viernes, 23 de septiembre de 2016

Post eventum vani sunt questus



Entró por el vestibulum del domus dispuesto a degustar la cena que su dómina le había preparado. En el triclinio le esperaba ésta con cara circunspecta. Antes de que la madre de sus hijos pronunciara palabra alguna, él decidió excusarse de la tardanza de su llegada ya que era la terta vigilia de aquel martis dies de un cálido september. 

-No te enojes, querida esposa, luz de mi vida y soporte de mi existencia. Soy consciente de que te dije que regresaría pronto, que no aguantaría todo el torneo, a lo sumo la primera mitad. Pero veras, como bien sabrás, nuestro Imperator Caesar Nerva Traianus Divi Nervae filius Augustus, ha regresado por una temporada a esta bendita provincia Baetica. Se aloja en su villa a las afuera de su Itálica natal. En esta ocasión se ha hecho acompañar por la decimotercera Legión.  Recordaras, llama de mi hogar, que antes de nuestro confarreatio, en los tiempos en que mis brazos podían blandir el gladius con fuerza y destreza, tuve el honor de ser praefecti castrorun de la XIII. Pues bien, aliento que mueve mi corazón, desde esos suaves montes que rodean nuestra amada Híspalis, han bajado mis antiguos compañeros de contubernio. Después de meses sometiendo a dacios, getas y tracios, mil batallas y escaramuzas tenían que contarme. Sabes, suave brisa que me acaricia, que, de vez en cuando, nos gusta reunirnos en las tabernae que están en esta misma insulae. Si, sé que casi siempre lo hacemos el día dedicado a Saturno o incluso el día del Sol, pero un triunvirato maligno ha decidido que sea hoy, jornada de Martis. Ya sabes, ojos de limpia mirada, que desde la época de Titus Flavius Vespasiano, en esta tierra bañada por el Baetis, nos gusta ingerir esa bebida mezcla de lúpulo y cebada, con moderación, como es nuestra costumbre. También es nuestra costumbre discutir, sin que la sangre llegue al Rio Grande, sobre resultados, formas, arbiter…


-¿Todo este rollo para decirme que te has quedado en la Peña Los Trastornaos viendo el Sevilla-Betis? Si yo sabía que eso de solo el primer tiempo no te lo creías ni tú. Menos mal que habéis perdido, que si llegáis a ganar te veo con el Russell Crowe en el Coliseo Romano haciendo la segunda parte de Gladiator. Anda, ahí tienes pulpo aliñao, que no te conviene cenar mucho. Te recuerdo que el despertador te suena a la hora prima y mañana, te pongas como te pongas, tienes que cumplir con tus obligaciones laborales, Naranjito de mis entretelas.

 Sede de Los Trastornarum sobre el siglo I

D.E.E.: Por si estáis en unos de esos días espesos, "Post eventum vani sunt questus" traducido al idioma de los hermanos Machado, sería "Después del resultado, vanas son las quejas"




martes, 20 de septiembre de 2016

La Bodeguita 2.0



Como habréis observado, porque para eso sois inteligentes y detallistas, desde hace unos días ha aparecido en la columna de al lado un cuadrito que si pincháis sobre él, os lleva directamente a La Bodeguita, pero en formato Facebook. ¿Y esto por qué? Pues veréis.

Hace unas semanas, mi asesor informático me dijo: -Papá, ahora que te has puesto otra vez a publicar tonterías en el blog, ¿porque no consigues más visitas y comentarios? Tendrías que conseguir un posicionamiento privilegiado en la red, utilizar títulos que sean palabras claves en las búsquedas, utilizar metadatos y llenar de algoritmos las entradas.

Más o menos fue eso lo que me dijo. Bueno,  más bien menos. Lo que si me dijo es “ya te haré el enlace cuando tenga un ratito, no seas pesao”. Y al final lo hizo.

Yo no soy mucho del feisbú. En principio fue por la insistencia de mis compañeros de curro y, como deferencia a ellos, me dejé caer en la tentación.

