viernes, 15 de junio de 2018

Nerea y los gatos




Hoy me voy a atrever a corregir y a rectificar a toda una grandísima escritora como es la sevillana, aunque nacida en Bilbao, Nerea Riesco.

Esta autora, de la que soy seguidor en su página del feisbu, publica de vez en cuando, fotos de escritores que tienen algo en común. La serie de fotos se llama “Escritores con gatos” y, como es lógico, muestra imágenes de autores  o autoras (que no se me enfade nadie o nadia) con sus felinos o felinas. Los hay de todos los géneros y épocas, con el elemento gatuno en común, claro. Vale, hasta aquí todo bien.

También nos regala fotos de sus dos gatos: Dante y Poe. Por cierto, ya me quedo más tranquilo sabiendo que no soy raro cuando llamo a mi gato Quillo, cada uno con sus inquietudes y conocimientos ¡Qué quieres que te diga!

Bueno, Nerea, vamos al lío.

 Deberías saber, como buena cuidadora de Dante y Poe, que tú no tienes gatos, ellos te tienen a ti. La casa es de los gatos, tú, en todo caso, pagas la hipoteca. El mejor sitio de la casa es donde esté el gato, en el resto puedes estar, de momento. Las horas de juegos la deciden ellos, tú te limitas a acompañarles. Nunca se te puede olvidar que, para ellos, eres el humano que le da de comer. Si se sientan a tu lado mientras escribes la próxima novela, no es para darte compañía, es para controlarte y que llegues a tiempo a entregar las galeradas. ¿No te das cuenta que quién te marca los horarios es Dante? De momento, claro, dentro de poco Poe será el señor del castillo, si no, al tiempo. Tranquila que tu papel de sirvienta y vasalla lo tienes asegurado.

Nada, que si tienes tiempo entre presentación y firmas de tu última novela “Los lunes en el Rizt” a ver si puedes cambiar lo de “escritores con gatos” por “gatos con escritores”, creo que es más real.

(Iba a seguir escribiendo más cosas pero es que, por lo visto, mi vieja silla y mi rancio cojín, tienen que tener algo bueno porque el Quillo no para de dormir la sagrada siesta ¡y cualquiera lo molesta!)






domingo, 10 de junio de 2018

El último trabajo de Chari



Hace tiempo que no escribo nada sobre futbol. Ya sé que a muchas personas que se pasan por esta Bodeguita eso del supuesto deporte rey, nada de nada, pero bueno, de vez en cuando una mijilla no viene mal.

Tampoco hoy voy a escribir sobre este deporte, hoy voy a felicitar a los encargados o encargadas de marketing del glorioso equipo que reside al final de la Palmera en el barrio sevillano de Heliópolis. Me refiero, por supuesto, al Real Betis Balompié. ¿Alguna vez he dicho que soy bético? Vale, vale, que ya lo sabéis, bueno, entonces al grano.

Resulta que, en estas fechas, todos los equipos andan en campañas publicitarias para la renovación de abonos y en la captación de nuevos abonados. Para eso utilizan spots publicitarios donde muestran logros, triunfos y valores, para que, domingo a domingo, llenemos las gradas de los coliseos futbolísticos.

Mi equipo no podía ser menos, faltaría más. Pero han dado en el clavo, este año se han superado. En el vídeo no salen grandes figuras, no salen goles extraordinarios, no salen jugadas fantásticas que después los niños intentan imitar. Bueno, he dicho que no salen grandes figuras, cosa que no es cierta, sale Fabián Ruiz Peña. Fabián es un centrocampista verdiblanco nacido en Los Palacios, un pueblo sevillano donde hay los mejores tomates que os podáis comer. Toda su vida deportiva la ha hecho en el Betis y es uno de los fijos en la selección española sub21. A sus pocos años ya es una figura en nuestro equipo y es un jugador deseado por otros equipos supuestamente más grandes.

Acompañado de una banda sonora a piano que suena todos los domingos cantada por más de cuarenta mil voces, el palaciego nos cuenta un poquito de sus vivencias y trabajo en el Betis.

Pero ya he dicho que el protagonista no es el futbol ni los futbolistas. La protagonista, si, lo he dicho bien, la protagonista es…

Enga, a ver el vídeo hasta el final, que dura poquito,  merece la pena y os sorprenderá.