martes, 19 de enero de 2016

La Cruz del Juramento.



Muchos de los que han tenido la suerte de visitar mi ciudad y la mayoría de los habitantes de esta “muy noble, muy leal, muy heroica, invicta y mariana ciudad de Sevilla”, desconocen uno de los monumentos con más simbolismo que tenemos por nuestras calles. Ante la fachada norte del actual Archivo de Indias, se encuentra una sobria  cruz de mármoles rosas y grises. Es conocida como La Cruz de los Juramentos.    




Un poquito de historia, poquito para no aburrir más de lo habitual. Resulta que hasta el final del siglo XVI los mercaderes y comerciantes a gran nivel, colocaban sus trastos y cachivaches en las gradas que existían y aún existen, entre la fachada de la Catedral y las cadenas que la rodean. Un lugar céntrico y bien comunicado ideal para los negocios. Pero tenían el problema de la inclemencia del tiempo. Cuando el frio y la lluvia arreciaba se colaban dentro del templo dando lugar a disputas con el Cabildo. Disputan que llevaron a un arzobispo a excomulgar a muchos de estos comerciantes.

Todo esto llegó a oídos del rey de la época, D. Felipe II, que, con su peculiar visión del cristianismo, decidió “expulsar a los mercaderes del templo”. Este monarca encargó a su arquitecto de cabecera, Juan de Herrera, él del Escorial, un edificio para albergar a todos los negociantes de la época.  Hay que recordar que en aquellos años, Sevilla era la capital del mundo de los negocios porque tenía el puerto exclusivo para el comercio con América. Expropiando y demoliendo unas viejas edificaciones ruinosas que había entre la Catedral y el Alcázar, construyeron lo que en un principio fue la  Casa Lonja de Mercaderes.

Pues nada, que ya tenemos un edificio digno y ahora a seguir haciendo negocios. Bueno, ¿y la cruz objeto de esta entrada? ¿Para qué servía? Pues nada más y nada menos que para cerrar los tratos de palabras entre comerciantes. Aquí, tras un estrechón de manos, se juraba el cumplimiento de los convenios entre compradores y vendedores que se anticipaban a la llegada de barcos al floreciente puerto fluvial sevillano, tratos que se cumplían a rajatabla porque para eso eran hombres de palabra.

Os preguntareis a que viene esto que parece un reportaje del canal Historia. Pues porque digo yo que nuestros electos políticos y políticas ¿sabrán ellos y ellas que el pasado 20 de diciembre hicieron un pacto de juramento con todos nosotros? ¿Sabrán cumplir lo prometido? ¿Sabrán mantener lo que han dicho?  Ellos y ellas ¿saben lo que es un trato de palabra? Sí, lo saben, pero seguro que ninguno ha dado un estrechón de manos de verdad a sus votantes, mirándoles a la cara y diciendo eso de cuenta conmigo que no te fallaré.

Bibliografía:
Foto: la he rebuscado por interné.
Díaz Buiza, Fernando. Itinerarios Monumentales de Sevilla, Programa Cicerones de Sevilla. Sevilla, 1994, Área de Juventud, Ayto. de Sevilla

Y mi extensa biblioteca




¡¡ Llevátelo a papel !!

13 comentarios:

  1. Nuestros políticos sólo saben arrimarse al sol que más calienta. ¿Decencia, honradez, compromiso, lealtad, mantenimiento de la palabra? Es como si les hablaran en chino. ¡Malditos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo peor es que entienden lo que les decimos, lo que pasa es que se lo pasan por el forro. Así nos va.

      Eliminar
  2. Estos no se juran ni lealtad , ni transparencias a ellos mismos.
    Y pobre del que crea lo contario, y es que a los hechos y pocos derechos que nos quedan me remito.
    Besitos paisano

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Permíteme que te felicite por tu entrada, ¡chapeau mon ami!, no tenía ni idea de esa cruz y ya la tengo.
      El broche final no ha podido ser mejor, ojalá se den un repaso a la historia y cumplan como los mercaderes... hacía falta una cruz de Juramento bien grande, pero para atarlos a ella.

      Besos Naranjito.

      Eliminar
    2. Eso de jurar, aunque sean agnósticos no saben lo que significa.
      Un abrazo paisana.

      Eliminar
    3. En esta puñetera ciudad hay muchas cosas como la cruz de la entrada, pasan desapercibidas pero con una mijilla de sentido común nos irían mejor las cosas.
      Una cruz no sé, pero un buen alpargatazo les vendría bien a mas de uno.

      Eliminar
  3. Si se lleva una Cruz al congreso pa que juren se lía parda Naranjito, jajaja. Respecto a tu entrada, decir que el Archivo de Indias es una auténtica joya digna de visitar. Un fuerte abrazo y buen fin de semana. @Pepe_Lasala

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por aquí arriba he comentado que el concepto de juramento no lo tienen nada de claro.
      Tuve la suerte de conocer el Archivo de Indias por dentro, por cuestiones laborales antiguas, y tienes toda la razón. Es una pasada como dicen hoy en día.

      Eliminar
  4. Si al menos tuvieran una miaja de coherencia, pues mira... Pero es que ni eso.

    Besos, Naranjito!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿Coherencia? esa palabra ni la conocen, con lo fácil que es.

      Eliminar
  5. Eres un pozo de sabiduría. Creo que en vez de ir a ver al rey tendrían que pasarse por delante de la Cruz y darse la mano

    ResponderEliminar
  6. Un pozo un taco de hondo y profundo, al menos eso dice mi señora esposa. Y saborío también. Pero el estrechón de manos es con nosotros, los españolitos y españolitas de a pié.
    Un abrazo y a cambiar pañales.

    ResponderEliminar
  7. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar