Durante los primeros años de la década de los 70, se mudaron muchas familias a los pisos de las barriadas construidas al norte de la ciudad, junto a la carretera de Málaga. La mayoría eran parejas jóvenes recién casadas y con hijos pequeños. Por aquel entonces no existían las asociaciones de vecinos, ni falta que hacían. Los propios habitantes, gente humilde y trabajadora, se bastaban para organizarse y solucionar los pocos problemas que surgían. Un equipo de futbol, que sigue existiendo hoy en día a otro nivel mucho más alto, verbenas y cruces de mayo y en la época de Navidad: la mejor cabalgata de Reyes Magos que se podía imaginar en la época.
Días antes de la fecha señalada, se escogía entre los cabezas de familia con hijos mayores a tres personas para encarnar a Sus Majestades los Magos de Oriente. Ataviados con vestidos hechos por hábiles costureras, es decir, abuelas y madres ilusionadas, se preparaban para la gran noche.
En complicidad con los padres, a primera hora del día 6, iban casa por casa llevando los regalos que la chavalería esperaban con ilusión. Llamaban a la puerta y os podéis imaginar la cara de los niños cuando, al abrir se encontraban con los juguetes deseados en la mayoría de las veces. El Cineexin, la Nancy, el Scalextric, el Fuerte de Comansi, los artilugios de la Señorita Pepi, y algunos otros que no se esperaban. Eran años difíciles pero la mayoría de las familias sacaban recursos de donde no había para que sus hijos pudiesen disfrutar durante todo un año.
Las familias, sabiendo lo que se avecinaba, dejaban los paquetes en las puertas de las casas y esperaban con los niños ya despiertos al mágico sonido del timbre. Los Magos no entraban por las ventanas, sino por las puertas de las casa. Los niños, después de abrir los paquetes con sus nombres y curiosamente con el número del bloque donde vivían e incluso con la planta y la letra de la puerta, regalaban a sus Reyes galletas y leche para los camellos. Camellos que por otro lado nunca veían.
Era una madrugada y una mañana de las más felices que vivían todos los de la joven barriada. Pero aquello se acabó. Los vecinos decidieron suspender “temporalmente” y casi para siempre este magnífico reparto de juguetes e ilusión. ¿El motivo? Muy fácil, a ver como os lo explico.
Como he dicho antes, los niños les dejaban a los Reyes galletas, leche, agua…. Pero, claro los padres querían agasajar a Melchor Pepe (el del Kiosco), Gaspar Luis (el de la ferretería) y a Baltasar Manolo (el de la fábrica de cristales), que aparte de magos eran vecinos y amigos, con un pequeño detallito a base de mantecados y copichuelas de anís o coñac según el gusto de Sus Majestades. Catorce bloques, cada uno con cuatro plantas, cada planta con dos viviendas… hacer la cuenta. Por muy prudente que son nuestros magos de oriente, después de llamar a tantas puertas más de un Rey y más de un paje, terminaban el día un poco perjudicados.
Me ha gustado mucho la experiencia pero el año que viene te toca a ti, que me llevo todo el día con ardentía y el estómago hecho polvo.
Venga Manolo que ver la cara de los niños al abrir la puerta es lo más grande que te pueda pasar.
¿Ver la cara dices? Si cuando iba por el bloque ocho yo solo quería visitar los cuartos de baños de los pisos. No tomo más anís en mi vida.
Los tiempos han cambiado, pero espero que los Reyes Magos solo cojan de vuestras casa las galletas y el agua y os hayan traído esperanza, ilusión, ganas, buena voluntad, trabajo, salud, felicidad y que podamos disfrutar este nuevo año en compañía de nuestros seres queridos estén donde estén.
Ay, Naranjito! Lo primero felicitarte el año, lo segundo decirte que se te echaba de menos y lo tercero es darte las gracias por esta entrada de hoy que, como siempre, provoca una sonrisa inevitable.
ResponderEliminarA estos generosos Reyes Magos, vecinos incondicionales, les entiendo...es que hay que tener un estómago mágico para tanta visita. es una pena que no hubiera alguna que otra solución para seguir con la costumbre.
Gracias por volver...Besos.
Que historia más bonita, ojala se pudiera seguir haciendo eso.., se destierra el alcohol y se da una galleta y listo.
ResponderEliminarFeliz año wapo
este mini ordenador, desde donde te escribo, me lo han echado los Reyes, lastima que no me
ResponderEliminarlo trajera estos que tu cuentas. Aunque vinieran perjudicados.
amigo mio,con esta entrada, tu nos has hecho un estupendo regalo de reyes. Nos has regalado RISAS,RISAS.
un abrazo.
parezco una bailarina de puntillas, mientras escribo. que cosa mas chica chiquillo.
La alegría me la he llevado yo, al ver que has vuelto. Tú mismo eres un buén regalo de Reyes, Naranjito. Me alegro de que te gustaran mis últimas entradas y tu comentario me dá mucha alegría, me siento un poquito huérfana con tu ausencia.
ResponderEliminarTu historia es entrañable, de ahí, quizás, viene el dicho de que "cualquier tiempo pasado fué mejor".
Te deseo lo mejor para este año, que tu familia esté bién y tu séas, moderadamente, feliz.
Un abrazo.
NARANJITO:
ResponderEliminarDe joven, llegué a suplantar al Rey Baltasar en dos ocasiones...
La verdad es que la cara de los críos es indescriptible.
Gracias por ahcer que me acuerde de aquellos años.
Salu2.
Grácias Susana por la felicitaciones. La verdad es que los padres tenían casi más ilusión que los niños.
ResponderEliminarUn saludo.
Maria Eugenia: hoy tendríamos que cambiar mucho nuestra forma de vida tan "independiente".
ResponderEliminarUn saludo.
Pedrohuelva si a los mayores nos visitaran esos Reyes seguro que tendrían un cortejo siguiendole toda la noche.
ResponderEliminarUn saludo.
Tortuga, comenté hace tiempo que esto de los blogs engancha. Levanto mi copa (imaginaria) por un año repleto de buenas sensaciones.
ResponderEliminarUn saludo
Dyhego: seguro que mereció la pena, y encima encarnaste al rey favorito de los niños.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo he vivido en mis carnes esa sensación que cuentas, algún día lo contaré y colgaré fotos.
ResponderEliminarUn abrazo y que, en este 2011 que empieza, no te vendas tan caro.
Naranjito, por esa epoca,disfrutaba desde Octubre hasta el dia de la cabalgata, construyendo las carrozas junto con el Ateneo de Camas.Con mas ilusion que medios o herramienta.El dia de la cabalgata recibia el mayor regalo posible, ver la cara de esos niños, el brillo de sus ojos.
ResponderEliminarEso fue durante dos años solo por distintos motivos, pero el año pasado tuve la suerte de volver a vivir esas emociones, en esta ocasion de beduino por las calles de mi pueblo, con una gran bolsa llena de caramelos y juguetitos, me lo pase de lujo entre la chavaleria por esas calles llenas de ilusion.
Tu entrada me ha echo recordar, Gracias Naranjito y que los Reyes te den un año lleno de felicidad.
Hola Naranjito navegando por la red he topado con tu blog y he de decirte que me ha gustado mucho lo poco que en él he visto,te he enlazado con mis dos blogs de los cuales te dejo los enlaces y decirte que feliz 2011 y espero que te pases por ellos,un abrazo crack.
ResponderEliminarhttp://malolito1965.wordpress.com/
http://elpapimagase.blogspot.com/
GRACIAS QUERIDO NARANJITO, POR TODOS TUS DESEOS, QUE EL BUEN DIOS LOS RETRIBUYA A TI Y TUS SERES QUERIDOS.
ResponderEliminarAQUI EL VECINDARIO, HARÍA COLA POR SER REY MAGO DE LOS BLOQUES. QUE BONITAS COSTUMBRES TIENEN ALLÁ. TE ABRAZO AMIGO MIO
¡Qué hermosooooooo! Me muero de la ternura. He visto mucho Papá Noel por la barriada, pero nunca semejante despliegue de Reyes Magos.
ResponderEliminarClaro que los pobres terminaban indigestos, al verlos en "vivo y en directo" había que agasajarlos. Cuando yo era chica, siempre dejaba en el patio, un cuenco con agua y otro con pasto (hierba de césped), eso sí, eran para los camellos, jajajajjaa
Me encantó, Naranjito, sos genial contando historias.
Besazos.
No me gusta el Anís,... tampoco el Brandy (Dios me perdone),... pero por darme el gusto de sentirme mago de oriente, y de repartir algo de alegría,... no me parecería mal pago, una semana de mal cuerpo e indigestiones.
ResponderEliminarContad conmigo y con mi gente para otra ocasión.
Gestos bajo una estrella variados.
Recuerdo de muy pequeñita que durante varios años también vinieron los Reyes Magos en persona a mi casa, eran amigos de mi tio y tengo una fotografia que uno de ellos tiene a mi hermano y pequeño en brazos y ya tenía la cara un tanto colorado de todo lo que llevaban vevido.
ResponderEliminarQue tengas un gran año. Besos
Naranjito amigo.Que alegría el volver a contar con tu mágica presencia de nuevo.AH¡ se me olvidaba que eras la reencarnación del Rey Artabán.Y un Rey Mago, aunque tarde, siempre trae regalos y buenas noticias.Un gran abrazo.
ResponderEliminarJajajaja, y es que para rey no vale cualquiera, mira el de España el saque que tiene, ese es un profesional entrenado…
ResponderEliminarPara suavizar el chiste republicano que acabo de colar, te deseo feliz año y espero que los Reyes te trajeran tooodo lo que pediste y algo más…
Kiss
Muy bonito Carlos. Ojalá se cumplan tus deseos pedidos a sus Majestades, aunque sean sólo en parte. Sobre todo en lo que respecta al trabajo pues muchas familias están mirando al cielo a ver si les cae algo, pues de la tierra poco esperan.
ResponderEliminarSalud, Carlos.
Juan Escabias
Amigo Rafael, cuenta que me he propuesto dar mucho la lata con mis historias.
ResponderEliminarUn saludo.
Querido Paco, no sabes cuanto te envidio por tu experiencia. Grácias y buenos deseos para ti tambien.
ResponderEliminarGrácias Papi Magase, cuenta con mi visita.
ResponderEliminarUn estrechón de manos.
Queridisima abuela, que bueno que que exista gente dispuesta a colaborar en la felicidad de los demas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Querida Liliana, alguna indigesta bien merece la pena, solo por ver la cara de los niños.
ResponderEliminarUn Abrazo.
D. Rodrigo, grácias con su ofrecimiento. Cuento con mis capitanes para el reparto de las ilusiones y parabienes.
ResponderEliminarComo siempre a sus órdenes.
Sevillana: es que la profesión de Rey Mago es muy "sufrida". Sobre todo a ciertas horas matutinas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Trianatrinidad, te estaré eternamente agradecido por facilitarme la mejor escusa para cuando llego tarde. es que soy el Rey Artabán
ResponderEliminarUn estrechón de manos.
Querida Gata, ¿será cierto el refrán "de casta le viene al galgo"?
ResponderEliminarUn afectuoso saludo.
Estimado D. Juan deseos reciprocos para ti y tú familia.
ResponderEliminarUn saludo Maestro.