Uno de estos compañeros me dijo en una ocasión que él publicaba muchas fotos porque tenía vida social. Y tiene toda la razón, sale a tomarse una copa y antes que el camarero se dé la vuelta, ya se ha enterado todo el mundo que está en una terraza con vistas a la Giralda. Yo no es que tenga poca vida social, que la tengo muy cortita, pero veréis. Si paso un día en Gibraltar y me hecho una foto dándole de comer a un  mono de los que habitan por el Peñón, ¿Qué hago? ¿Se lo digo a todo el mundo mundial?  Primero que no soy nada fotogénico y segundo que él mamón del simio, que de pasada diré que tienen un taco de malaleche, es capaz de denunciarme por utilizar su imagen sin previa autorización. ¿Y mis fotos de la playa? ¡lamentables!

¿A que mi hijo es un artista haciendo dibujitos cuando tiene ganas?


Mi hijo, perdón, mi asesor informático, también me ha comentado que me hará un tuiter y un instagrán de esos. Por ahí creo que no voy a entrar. Del tuiter me han dicho que como máximo 140 caracteres, con lo que yo me enrollo seguro que bloqueo algo. Y lo del instagrán, ¿eso no es lo de las fotos? Eso sí que es hacerme la puñeta. A estas alturas todavía estoy sin réflex. Mucha Bodeguita modernizándose y yo si poder hacer las fotos que quiero.


Pues nada que poquito a poco iré lavándole la cara a este blog, pero seguiré con mis historias que tengo pendiente, entre otras, la receta de las papas guisás, los azucarillos reflexivos, las tabernae, el turno de noche,…



jueves, 15 de septiembre de 2016

La motivación del ultramaratoniano



Hace unos días que leí en la presa una noticia de esas que te motivan y te ayudan a vencer las adversidades con las que te golpea la vida y te preparan para superar tus limitaciones.

Es la historia de Ramón León, un visueño afincado en Mairena del Alcor. Esto último ya es una superación en sí misma, pero ya contaré la supuesta rivalidad entre visueños y maireneros.  Resulta que el bueno de Ramón es informático y por su trabajo sedentario, sentía las molestias normales que sufrimos los que no hacemos ningún tipo de ejercicio. Hoy en día, este joven de 38 tacos es uno de los mejores ultramaratonianos que tenemos en España.

Si no sabéis lo que es una ultramaraton os pondré un ejemplo, la Ultra Trail Mont Blanc. Consiste simplemente en correr 166 kilómetros, a 10.000 metros de altura, entre las montañas alpinas que comparten Francia, Italia y Suiza. Se apuntan 7.000 corredores, luego escogen a unos 2.300 y de estos  al final abandonan sobre el 40 % de los inscritos. Se me olvidaba, hay un tope de 46 horas para terminar la carrera.  Es fácil ¿verdad? De día de noche, con frio con calor, con rayos y truenos, con agotamiento, con alucinaciones. Dos días corriendo para superarte y llegar a la meta medio vivo o medio muerto, depende solo de ti mismo y de tu preparación.

Pero lo que me llamó la atención de Ramón no es la dureza de estas pruebas de trail y ultratrail, sino como empezó a participar en este deportes de “locos”.

 Foto del nota rebuscada en interné. 


Para vencer la inactividad que tenía en el trabajo, un buen día decidió empezar a practicar deportes. Lo más socorrido y lo que tenemos más a mano son las carreras populares. Estas carreras, aparte de servir para ejercitar el deporte del atletismo, también son una fiesta para pasar un buen rato con tus amigos. Raro es la semana que no tenemos una. La Panadera en Alcalá, la de Facinas en Cádiz, la del parque Miraflores, la mediamaratón de Los Palacios, la maratón entera, la de cualquier barrio, la Nocturna del Guadalquivir, y un largo etcétera.

Y fue en esta última donde empezó la afición de Ramón por lanzarse al monte y llevarse horas y horas corriendo.

Pues resulta que participando en la Nocturna, cuando le faltaba poco para llegar a la meta, le adelantó un nota vestido de flamenca. Esto le motivó para plantearse otro medio de entrenamiento y proyectar otras actividades. Por lo visto practicó triatlón, una prueba de natación, carrera y bicicleta. Y del triatlón paso a este deporte de montaña en el que es uno de los mejores.   

