?
En ella estáis, caballero
¿Está en casa el hostelero?
Estáis hablando con él

El bueno de Pepe, testigo de disputas entre D. Juan y D. Luis, por los amores de la novicia Doña Inés, cuando cae la noche en el sevillano barrio de Santa Cruz, se asoma sigiloso por la rendija de una ventana, para observar a los nuevos donjuanes y doñaineses que pasean sus amores por las estrechas calles.

La hostería  El Laurel existe, en la plaza de los Venerables, el bueno de Pepe lo tienes que buscar. Su casa, como te he dicho, en un rincón del antiguo hogar de Cristófano Buttarelli

lunes, 16 de agosto de 2010

¿Qué está pasando?

Ante todo pedir perdón. No sé qué está pasando. Ahora que me había embalado en esto de las bitácoras, en esto de leer e intentar escribir, va el blogger y me fastidia. Hay entradas, en los blogs que me gusta seguir, que no puedo ver, y eso que están convenientemente anunciadas. Me hacen comentarios en mis torpes escritos que misteriosamente se borran ellos solitos. Otros ni siquiera pueden hacerlos. Una queridísima lectora me mandó un correo preguntándome mis normas y mi contestación fue muy clara, creo, NINGUNAS.
Mi Asesor Informático me dijo: papá esto es un problema del servidor. El servidor que no sirve, me cachis en la mar. Y este servidor de ustedes intentando servir.
Hace unas semanas tuve un problema parecido con el gepeese del coche. No se hablaba conmigo. Se había enfadado y no me dirigía la palabra. Al final lo arregló quien os podéis imaginar, hicimos las paces y empezó de nuevo con su rollo de tome la segunda salida en la rotonda. Por cierto, la forma de arreglarlo fue muy sencilla: mi hijo amenazó con hacerle un lavado de cerebro e introducirle los recuerdo y conocimientos de otra familia más ilustre en eso de calles y carreteras.
De momento lo del blog es distinto. He buscado por todas las opciones. He mirado por todos los sitios donde puedo mirar en las entrañas de este misterio, y nada que no encuentro una explicación posible.
Os ruego que me disculpéis sin no contesto, si no os comento vuestras cosas y, sobre todo, si no leo lo que dejáis a mi disposición.
También os pido perdón si no podéis hacerme los comentarios que tanto me ayudan. Sé que estáis ahí y os lo agradezco.
Espero que sea pasajero y que el servidor que no sirve deje de estar de rodríguez y permita a este humilde bloguero seguir disfrutando.
Lo dicho, gracias y perdón a todos.

viernes, 13 de agosto de 2010

La algarabía

La matraca de la Giralda dejó su triste sonido para otra fecha más propicia. Sin embargo, sus veinticinco hermanastras tañían con fuerza, impulsadas por invisibles monaguillos. Este replique contagió a las vecinas campanas de la iglesia de El Salvador, que a su vez, hicieron lo propio con Santa Catalina y la solitaria San Román.
Los toldos de las calles del centro arrojaban mas sombra al empedrado para disfrute de los paseantes. En los patios, el frescor emanaba de los azulejos, y las plantas que ayudaban a soportar mejor el tórrido verano, mostraban todo su verde esplendor. El sonido de las fuentes sonaba aún más a música renacentista para complacer a los oídos.
En los mercados de abasto, pescaderos, fruteros y todo una amplia gama de tenderos mostraban sus mejores mercancías, que anunciaban a voz en grito.
Los empleados de los restaurantes, bares y tascas, preparaban las aceras, las refrescaban y llenaban de veladores con inmensas sombrillas a la espera de tan magno acontecimiento.
En los caminos, atajos y veredas, los carruajes aminoraban su paso. Incluso, hay quien dice, que el la lejana Shangai, el Galeón Andalucía se dispuso a largar velas para regresar al Puerto de Indias, de donde partió hace muchas jornadas, para recibir aquella visita que se quedó pendiente.
También en el puerto de Palos, calafatearon las tres carabelas, achicaron el poco agua de las sentinas y tuvieron presto el ancla para izarla cuando llegase el momento.
En el cielo, el implacable Lorenzo se dispuso a aflojar un poco su ira, mientras que la Luna timidamente, comenzaba a mostrar la plenitud de su luz, dejando que las Perseidas derramaran sus lágrimas de alegría.
En la mar, el viejo Eólo, condenó a un leve arresto domiciliario a sus sobrinos Levante y Poniente. Su compadre Neptuno, alegrado por este castigo, dejó que las aguas remansaran plácidas y tranquilas en la orilla y los acantilados.
Algo mas al norte, en la rivera del Hueznar, nutrias y gatos monteses salían con sus crías de las guaridas veraniegas, mientras, en el río, barbos, carpas, tortugas y todos sus fluviales habitantes se embelesaban con el alboroto del cántico de las ranas, esperando la prometida visita.
En sus rincones secretos, los poetas jugaban a perseguir a las musas para que estas, una vez atrapadas, pagaran la prenda del juego y le inspiraran esas palabras con las que llegar al corazón de él.
Solo él sabia el porqué de esta algarabía. Se sentía feliz del alborto de la gente, aunque había hecho un pacto, un juramento, el de, a pesar de todo, seguir visitando esos otros lugares mágicos que había conocido en meses anteriores.
Mañana es el día, mañana comienzan unas tres semanas distintas, la cuarta deberá esperar al solsticio de invierno.

No sabía como decirlo, no sabia como mostrar mi alegría, pero, mis queridos amigos y encantadoras amigas, MAÑANA EMPIEZO MIS VACACIONES.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Lo de la mosca

En mi "curro", hace tiempo, tuvieron a bien subirme de categoría. Bueno también por lo bueno que soy, mi profesionalidad, lo bien que hago mis tareas, por listo, por trabajador, por compañero, por involucrarme, etc. (perdonadme esto último es que no tengo abuela y soy bastante modesto).
Al principio de aquellos días de jefesillo, con los nervios lógicos de principiante en el carguillo, de vez en cuando, pero muy de vez en cuando, cometía errores. Inmediatamente se lo comunicaba a mi jefe para solucionarlos sobre la marcha, que es como se solucionan los errores, sobre la marcha y del tirón.
Mi estimado y apreciado jefe (!ojú! esto último suena a peloteo) me dijo en una ocasión-

No te preocupes, esto solo es una cagá de mosca en un mapa.

Cuando salí del trabajo y sentado en mi coche, busqué mi viejo mapa de carreteras, lo desplegué completamente y empecé a reírme.
¿Que por que me reía?
Desplegar un mapa, de los grandes, de toda la península Ibérica.
¿Ya?, vale.
Ahora buscar la cagadita de la mosca entre ciudades, pueblos capitales, pedanías, etc.
Es dificil ?Eh?.

Que razón tenía el puñetero de mi jefe. Hay errores, equivocaciones a los que les damos mayor importancia de la que en realidad tienen. Y al final son solo eso, una mota, un puntito, una cagadita de mosca en la inmensidad infinita de un mapa.


martes, 10 de agosto de 2010

El pintor


Hace poco ayudé a mi hija a pintar su cuarto. La verdad es que el trabajo duro lo hizo ella. Escogió la pintura, el sistema de pintado, el día, en fin, ella se lo guisó y ella se lo pintó, yo me limité al trabajo sucio, es decir a mover y mover muebles.
Para eso es la que manda en su habitación, en su "my room". Bueno, la verdad es que manda en su madre, en su padre, en su hermano mayor, en su hermano pequeño el gato. ¿Que queréis? !Es una Mujer!.
Días mas tardes, en una frutería de la barriada Pineda, vió en las paredes el anuncio que acompaña a esta entrada y tuvo la ocurrencia de pasármela.

Mira papá, esto es un profesional, y encima limpio. !Y tiene un corrector ortográfico como el que tu andas buscando!. Aprende.

Es que es mi princesa, es muy graciosa y en el malaje sale a mí, según dice mi mujer.

viernes, 6 de agosto de 2010

Los miedos infantiles

Hace mucho tiempo, cuando en los pequeños pueblos de la sierra no había televisores, sin contar cinco o seis aparatos, el del alcalde, el del médico, uno en el cuartel de la Guardia Civil, otro en el bar de la piscina municipal y pocos mas, los vecinos tenia la suerte de contar con el Teleclub. Por unas pocas pesetas al mes disfrutaban de una cadena de televisión, la UHF tardaría años en llegar. Los fines de semana: el fútbol, los concursos, los periquitos, que algunos llamaban dibujos animados, los programas de música, las películas, en fin, toda una amplia programación que asombraba a pequeños y grandes.
El local no era muy grande, bien situado, junto a la plaza del pueblo, en pleno centro. El mobiliario os lo podéis imaginar, varias filas de sillas de enea mirando hacia la pared donde, en alto, sobre una estantería, estaba el televisor comunitario. En uno de los rincones una puerta daba al servicio de caballeros, no había de señoras ya que estas no solían visitar el local. En el techo un par de ventiladores para refrescar un poco el ambiente y al fondo una vieja mesa y una silla donde se sentaba Pepe el del Teleclub. Sobre la mesa unos cuantos paquetes de pipas, kikos, garbanzitos, gominolas y varios paquetes de tabaco abiertos para vender los cigarros sueltos. El bueno de Pepe, mutilado de guerra, aparte de llevar en una libreta el control de los cobros, le hacia la competencia al quiosco de chucherias que había en la plaza cercana.
En las primeras filas se sentaba la chiquilleria y según se alejaban aumentaba la edad de los espectadores.

Un verano, nuestra querida y única Televisión Española, emitió durante varios Sábados un ciclo dedicado a películas de miedo que es como llamaba la chavalería a el cine de terror. El ataque de las hormigas gigantes, El fantasma de la ópera, La momia, Drácula ....

El y su amigo Morgado, cuando terminaba la película, a eso de las once o doce de la noche, regresaban a sus casas comentando y jugando a los héroes o los villanos de las imágenes que acababan de ver. Las pocas calles hasta sus casas siempre estaban llenas de vecinos tomando el fresco sentados en las puertacasas. La única zona donde no había gente a esas horas, era junto a la iglesia.
Por esa zona, iluminada por pequeñas farolas en la fachada, cesaban un poco sus juegos, aligeraban el paso y buscaba la esquina de su calle.

