domingo, 24 de mayo de 2015

Un viernes en La Fría

Hay una costumbre sevillana, no exclusiva de Sevilla pero muy sevillana, de tomarse una cervecita a eso del mediodía. El mediodía en Sevilla es sobre  la una y media o las dos, o cuando llegue el ultimo colega de la cuadrilla. Y el lugar, bueno hay un montón de lugares y lupanares (de lúpulo, componente básico del líquido elemento amarillito, no seáis mal pensados con mentes calenturientas) donde disfrutar con los amigos y amigas después de una ardua jornada de trabajo. El que pueda, claro, que la cosa está mu cortita. Y como yo vivo en Pinomontano, barrio donde el más tonto hace relojes y encima funcionan, intentaré relatar   lo acaecido días atrás en una zona  de este barrio al norte de la vieja Híspalis.

El sitio es muy concreto y casi todo el mundo lo conoce. Me refiero a la parte de la Fría, a la entrada del barrio según se sale de la SE30 en la rotonda, a la derecha viniendo del polígono Store o a la izquierda si llegas desde el puente del Alamillo. ¿Estamos orientados? Vale, sigo. El lugar siempre está abarrotao, lleno de gente a todas horas. “Crisis? What Crisis” que dirían los ínclitos  Supertramp. Parece un paseo marítimo o el Picadillo Circus ese de Londres. ¿Qué es lo que hay? A continuación, después de una ardua investigación in situ, paso a detallar los  locales que se encuentran ubicados bajo cuatro o cinco bloques de pisos. Empezamos entrando por la rotonda a la derecha.

El Telepizza, después de probar una autentica de Italia, como que no. Un bazar chino tela de grande, con ropa y todo. Un Doner Kebá, a mí me gusta el durúm pero bueno, es cuestión de gustos. Cervecería Los Vázquez, buenas tapitas y no cierra la cocina en todo el día. Cervecería Javi, no tengo el gusto de conocerlo.  Banco de Santander, de esos que hay que entrar de uno en uno y encima para pagar la matrícula de la universidad de los churumbeles. ¡La madre que parió al ministro Wert! Sigo, Cafetería La Marina, no tiene que ver nada con la Armada. Una farmacia, que como estamos mu malitos abre de 9:30 a 23:00, 365 días al año. Alicia, una tienda de artículos de peluquería y a laito Enrique, lo mismo pero en plan masculino. Cervecería La Flía, el sitio en cuestión. Que conste que se llama La Flía  no La Fría como la conocemos todos los amantes de una agradable velada con amigos y amigas degustando una… ¡ya me estoy liando! Un local de periódicos, revistas, bonoloto, primitiva, lotería, etc. Heladería cafetería El Indio, buenos pasteles. Una sucursal de Correos, bueno, ya no está, se ha mudado al barrio de Los Carteros (SIC). Un administrador de fincas ¿en qué barrio no hay uno? Cafetería churrería La Ermita, a mí los calentitos que me gusta son los de la Sofi. El Piccolo, donde te ponen litronas helaitas en cubos de zinc. Cervecería Fabián, con platos de gambas a cuatro pavos. Otro local de periódicos, revistas, bonoloto, primitiva, lotería, etc. Marijuana, no sé a qué se dedican, pero en la puerta hay una foto de una planta mu rara, cáñamo o algo por el estilo, y güele mu bien.  Una tienda de pinturas, no todo va a ser disfrutar, hay que mantener los pisos blanqueados. El Montano, muy buenos helados, pero una jartá de gente a todas horas. Un salón de belleza, para estar guapos y guapas. La panadería de Cipriano. Y  el Rey de la Cerveza para terminar la acera.

Ojú, que jartura. Y todavía no he empezado con la historia. A eso voy. Primero, foto (aún con el móvil)

Foto tomada mu tempranito, a las 12, antes de que empiece a llegar la gente


Os habéis situado ¿verdad?  Bueno, pues estamos en este lugar un viernes cualquiera a eso del mediodía. Se me ha olvidado decir que de aparcamientos nada de nada. O a lo mejor sí. En doble fila. Y un montón de coches. Y con una parada de autobús. ¿Y qué es lo que toca? Pues que de vez en cuando se pasen nuestros protectores del tráfico y la seguridad para denunciar a aquellos coches que estorben la normal circulación de una de las principales arterias del barrio.  La Policía Municipal para que nos entendamos.