Y ¿por qué admiro a este visueño/mairenero? Amo a vé. Yo me pongo en su situación.  Me apunto a una carrera nocturna con mis compadres. Estreno las carzonas y la camiseta verde recién comprada en el carrefú con mi dorsal  pagado según me dice el ayuntamiento. Me queda ná pa llegar a la meta más contento que unas pascuas. Entonces me adelanta un gachó vestido de flamenca con su clavel prendío al pelo y los labios pintaos. ¿Qué quieres que te diga Ramón? Lo primero que hago es echarme a llorar,  pirarme a mi casa por calles oscuras para que no me vea nadie o sentarme a la orillita del Guadalquivir y esperar un taxi para ocultar mi vergüenza, o directamente tirarme al rio grande, el Betis de los romanos.


Pero bueno, afortunadamente Ramón no es el Naranjito, él supo sobreponerse y motivarse y sigue corriendo por estos montes de Dios. Yo seguiré haciendo mis ejercicios de barra hasta que el camarero de turno me tire un beso y me guiñe un ojo. A ver si es posible que estrene los botines supinador, pronador o como se le diga a las zapatillas de deporte que me compré en el mercaillo del charcolapava. 



viernes, 9 de septiembre de 2016

25 de Diciembre, ¡a votar!


Comento mucho sobre mi barrio entre otras cosas porque es lo que tengo más cercano. No es el mejor ni tampoco el peor, simplemente un barrio más. Pero tiene un nosequé que lo hace único y está científicamente demostrado. Becarios de las dos universidades que tenemos en Sevilla, la UPO y la US, realizaron hace tiempo un estudio sobre la influencia de fenómenos paranormales sobre la población que reside cerca de “ciertos lugares”. Cuando digo  “ciertos lugares” me refiero al edificio del antiguo Hospital Psiquiátrico de Miraflores. Lleva muchos años en desuso afortunadamente, pero parte de sus construcciones  siguen en pie abandonadas a  su suerte. Y algo queda, algo hay en el ambiente que, de vez en cuando, ilumina e inspira las  mentes de los habitantes de esta zona.

¿Tú dónde vives? En Pinoloco. / PinolokoFM, 95.1, la emisora del barrio, sintonízala. / Niño ¿Dónde vas a estas horas? A cazar pokemones. Perdón, esto no es exclusivo nuestro. / En Pinoloco el más tonto hace relojes y funcionan. / Niño ¿Dónde vas a estas horas? A cazar gamusinos. Esto último sí que es de aquí, no exclusivo, pero muy de aquí.

No seguiré detallando ejemplos para no herir la sensibilidad de aquellas personas que le tiene un gran respeto a las cosas de la parasicología, pero los estudios de los becarios reflejaron, con todo lujo de detalles, un caso muy concreto y conocido por todos: el de la bruja Lola.

Esta pitonisa conocida mundialmente por sus velas negras, hasta hace unos años era vecina nuestra. Los distintos estudios demuestran la influencia que ejerció las salas vacías y grandes espacios del antiguo manicomio sobre las mentes privilegiadas de los ilustres moradores de este barrio y concretamente sobre la buena de Lola. ¿Dotes adivinatorias? Ella lo demostró en infinidad de ocasiones, pero, como he dicho antes, ya no es vecina nuestra, se mudó.

Ahora, que yo sepa, no tenemos ningún nigromante ni clarividente influenciado por los aires que soplan desde el otro lado de la calle Cortijo de las Casillas. ¿Y qué tiene que ver todo este rollo con el título de la entrada? Siéntense vuestras mercedes y lean atentamente esta declaración.

Foto del ABC


Yo, El Naranjito, hoy día 9 de Septiembre de 2016, festividad de las Arantxas, digo:

Si como parece porque tenemos todas las papeletas más  las que nos echarán en los buzones, el próximo día 25 de Diciembre tendremos elecciones (otra vez) al Congreso de los Diputados y al Senado, a un servidor le tocará estar en una mesa electoral como presidente primero. Que conste que lo estoy diciendo con mucho tiempo de antelación para demostrar que el estudio de los becarios es totalmente cierto y porque me ha venido un siroco mu raro que me ha erizado la espalda. De todas formas pondré dos velas verdes para que el cartero no me localice el día que le toque  traerme la citación.


 Ya sabéis, si pasáis por el C.P. Félix Rodríguez de la Fuente el día de Navidad,  localizad una mesa donde haya una caja de mantecados de Estepa y una botellita de Anís del Mono, uno de los “afortunados” es vuestro amigo El Naranjito. Por favor, no me deis mucho la vara y votad rapidito, os lo agradeceré enormemente. Además, lo más seguro es que para el lunes del pescaito  nos toque votar otra vez, pero como a mi siempre me toca trabajar de noche en Feria… 


martes, 6 de septiembre de 2016

Un merecido homenaje


La cosa va de reconocimientos, homenajes y, sobre todo, de monumentos. Y en Sevilla monumentos tenemos una jartá, pero falta uno. Con monumento me refiero a esas estatuas que colocan en sitios más o menos estratégicos para reconocer los logros de prohombres y grandes damas que han hecho algo importante por los sevillanos. Con todo lo ombliguistas que somos, de vez en cuando, agradecemos lo que han hecho otras personas por el bien de esta bendita ciudad. Pero si te das una vueltecita por nuestras calles notarás que falta uno muy importante. Vamos a entrar en materia.

Tenemos una estatua dedicada a Simón Bolívar montado a caballo. Vale que El Libertador hiciera mucho por los países de América Latina con eso de la independencia, pero ¿alguien me podría decir que hizo este buen señor por Sevilla?
Tenemos otra dedicada a Cayetana Fitz-James Stuart. Aparte que todo lo que hizo por la Hermandad de los Gitanos, poquito más con todo lo que tenía.
Otra estatua dedicada a Curro Romero.  Y los que no somos taurinos ¿Qué?
Una figura representando al papa Juan Pablo I. Vale, los sevillanos de otras confesiones religiosas ¿Qué opinan?
Una estatua de un indio también montado a caballo. Bueno, espera, es verdad, como Sevilla es ciudad hermana de Kansas City, nos la regalaron después de la Expo 92.

 Y así podría seguir poniendo ejemplos pero nunca nos pondríamos de acuerdo sobre si es conveniente y merecedor de homenaje muchas de las personas que con sus bustos en bronce adornan nuestras  calles y plazas. Pero hay un personaje histórico que pone de acuerdo a bolivarianos, españoles, plebeyos, nobles, taurinos, antitaurinos, cristianos, musulmanes, judíos, agnósticos, parroquianos y foráneos. Un personaje que ha hecho más por Sevilla que cualquier otro. ¿De quién se trata? os preguntareis ávidos de conocimientos, pues, nada más y nada menos que de Willis Haviland Carrier. ¿Cómo os habéis quedado? Tranquilos que me explico.


 Foto rebuscada en la red


Este ingeniero eléctrico  estadounidense  inventó nada más y nada menos que el ¡aire acondicionado!

 Ahora ¿qué? ¿Se merece una estatua o no se merece una estatua? Y en plena calle Sierpes. ¿A que en esto estamos de acuerdo los bolivarianos, españoles, plebeyos, nobles, taurinos, antitaurinos, cristianos, musulmanes, judíos, agnósticos, parroquianos, foráneos, béticos y sevillistas?

Pues nada, D. John Sword, ínclito alcalde de la vieja Híspalis, dígale a algunos de sus personal assistance que preparen una asignación presupuestaria para que, antes de que llegue de nuevo la caló  (hoy estamos solo a 40º) tenga este buen señor el reconocimiento que se merece. Y si le parece bien, hágalo hijo predilecto de Sevilla aunque sea a titulo póstumo. Los sevillanos estamos muy agradecido.



sábado, 3 de septiembre de 2016

El arte de procrastinar


Bueno, ¿que iba a contar yo? Ya me acuerdo, que tengo menos palabra que los notas y las notas que pululan por  el Congreso de los Diputados. Digo esto porque en la entrada anterior podía prometer y prometí que retomaría el Blog con ganas y con la asiduidad que mis abandonados seguidores se merecen. De esto hace más de tres meses. Una vez quitadas las telarañas a La Bodeguita, airear un poco este bujio, limpiar las mesas, sillas y cajones, esperando que se me quite el empanamiento mental en el que tengo mi neurona, procedo a seguir dado la brasa con mis historias.

Antes que se me olvide, la familia, bien. Mi parienta bien, los churumbeles bien y el Quillo, el gato de la casa, bien. La verdad es que demasiado bien está el cabroncete con dieciséis años que tiene. Y digo demasiado bien porque sigue dándome porculito. Se ve que no me perdona que un día lo llevases a ver a señor doctor de animales y volviese a casa sin sus atributos masculinos. Lógicamente me refiero al gato. Ya me estoy enrollando, enga, al grano.

¿Qué os parece el título de la entrada? ¿A qué es chulo? ¿No sabéis lo que significa? ¡Po haber estudiao! Yo lo hice en colegios públicos y con la EGB. De esa etapa me quedan las ganas de seguir aprendiendo. Mira por donde hace poco descubrir este bonito palabro que me viene de perlas para retomar esto de seguir aporreando teclas.

Procrastinar, según mi extensa biblioteca, proviene del latín. “Pro”, adelante y “crastinus” referente al futuro. Ahora ya lo tenéis claro. ¿Qué no?  Vale, sigo. Por lo visto es un trastorno del comportamiento, un trastorno psicológico o un trastorno por déficit de atención con hiperactividad conocido vulgarmente como TDHA. ¿Todavía no está claro? Ofú, ¿y el síndrome del estudiante? ¿Sabéis lo que es? Fácil, el examen lo tengo el lunes a primera hora y empiezo a estudiar el domingo a las doce de la noche. Más o menos eso es procrastinar. 

Y ahora para la gente normal, al estilo Naranjito. Que la parada del 3 ya la han cambiado de sitio y ahora por fin está visible, luego me pongo y lo cuento. Que los bomberos de mi barrio siguen colocando peluches en el árbol, luego me pongo y lo cuento. Que no ha hecho mucha caló  sino malaleche, luego me pongo y lo cuento. Que la gente ya ha regresado de su veraneo  y a mí me da mucha pena porque no tengo donde aparcar, luego me pongo y lo cuento. Que se me terminaron las vacaciones y comienzo a trabajar ¡en el turno de noche! luego me pongo y lo cuento.

 Foto prestada de interné. La reflex sí que está procrastinada

¿A que ahora está claro? El arte de procrastinar es el desastre de dejar las cosas para luego, más tarde, mañana, a ver si tengo un ratito, nada más que pueda, cuando me quede solo y un largo etcétera. ¿Tiene cura? Por supuesto, yo mismo me he curado. Atención a la mejor terapia.

Sales a la calle y te encuentras con Don Juan el Maestro: -Quillo, Naranjito hay que ver que no escribes nada.    –Luego me pongo, Juan. Vas a hacer los mandaos  y  te  encuentras  con  Don  Juan. -Que mamón eres, sigues sin escribir. -Luego me pongo, Juan. Vas a tomarte una tapita de boquerones en vinagre y te encuentras con Don Juan. –Qué poca palabra tienes, me dijiste la semana pasada que ibas a escribir algo. -Luego me pongo, Juan. En la panadería -¡Carlitos! ¡Cuándo puñetas vas a escribir algo! –Luego me pongo Juan. Así cada vez que coincides con él. Hasta que llega un día, que lo ves venir de lejos, y dices eso de “Luego no, ahora, se acabó tanto procrastineo”.

En mi caso la procrastinación ha sido debida a la flojera más perra que uno puede tener. Nada de trastorno, ni hiperactividad, ni síndromes raros. Flojera dura y pura. Pero como estoy curao, aquí está el tío, con un montón de historias que contar, dispuesto a disfrutar.

Una consideración final para terminar, el término procrastinar ¿se puede aplicar a esos Maestros que posponen su merecida jubilación por su amor a la docencia? Luego me pongo a pensarlo, Juan.