Fue una noche veraniega, después de ver una de Drácula, con el escalofrío cogiéndolos por la espalda, cuando al pasar por la iglesia y sin saber porqué miraron hacia arriba.
Lo vieron salir del campanario. Volaba o planeaba en circulo sobre ellos. Los pequeños faroles iluminaba sus alas desde abajo dándole un color grisáceo blanquecino. Después de varias vueltas sobre sus cabezas, aquel ser maligno, lentamente y sin ruido, se perdió tras una tapia donde estaba el huerto de Pepelope.
El miedo los paralizó, se miraban y sin decir palabras se hablaban. No puede ser, Drácula tiene un traje negro y este es blanco. No puede ser, ha salido de la iglesia y Drácula no puede ver cruces ni pisar suelo sagrado. Se ha parado en el huerto de Pepelope, el viejo que nos persigues cuando cogemos membrillos de sus arboles. ¿Y si Pepelope por las noches se convierte en Drác....?
En aquel momento el miedo que les sujetaba las piernas los liberó durante un instante y aprovecharon para salir corriendo.

Su amigo Morgado fue el primero en llegar a su casa, el siguió corriendo, la suya era de las últimas de la calle. !Encima!. Su madre charlaba con las vecinas sentadas en sus mecedoras cuando, al pasar a su lado, no pudo dejar de escuchar la conversacion.

Ayer, Sebastian el sacristán, después de misa de ocho, me dijo lo de la lechuza.
¿Que lechuza?
¿No te has enterado Carmen?
No, ¿que pasa?
Pues nada hija, que una lechuza ha anidado en el techo del campanario y D. Manuel el cura quiere que la espante de allí, que dice que estos bichos se beben el aceite de las velas.

Se quedó en el zaguán escuchando a su madre y las vecinas. Su mente de crío no dejaba de pensar.

¿Una lechuza? ¿Seguro? ¿No era Drácula?. Sí que era Drácula pero en vez de murcielago, se convierte en lechuza. Seguro que era Drácula y Drácula es el viejo de Pepelope. Yo no le robaré mas membrillos de su huerto. De noche una lechuza y de día un viejo con un bastón que persigue a los niños que entramos en su huerto.

!Mamá! ¿Donde está papá?
Esta con los amigos, ahora viene, ¿por que Carlitos?
Por nada, porque me gusta que este en casa de noche conmigo.


Dedicado al Señor de los Ladrillos, D. Rafael



martes, 3 de agosto de 2010

Los churros del Postigo y las Meninas de Picasso

Por casualidad he visto un titular en El Diario de Sevilla que me ha dejado un poco omnubilado:

"Gays, lesbianas y transexuales acudirán a la próxima huelga general.
Este colectivo da su apoyo a los "sindicatos de clase" y llama a la movilización."

Que puñetas tiene que ver una cosa con la otra. Yo pensaba que el tema de la huelga lo hacían los trabajadores. A lo mejor estoy equivocado y ser gay, lesbiana o transexual es una profesión. A lo mejor estoy equivocado y ser gay, lesbiana o transexual no está relacionado con la condición humana y se consigue apuntandose al INEN. Seguro que hay muchas personas de este "colectivo" que no están de acuerdo con la utilización política que se hace de sus gustos, atracción o lo que sea.
Días atrás reivindicaron su orgullo, cosa que a mi me parece muy bien. Luchan por su reconocimiento, sus derechos (iguales que los mios), por la no discriminación.
No sé hasta que punto es luchar contra la discriminación apuntarse junto a los sindicatos como una organización, colectivo, etc. ¿Alguno ha pensado hacer la huelga como albañil, comediante, pintor, escritor, policía, bombero?, ¿como ser humano? A lo mejor, de esta forma, algunas mentes retrógradas, se dan cuenta que son personas y nada tiene que ver su condición sexual.
Si yo hago huelga, que eso todavía no me lo he planteado, la haré como trabajador, como un currito más de una empresa de las pocas que siguen creciendo. La huelga no la haré como heterosexual o como macho machote.
Le preguntaré a mis "compañeros sindicalistos" que opinan ellos que sus jefes del comité local, provincial, regional, nacional, se apunten al carro de la foto fácil. Les preguntaré que tiene que ver los churros del Postigo con las Meninas de Picasso. Les preguntaré que es un "sindicato de clase"
Vamos a ser personas, gente, seres humanos, amigos, compañeros, que lo de los gustos o condiciones sexuales, ......
Amigo gay, amiga lesbiana, amigo o amiga transexual, aquí tenéis una compañero trabajador que no se fija a quién miráis de reojo o a quien le tiráis los tejos, soy eso, un compañero más al que no le importa que me acompañéis a la huelga (si la hago) como trabajador y no como componente de supuestas asociaciones de barrigas llenas.

P.D. Perdonadme, esta semana me vuelve a tocar el turno de noche y, como no duermo por la mañana ando un poquillo trasbucado.