lunes, 29 de febrero de 2016

Una de lucidez


Rebuscando una definición clara y concisa de la palabra lucidez he encontrado que significa “claridad y rapidez mental para exponer o comprender algo”. Pero para definición de lucidez, mi yaya Monte.

He hablado en otras ocasiones de mi yaya Monte. La última vez fue para contar la receta del gazpacho de invierno, pero con la caló  que hace, mejor que tomemos él de toda la vida que tiene más vitaminas. Vitaminas como las que le sobran a mi tía y eso que va a cumplir 95 años. No me he equivocado, he escrito noventa y cinco.

Sigo, es viuda desde hace veinte años, pero el recuerdo de mi tío Antonio lo tiene presente las veinticuatro horas del día y todas las que le toque de noche. Tan vivo lo tiene que el pasado 14 de febrero (día de los enamorados) preparó un jarrón con flores para colocarlo junto a una de las muchas fotos que tiene de su difunto marido, con la mala suerte que se le cayó y se resbalo al pisar el agua. Conclusión, rotura de cadera y pa el hospital.

Pues nada, que mi yaya dolorida, en la sala de triaje dándole los datos a los sanitarios.
--¿Es usted alérgica a algo?
--Al mundo. ¿Tú ves la tele? Pues yo cuando veo las noticias de las tragedias que pasan en el mundo, los programas esos de cotilleos y los políticos sinvergüenzas, es que me entran sarpullíos.

Esa fue la primera, pero tranquilos que sigo.

Lógicamente por la caída y por los años, tenían que operarla. Y tenemos a la señora anestesista explicándole los pormenores de la intervención. Usted tranquila Monte, le comentaba muy suavemente, le vamos a  dormir  solo  de cintura para abajo. Estará consciente en todo momento.

--Fíjate, yo nunca he parido y ahora a mis años me vais a poner la epidural. Me parece bien, con eso estaré pendiente de lo que hacéis, porque le voy a decir una cosa doctora, yo me quiero morir, pero de muerte natural, no de una operación.

Y llego el día de la operación. Y ella despierta todo el tiempo atenta a lo que ocurría a su alrededor. Y soltó otra de sus frases.

--¿Pero qué estáis haciendo? Si solo oigo martillazos y os escucho hablar de cemento, ¿no estaréis haciendo una obra? Con lo jartita que quedé de albañiles.

Se operó, le dieron el alta y para su casa. Y allí la tengo, de momento un mes de la cama al sofá y del sofá a la cama. Cuidada por las niñas. Las niñas son sus hermanas mis otras dos tías. Pero tranquilos que son más jóvenes que ella, concretamente 88 y 87 la más pequeña, mi madrina.

--Cal´lito, tus tías las niñas, todo el día peleándose y mandando, no hay quien las aguante, a final las tendré que cuidar yo a ellas o mandarlas a paseo.


Yo quiero llegar a los noventa y cinco como mi yaya, y a los noventa y seis que cumplirá el quince de mayo. Y tener la lucidez, la fuerza y las ganas de vivir que tiene ella, aunque lleva más de veinte diciendo que ya pronto tiene que hacer el “viaje”. A saber que viaje piensa hacer, a lo mejor quiere darse un garbeito por Barcelona donde pasó tantos años, ¿quién sabe?



martes, 23 de febrero de 2016

El rock de la soledad



Con lo raro que soy no es de extrañar que, en plena cuaresma sevillana, no se me ocurre otra cosa que hablar de chirigotas. Seguro que conocéis de sobras el concurso que se hace en el Gran Teatro Falla, las televisiones ya se encargan de ello. Ahora bien,  si paseáis por la Tacita de Plata en época carnavalera, os podéis encontrar en cualquier calle, plaza o  bar con las chirigotas ilegales. ¿Qué son las chirigotas ilegales? Pues simplemente aquellas que no concursan de manera oficial. Pero inventiva, salero, crítica y todo lo que se le pide a una chirigota para reflejar con buen y sano humor la actualidad más rabiosa, les sobra por los cuatrocostaos.

¿Y qué ocurre cuando un grupo de amigos se juntan para cantar en una chirigota? Po que la lían. Pero ¿y si en vez de ser amigos es un grupo de amigas?  ¿y de Cádiz? ¡Ofú pisha! Aquí os dejo un pequeño trozito de una actuación de “Las Talegueras”.


El enlace me lo ha mandado una amiga que dice que está sola y si se le pasa el arroz….



sábado, 13 de febrero de 2016

Azucarillo reflexivo V



<<Todo lo que se come sin necesidad, se roba al estómago de los pobres>>
(Mahatma Gandhi)

Bueno, pues nada, aquí estamos otra vez con una frasecita para reflexionar mientras saboreas un cafelito acompañado de entera con mantequillayjamón  y miras de reojo la contraportada de un conocido periódico deportivo.

A estas alturas ya sabréis quien fue Gandhi, ¿verdad?, él que logro la independencia de la India del Imperio Británico,  pero algunos no se acordarán de detalles curiosos de su vida. Y seguro que tampoco tenéis idea de cuando se le ocurrió el enunciado de hoy. Tranquilo que os refresco e ilustro una mijilla.

Este señor hindú, que tenía to la cara de  Ben Kingsley, de joven se llamaba Mohandas Karamchand, pero Rabindranath Tagore (de este también tengo frases), le otorgó el nombre de Mahatma que, más o menos, quiere decir “alma grande”. Y él nota era, entre otras cosas, abogado y político. Como abogado apenas tuvo    curro porque por lo visto era poco “dinámico”. Más tarde lideró el movimiento nacionalista indio y se le ocurrieron métodos tan novedosos de lucha social como la no violencia,  las huelgas de hambre y rechazaba la lucha armada. Encima era vegetariano, hacía ayuno voluntario y estaba casado, claro. Cuando tenía trece años, sus padres apañaron su matrimonio con Kasturba Makhanji. Tuvieron cuatro hijos, Harilal, Manilal, Ramdas y Devdas. Hay quien sostiene que tuvieron una niña más de nombre Mestoica, pero esto no está suficientemente documentado.

Como con lo de la independencia de la India le estaba dando mucho porsaco a los ingleses, a estos no se les ocurrió otra cosa que detenerlo y encerrarlo, pero no en la cárcel de la capital, no, lo condenaron a dos años de arresto domiciliario en el palacio del Aga Khan. A él, a su parienta y a algunos de sus más íntimos colaboradores.

Ya por aquella época Gandhi llevaba tiempo practicando brahmacharia, que no son asanas de yoga del maestro Swami Sivananda, no, la brahmacharia es ni más ni menos que el celibato duro y puro. ¿He dicho antes que era mu rarito? Consiguió la independencia de la India pero era mu rarito. A la Kasturba no le hacía mucha gracia esto de ni pan, ni agua, ni de , y le resultaba difícil aceptarlo pero nunca le fue infiel. Lo que si hacía de vez en cuando es ponerle ojitos, morritos, arrumacos, palabras cariñosas como “canijo, vente a la cama, que hace frío” o “¿te apetece una ensaladita de mi huerto?” “mira qué libro me he comprado de un autor antiguo que se llama Vatsiaiana, y trae dibujitos y todo”

Pero nada, que el “Almagrande” se hacía el longui y no quería saber nada del tema. Y cuando ya estaba muy jartito le decía eso de “todo lo que se come sin necesidad….





domingo, 7 de febrero de 2016

Aventura en SIMOF


--Quillo, Pitarra, no veas los guayabos que hay en el taller de trajes de flamenca. Si, en esa nave donde llevo los carteles de la nueva colección de este año. Están ensayando para la presentación en el SIMOF ese. Vaya modelos, pero modelos de las buenas, nada de esas canijas escuchimichás que salen en la tele, no, mujeres de verdad, de carne y hueso.  Todas guapísimas y espectaculares. Yo creía que para ser modelo tenían que tener menos carnes quel puchero de un parao, pero estas no, estas son de verdad, de esas que miramos de reojo cuando vamos con las parientas, aunque las nuestras no tienen nada que envidiarle. Porque digo yo una cosa, Pitarra, al final ¿Quién se ponen los modelitos esos raros de alta costura? Nadie, pero ¿los trajes de flamenca? Po se lo ponen todas las mujeres, altas, bajas, gorditas, canijillas, rubias, morenas, todas. Y lo que yo te diga Pitarra, que se han buscado a modelos reales  y mujeres normales, de las que nos gustan a ti y a mí. ¡Y como están, tío, como están¡

Antonio el Pitarra siguió cortando carteles en su guillotina trilateral para una nueva entrega y pensando en la suerte que tenía el repartidor que siempre le tocaba lo mejor. Veinticinco años en la imprenta y no había salido ni un solo día. Esto no me lo pierdo, pensó mientras empaquetaba en papel kraft la última entrega de carteles. Pensado y hecho, al día siguiente el repartidor iría a FIBES que es donde se celebra el Salón Internacional de Moda Flamenca y el entregaría otra parte del pedido en el local donde estaba la empresa que había contratado  a las espectaculares modelos reales.

Lo que no sabía el bueno del Pitarrita, es que la colección de trajes de flamenca se había terminado de confeccionar, que las modelos ya habían ensayado los distintos pases, que la empresa había aprovechado estos días que toda su actividad se centralizaba en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla para hacer una reforma de su local y echar un suelo nuevo que falta le hacía después de tantos zapateaos.

Antoñito, llegó a local al mediodía. La puerta estaba abierta. Con paso firme y ganas de alegrarse la vista entró decidido a platicar un rato con las modelos reales. Pero estas ya estaban desfilando, bailando y asombrando a la gente. Y en el local de los trajes de flamenca…

Que conste que esta foto es de interné. El albañil no se dejó hacerse una.


Mientras el Pitarrita se quedaba enortao con la imagen del solador real y autentico, a mucha distancia de allí, el repartidor aprovechó que estaba dentro del Palacio de Exposiciones y se quedó un ratito,   disfrutando del espectáculo y embobao con las modelos reales y normales.

Foto tomada prestada de interné. No me dejaron entrar.
Esta foto también es prestada de interné.

































También aprovechó la clarita para echar un vistazo   a otro tipo de modelos que tampoco estaban tan mal.

 Aquí tampoco me dejaron entrar.