(Continuación de Los Buzones de la Basura)
Así lo bautizó mi hija: El niño feliz, aplicando muy acertadamente sus conocimientos sobre el mundo infantil, que para eso lo está estudiando. El crío es un encanto. Siempre con la sonrisa en la cara. Tendrá unos cuatro años, rubillo, con los mofletes siempre sonrojados. Cuando te ve, te mira y siempre te saluda. ¡Hola vecino! Siempre con la sonrisa en la cara. Está contento por todo. El otro día me lo encontré cuando la madre lo traía del colegio y venia cantando y saltando. ¡Quillo!, ¿qué te pasa hoy? Que teno lentegas pa comel. ¿Y te gustan?, A este niño le gustan todas las comidas, me contestó la madre, es una bendición, no como sus hermanos.
Sale del bloque como un rabillo de lagartija a jugar con sus amigos de la calle, disfrutando y feliz, siempre riéndose. Mi mujer se lo encontró días atrás y también le preguntó ¿Dónde irá hoy mi vecinillo? Voy al medíco, toy malito, me va a pone una inyetión. Pero lo dicho, riéndose y feliz como él solo. Hija que suerte tienes con tu hijo, disfruta con todo. Pues la verdad es que sí, que con él no tengo problemas.
Cuando entro en el portal, y me ve, siempre me saluda, ¡Hola vecino! ¡Adiós vecino! Lo dicho, es un encanto de crío.
Un día, que salía yo para cumplir con mis obligaciones laborales, vamos que iba a trabajar, lo vi especialmente contento, cantando, saltando, esperando que yo abriese la puerta. ¿Dónde vas quillo? A jugá con mi papá, que ta ahí en los jaldines. Y efectivamente, allí estaba su padre esperándolo.
Hola Juan, ¿Qué le das tu hijo que siempre está tan contento?
¡A que sí! Desde que nació el puñetero es la alegría de la casa. Pero hoy está como una moto, me tiene jugando con él desde que llegué esta mañana.
¿Y eso?
Pues nada, vecino, que no sé cómo ha aparecido una bolsa colgada en la puerta de mi casa con un balón dentro y lo que es más sorprendente, con el nombre de mi hijo escrito en letras bien grandes.
¿Un balón dices?
¡Digo! Un jabulani de esos del mundial. No es el original pero da muy bien el pego. No sé quién se lo habrá regalado, pero ha sido todo un acierto.
Bueno, Juan, te dejo que disfrutes con tu hijo y no pierdas de vista el balón que luego tu niño se enfada.
Adiós vecino, que te sea leve en el trabajo.
Y me marché dejando a mi vecinillo el niño feliz y a un padre todavía más feliz.
Por puñetera casualidad, tenía el coche aparcado justo al lado de unos buzones muy modernos, donde los vecinos del barrio tiramos la basura. Abrí el de color azul, él que usamos para el papel y el cartón, metí dentro un pequeño ticket de una tienda de deportes, cerré la puerta, tiré de la palanca y me marché a trabajar más feliz que mi vecinillo del primero.
Si supiera dibujar te haría un retrato de un Naranjito con un gorro de Papá Noel. Gracias por hacer sonreír a un niño.
ResponderEliminarQUE ERES BUENO NARANJITO, TU SI QUE TIENES UN CORAZÓN COMO EL BALÓN QUE REGALASTE
ResponderEliminarSEGURO PAPA NOEL TE DEJA ALGO BUENO EN LA BODEGA, ABRAZOS DE NAVIDAD AMIGO MIO
Querida Ana, perdón, Princesa, a este niño no le hace falta un gordito vestido de rojo para ser feliz, es un encanto de criatura. !pero que agusto me quedé despues de "tirar de la palanca".
ResponderEliminarA sus pies, Alteza.
Querida Abuela: Mi regalo ya lo tengo con gente como tu. Abrazos calentitos para los que tenéis la "mala suerte" de pasar las navidades con otra temperatura.
ResponderEliminarSi esk las cosas bien hechas bien acaban..., yot ambién quiero tener cerca a un papá noel así
ResponderEliminar¡Que preciosísimo cuento de navidad!..Dios te bendiga, naranjito, que el mundo está muy falto de seres como ese niño de luz, que siempre se está riendo: El Niño feliz...el niño de Dios. Un abrazo.
ResponderEliminarQue bonita la historia querido Naranjito, en el mundo hace falta más gente como tu.
ResponderEliminarBesos
Necesitamos gente asi en Flandes, mi Señor,... se nos están olvidando las cosas sencillas que hacen que la vida merezca la pena,... generosidad, amistad, compasión, alegría, inocencia,...
ResponderEliminarTengo un sitio bajo el Estandarte,... junto a mis amigos,... ¿Viene Vuestra Merced?.
Gestos tirando de la palanca variados.
Qué historia más resaladas, como tú contándolas y compartiendolas...jeje
ResponderEliminarEso de sacarnos unas sonrisas con la sencillez de la vida te sale muy bien, Naranjito, te felicito. Y seguro que el niño feliz lo haría también si supiera. Besitos.
¡Ese detalle sólo se te hubiese ocurrido a ti!
ResponderEliminarSalu2.
Tu no eres Papa Noel, eres el mágico cuarto Rey Mago Artabán, aquel que siempre llegaba tarde por hacer el bien a los demás.No cambies nunca amigo Naranjito, un abrazo.
ResponderEliminarNo os creo, mi Señor,... no existen niños así, ahora están absorvidos por consolas, ordenadores o programas de televisión,... y aún menos creo que existan personas que, asumiendo su pequeña culpa en anónimo privado, dediquen tiempo y dinero a desfacer su entuerto,... no,... no os creo,... pero, si me diera por creeros, mi Señor,... me gustaría veros menudear por mi Tercio, necesito alguien que lleve el Estandarte con la Cruz Borgoñona.
ResponderEliminarExpresiones poniendo una "inyetión" varias.
Maria eugenia: tranqui, que el "jabulani" está en camino.
ResponderEliminarNaturaldeSevilla, tengo la suerte de encontrarmelo casi todos los días.
ResponderEliminarsevillana: es mas facil de lo que parece. Lo que ocurre es que la mayoría de la gente se empeña en complicarse la vida.
ResponderEliminarCuente Vuestra Merced, D. Rodrigo, que me tendrá junto a su estandarte en Flandes y donde vos me pida
ResponderEliminarGrácias Susana, la gente sencilla es lo mas sano que tenemos.
ResponderEliminarUn saludo.
Grácias Trianatrinidad. Me has dado una buena escusa para cuando llegue tarde a los sitios, jeje.
ResponderEliminarUn abrazo.
Creedme mi Capitán, existen niños y personas así. Cuente con este humilde portador para llevar con orgullo el Estandarte que vos me quiera encomendar
ResponderEliminarSiempre a sus órdenes