domingo, 27 de abril de 2014

Happy Sevilla



Quizá para los foráneos de la ciudad donde vivo, la imagen que tienen de Sevilla sea la típica de procesiones, ferias, Rocío (que por cierto está en las marismas onubenses), desdentados seguidores de gloriosos equipos de futbol (uno con  más títulos que otros, de momento), corruptelas varias (EREs falsos, sindicatos bajo sospechas, despilfarro de erario público), flamenquito, bailes por sevillana y paro de contar.

De todo hay, es cierto. Posiblemente esta forma tan especial de ser,  esté incrustado en el ADN  de los sevillanos y sevillanas. Y seguramente la tengamos desde que los tartessos se asentaran por estos lares hace un porrón de años antes que las huestes de Gaius Iulius Caesar plantaran sus campamentos en el valle del Guadalquivir, o que el mismísimo Hércules hiciera senderismo por estas tierras. También tenemos mucho de nuestro pasado andalusí,  esto mejor lo dejo para otra entrada, Isbiliya sigue siendo Isbiliya.

Pero hay otra ciudad. Una ciudad que poco a poco se va convirtiendo en cosmopolita sin dejar sus tradiciones, su idiosincrasia, su historia, su filosofía de vida y su jartá de arte. Y está en manos de nuestros jóvenes. Jóvenes que a pesar de todas las trabas que les ponen, intentan sacar su estudios adelante, buscar un trabajo digno (gobernantes: buscar en el diccionario de la Rae el significado de esta palabra) y vivir como cualquier joven de cualquier ciudad del orbe.

¿Y todo esto a que viene? Pues veréis, resulta que hay un nota de Virginia, que ha compuesto una canción que es número uno en muchos lugares. Incluso sale en la banda sonora de “mi villano favorito 2”. Y ¿Qué hace la gente? pues se graba bailando la canción y lo sube a su página o al yutube.  El Pharrell Williams este tiene una página con veinticuatro horas de la misma canción. Eso sí, grabada en lugares tan dispares como Nueva York, Dubái, Martinica, Buenos Aires, Paris, Cádiz, Pamplona, Granada, Wellington, Berlín y… Sevilla.


Esto lo han grabado unos estudiantes de una residencia universitaria que por cierto, está muy cerquita de “al final de la Palmera”. 

Lo que no sabe el Farrel este que en la ciudad de mariasantísima, happy se dice japi. Venga chavales y chavalas a seguir estudiando que el futuro es vuestro.

domingo, 6 de abril de 2014

Los locales



Parece que mi viejo ordenador se ha recuperado de su gastroenteritis, o sea, de un virus de eso que te dicen los médicos. Así que, a ponerme al día y contar batallitas que mis hijos ya están jartitos de aguantarme y me prefieren sentadito y calladito escribiendo que dándoles la lata con mis ocurrencias. Bueno, al grano.

Resulta que hace unos días falleció el último presidente del franquismo y el primero de la democracia. Como comprenderéis me refiero a Don Adolfo Suarez. De pasada recordaré que este señor legalizó el Partido Comunista.  Los que tenemos cierta edad nos acordamos de aquella época y de cómo han cambiado las cosas. Antes casi todo era clandestino, reuniones secretas, conocer cosas nuevas sin que nadie se diera cuenta de lo que hacías, luchar por los derechos, y un largo etc.

Con la incipiente democracia llegaron tiempos de apertura, bueno, con la gente que vino después se mejoró un poco. Había libertad, ya no teníamos que aprender a través del boca a boca, o gracias a publicaciones medio clandestinas que leíamos  a escondida.  Eran tiempos de lucha por la libertad, por el conocimiento, por los derechos y por la innovación. Mi generación vivió unos años inolvidables. Aprendimos montones de cosas, gracias a las cuales estamos hoy con las libertades que tenemos. Poquitas, pero algo es algo. 

Lejos quedaba eso de ir a casa de Tal, o a la cochera de Cual, para aprender lo que tanto nos interesaba. Ya podíamos asistir y entrar en los locales si miedo al qué dirán. Lo que otrora era prohibido, ahora estaba legalizado. Y salieron por doquier. En cualquier barrio había un local, una franquicia o una central. Al principio entrabamos un poquillo asustados, con una jartá de vergüenza. Pero allí estábamos, abanderando la apertura e intentando conocer lo que siempre nos ocultaban los poderes fácticos. 

Así hasta hoy. Y en mi barrio….

Para ver los detalles ampliar la foto que he hecho con mi móvil (aún)


¿Qué fue primero? La sede del PCE o el ¿sexshop? ¿Qué? En tu barrio, pueblo o ciudad ¿no tenéis sede del pecé? Po en mi barrio está al laito del sexchó. Pero con esto de la crisis, cada vez que paso por la puerta me los encuentro cerrados. La sede de un partido de izquierda cerrada y un sexshop también… mal asunto.

¿Dónde estarán los valores de mi generación?.
No se lo digáis a nadie, pero yo nunca entré en los locales del pecé, yo fui autodidacta.