Después de muchos meses esperando por fin llegó el gran día: Madonna actuaba en Sevilla. Se preparo con tiempo suficiente para colocarse en buen sitio. Para que la espera no fuera angustiosa se dejó acompañar por su novio y su amigo. Nada más abrir las puertas del lamentablemente inutilizado Estadio Olímpico de la Cartuja corrió a ocupar su localidad y disfrutar de un concierto irrepetible según ella.
Los dos amigos se quedaron por los alrededores viendo el ambiente que trae un evento de este tipo. Allí estaban todos los medios de comunicación y aprovecharon para ver de cerca a personajes curiosos como el "archifotografiado” Mocito Feliz al que tuvieron que aguantar contando la historia de la perdida (o robo como él decía) de una mochila cual Pocholo cualquiera. Me consta, porque conozco los gustos de estos dos “elementos”, que pasaron más tiempo rondando y fotografiándose con Berta Collado, la reportera rubia de Se Lo Que Hicisteis. Toda una fiesta lo que se había organizado por las inmediaciones del estadio.
Después de un rato disfrutando de dicha fiesta decidieron regresar a casa para más tarde, al finalizar el concierto, volver para recoger a la ilusionada fan. Dieron una última vuelta y cuál fue su sorpresa cuando descubrieron por casualidad una puerta abierta y, por pura y sana curiosidad, se asomaron al interior. Allí encontraron un amplio vomitorio y se dejaron caer en la tentación. De fondo sonaba una melodía, algo así como Like a Virgin. Siguieron caminando y cuando se quisieron dar cuenta estaban en un graderío vacío detrás de un magnifico escenario donde la Ambición Rubia deleitaba a miles de seguidores. En silencio continuaron bajando por aquellos escalones cuando de pronto se toparon con un vigilante de seguridad que estaba más pendiente de la rubia de Detroit que de los dos jóvenes que se les acercaban por detrás. Estos se quedaron helados al descubrir lo fácil de su entrada y también por el ancho de la espalda del segurata. Ostras la bronca que nos va a echar el gorila este. Mientras nos eche una bronca y no llame a la policía estamos salvados.
En ese instante el embobado agente de seguridad sintió la presencia de los jóvenes en su cogote y giró su cuerpo de ropero de cuatro puertas. Asustado, mucho más que ellos, les grito: ¿pero qué coño estáis haciendo aquí? Con la rapidez mental de los pícaros del siglo de oro español consiguieron contestarle: Nada, viendo el concierto, desde aquí se ve muy bien. Tenéis un taco de cara aquí no se puede estar, anda tirar para abajo. Ni cortos ni perezoso le hicieron caso y se acercaron lo más que pudieron al lateral del escenario. Desgraciadamente se perdieron las dos o tres primeras canciones, pero disfrutaron de la mayoría del evento. Todo por la “curiosidad” de ver lo que había dentro de una puerta que algún empleado se olvidó de cerrar. Por curiosidad o por dejarse embrujar por los acordes de la música ochentera de Madonna Louis Verónica Fortin.
Carlos, a tu hijo y a mi novio no se les puede dejar solos. ¿Por qué lo dices? ¿Qué porque? ¡Porque yo he tenido que juntar el dinero de la entrada, esperar un montón de meses, aguantar una cola de muchísima gente, y ellos por la patilla ven el concierto, tendrán cara!
Tú no te preocupes, que cuando vuelva el Boss les preguntaremos a estos dos prendas donde esta esa puerta y te enseñaré lo que es buena música.
¡¡ Llevátelo a papel !!
jajajajajaajajajajaj grandisima entrada jajajajajaja la verdad es que siempre suelen ocurrir cosas de estas jajajajaja cuando menos te lo esperas entras en sitios donde uno no sabe que se encontrara jajajajaa
ResponderEliminarun saludo
Supongo que la anécdota es cierta ¿no?
ResponderEliminarRecoozco que tiene canciones pegadizas pero no puedo soportar a esa cantante. Lo que ella llama "provocación" (ponerse cruces, vestirse como si fuera la Macarena, ponerse las bragas o el sujetador por fuera, tocarse el chocho por encima de los pantalones...) me parecen tonterías tan patéticas que no llegan ni a provocadoras, ni a horteras, ni vulgares ni a nada. Simple estupidez, pero por lo que se ve vende y le va muy bien. Que se lo pregunten a la petarda que sigue sus pasos, la Lady Gaga (será porque no sabe todavía articular palabra ni sonido).
En fin, salu2 naranjiles.
Langostino: grácias por la visita. A mi nunca me ha ocurrido algo semejante, siempre he tenido que gastarme los cuartos. Seré tonto.
ResponderEliminarUn estrechón de manos.
Querido Dyhego, cierta como que el puñetero Barça le ha endosado 5 a 0 a mi Betis.
ResponderEliminarNo es cantante de mi devoción pero los dos "energumenos" aprovecharon bien la ocasión.
Un saludo mesié. (joé con el Messi)
pues es verdad, este tipo de anécdotas sucede. A mi me ocurrió en el concierto de los jóvenes REBELDES al que llevé a mi hija en Jerez. Después de esperar impresionantes colas y un "caos" del 15, me fuí al cine y cuando volví al estadio a recoger a mi hija, ví una puerta abierta y ni corto ni perezoso me fui para dentro, sin que nadie de seguridad osara a detenerme. Así ví la última parte del concierto. Feliz año, amigo.
ResponderEliminarNaranjito a mi me avisas cuando la que vaya a actuar sea Marifé de Triana o miki y los Toni.
ResponderEliminarUn abrazo
Jo, qué suerte la de de ellos!!! Madonna no es mi cantante favorita pero no le haría un "asco" a la posibilidad de oirla en directo.
ResponderEliminarSi es que el mundo es de los suertudos.
BEsos.
BIEN DICE EL DICHO, AL QUE MADRUGA, DIOS LO AYUDA
ResponderEliminarESTOY SEGURA, QUE ESTOS DOS, NUNCA HAN MADRUGADO, Y AUN ASÍ LOS AYUDA, ¿ SERÁN TAN PIADOSOS?
ABRAZOS NARANJITO
Estimado Antonio, yo no he tenido esa suerte. Ya me gustaría.
ResponderEliminarUn saludo pregonero.
Rafael: ¿y de Status Quo que me dices?
ResponderEliminarUn abrazo.
Querida Susana y de los hechadospalante tambien.
ResponderEliminarUn abrazo.
Estimada Abuela, lo que se dice piadosos la verdad es que no mucho, pero aunque parezca mentira por el atrevimiento, son muy responsables.
ResponderEliminarUn beso.
y la Madona que enseñaba por detrás, las arrugas o algo mas.
ResponderEliminarsaludos. di donde esta la puerta machote.
No me pasó en un concierto, pero yo, soy de las que se meten por las puertas abiertas sin vigilancia. Fué en Jerez, íbamos de excursión a ver bailar a los caballos, pero al lado hay como una iglesia, un museo o algo parecido, entré a curiosear y casi me dejan dentro, porque lo estaban restaurando. El encargado se quedó pasmado cuando me vió, al tiempo de cerrar la puerta. Pero ví un montón de cuadros originales, comiditos de polvo, esculturas, etc.
ResponderEliminarPerdona, Naranjito, me he alargado un poco.
Un abrazo.
Yo quiero ir a uno de Serrat o Joaquín Sabina (entre muchos más) y te aseguro que me metería por las tuberías y saldría por el micrófono para verlos de cerca. ¿Qué no?...
ResponderEliminarMira lo que has contado.
Besos con sabor a nuestra tierra.
Querido Pedro, si yo supiera donde está la puñetera puerta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Grácias Tortuga, tu nunca de alargas en tus comentarios. Siempre son bien recibidos.
ResponderEliminarUn saludo.
Querida niña Lou, ya te contaré un concierto de Serrat con un señor que me tocó delante.
ResponderEliminarPor cierto, entré pagando.
Un besote.