Pues este viernes, en La Fría, a eso del medio día estaba una nota tomándose una cervecita con los colegas.  Pelo engominado, patillas cortijeras, pañuelito rosa en el bolsillo superior de la chaqueta, mocasines castellanos en los pies, Aifon6 encima de la mesa, un peluco de los gordos en la muñeca derecha Y un BMW 525 TDS aparcado en doble fila. Y nuestra Policía Local empezó por el Telepizza. Digo “nuestra” porque era una señora agente. Y muy guapa, pero esto último no me lo tengáis en cuenta, es secundario.

Nada que nuestra agente de seguridad, portando un aparatito,  se dispuso a expedir la oportuna denuncia a los vehículos mal aparcados. Ya no hay multas en papelitos rosa escritos a mano, no, ahora es un tiket como los del Mercadona. Y con todos los datos del denunciado. ¡Joé  que modernos!

¿Qué hace cualquier persona normal cuando ve a los agentes/as de la autoridad? Po salir corriendo a quitar el coche. Y a la altura de Los Vázquez estaba nuestra agente cuando uno de los contertulios le dijo al de las patillas. –Quillo, quita el coche que vienen los municipales. –Tranquilo ahora lo quito.

Y nuestra municipala ya se encuentra al laito de la farmacia. –Quillo, que al final te multan. –Que no, que yo controlo.

Y tanto que controlaba. En el momento que la agente se disponía a pulsar las correspondientes teclas (ya estaba junto al BMW) nuestro “amigo” dejó el vaso de cerveza fría en una de las mesas de la Flía junto a otros vasos vacíos  y se dispuso a hablar con la autoridad.

-Perdona agente, es que acabo de llegar con los colegas, ahora te quito el coche. Tú no te preocupes veras como tardo un segundo.

La  rubia agente (esto también es secundario), con mucha amabilidad, con una sonrisa y con mucha educación guardó el aparatito en un bolsillo. Displicentemente se colocó en el centro de la calle y con profesionalidad paró el tráfico para que pudiera emprender la marcha el coche de personajillo. Este metió primera, puso el intermitente izquierdo, se adentró en la calle y se encontró con la agente de frente. Está, sin perder la sonrisa le hizo señas para que parase y le dijo al sorprendido conductor.

-Alto, control de alcoholemia.


Moraleja: Amos a vé, jilipuertas. Si te vas a parar con los colegas a tomar cervecita, primero: no aparques en doble fila. Segundo: si ves a la policía municipal quita el coche rápido. Y tercero y más importante: acuérdate de Stevie Wonder cuando decía aquello de si bebes no conduzcas ¡capullo!



viernes, 15 de mayo de 2015

Excusas Reales

(Por motivos técnicos ajenos a mi férrea voluntad, he tenido La Bodeguita cerrada unas cuantas de semanas. Pero como ya tengo un ordenador casi nuevo, otra vez a dar la lata con mis historias. No tengo excusas para este abandono momentáneo, hablando de excusas:)


Lunes 30 de marzo, 8:30 de la mañana. Lugar, consulta 14 del centro de saludo Pino Montano B, donde presta servicios como odontólogo el señor Núñez Basurte, Don Francisco, o sea, el dentista del barrio. Situación, cubito supino en un confortable sillón. Boca abierta a más no poder y esperando el resultado la  exploración. Sí, dijo el galeno, hay que extraer.  Antes de que se me olvide, la prueba de que esto que cuento es Real:


Foto de la cita. Es que mi mujer no me soportaba con mis quejas.


Después de una jartá de días con un flemón y un dolorcillo de los güenos, aquí está el tío al pie de cañón, esperando solucionar el problema.

-Vale y, ¿cuándo?
-Ahora mismo -contestó el médico preparándose para meterse en faena.
-Sin problemas, pero permítame una pregunta ¿usted me garantiza que a las doce yo estaré bien, podré hablar con normalidad y me podré tomar un piquislavis? 
-Eso no se lo puedo garantizar. Normalmente sí, pero claro, eso depende de muchos factores.
-Pues entonces me temo que tenemos que dejarlo porque a las doces de la mañana tengo una cita con su Majestad Don Felipe de Borbón y Grecia. ¿Usted cree que es oportuno que yo me dirija al Rey en plan: Eg un honog conogel-lo Fon Felife? ¿A qué no? Pues nada, no se hable más ¿lo dejamos para mañana?
-¿A la misma hora? –interpeló la enfermera con cara de… “valiente jilipoyez de excusa ha puesto el nota este para no sacarse la muela”.

Y era verdad, a las doce en punto estaba al laito mismo del Rey de las Españas. Y lo salude. Y le di la mano. Importante que es uno. Bueno, yo y una jartá de compañeros y compañeras todas ellas muy monas. ¿El motivo? Que la empresa donde presto mis servicios como fiel, abnegado, cumplidor, profesional y eficiente currante, cumplía la friolera cifra de 75 años. A continuación la prueba de que esto que cuento es Real:

 Quién me encuentre tiene una tapita de caracoles gratis

No me gusta publicar fotos de mí ni de los míos. De mis compañeros, menos, pero como esto salió en todas las televisiones, periódicos y otros medios al día siguiente, ¿Qué le voy a hacer? De todas forma, como viendo la foto no vais a ser capaces de encontrarme, ahí la tenéis.

¿Cómo fue la cosa? Muy bien, el jefe jefe le enseñó las instalaciones. El Monarca pregunto dudas y se interesó por el trabajo que realizábamos y se dio un garbeillo por las instalaciones nuevas. Todas en perfecto estado de revista, que conste.

Un servidor, monárquico, lo que se dice monárquico no soy, pero me sorprendieron varias cosas. Lo primero es que, antes de la foto en grupo, se “saltó el protocolo” y se dirigió a nosotros acordándose de los compañeros que ese momento no estaban y nos dijo eso tan sevillano de “ahora vamos a tomarnos una copita todos juntos”. Durante la recepción se paseó entre nosotros y saludó a todo aquel que se le acercaba y hablaba sin problemas ni protocolo con todos. Y me llamó la atención que cuando te saluda te mira directamente a los ojos, nada de gesto protocolario. Al menos esa fue mi percepción.

¿Quiénes les acompañaban? Pues Susana Díaz, Zoido el alcalde, El Delegado del Gobierno, El Ministro de Defensa (le tocaría guardia, me imagino) y un montón de escoltas. Viendo a los escolta ahora sé porque mi jefe de sección me puso a su lado. ¿No se fiaría de mí? ¡Si yo no pensaba decirle nada al Rey ¡Bueno, que se pasara por La Bodeguita de vez en cuando, que seguro que le gusta con lo enrollao que es.   
  
La Presidenta de la Junta, Susana, muy bien. Era una más entre nosotros. Saludando, hablando, echándose fotos, hablando de su embarazo, que si podemos o no podemos, que ya no tomo más cervecitas que tengo que ir a ver salir a la de San Gonzalo. Muy bien, muy dicharachera. Pero también me llamó la atención el resto de políticos.

Sin querer hablar mal de ellos: ¡unos estiraos¡ Hicieron un grupito, se pusieron a platicar solos, ni se acercaron a los currantes, vamos esaboríos totales. ¡Lo mismo que Felipe, Susana y nuestro jefe jefe jefe!
Fue una jornada bastante buena en general, pero ahora queda el día siguiente.

Martes 31 de marzo, 8:30 de la mañana. Lugar, consulta 14 del centro de saludo Pino Montano B, donde presta servicios como odontólogo el señor Nuñez Basurte, Don Francisco, o sea, el dentista del barrio. Situación, entrando por la puerta de la consulta.

-Hemos visto por la tele lo del Rey. Era verdad lo que nos dijo ayer.
-Pues claro que era verdad, yo las excusas que doy son Reales.
-En los años que llevo como dentista es la mejor excusa que me han dado.
-Real, doctor excusa Real.