Esta noticia es real, tan real como que somos una panda de
irresponsables. Bueno, son. Ha ocurrido hace unos días en Alcalá de Guadaira,
ciudad que conozco bien ya que pasé mi adolescencia y juventud en ella hasta
que una sevillana me embrujó y aquí estoy, al otro lado de la SE30. Por cierto,
al final de la entrada, entiéndase post, aclaro unos cuantos términos
históricos que nunca vienen mal.
Resulta que el pasado domingo, a eso de las 4:30 de la
madrugada, la policía local recibió una serie de llamadas denunciando un local de la zona conocida como “El
Paraíso”. Se quejaban los vecinos del
alto volumen de la música que se escuchaba en un “garito” de copas.
Cuando los agentes de la autoridad se personaron en el local,
comprobaron que era cierto lo que los vecinos reclamaban. Nada, que denuncia al
canto y desalojo del local.
Pero, siempre hay un pero, las llamadas seguían
produciéndose. Así que la policía otra vez para El Paraíso. ¿Al llegar que se
encuentran? Pues que el responsable del local les dice que solo hay empleados,
que la música no molesta a nadie porque la tienen flojita, y varias escusas por
el estilo.
Pero, seguimos con los peros, la policía no es tonta y menos
la de Alcalá. Observaron que al fondo del local había una puerta que daba a una
habitación. Cuando la abrieron descubrieron que había unas 25 personas
escondidas, hacinadas, arrejuntaitos, con sus correspondientes vasos de bebidas espirituosas
en la mano, callaitos como meretriz en cuaresma y con caras de nueva anormalidad.
Vamos que se habían metido allí para que la policía no los
descubrieran. ¿Qué pasó? Lo lógico, desalojo inmediato otra vez, cierre del bar
de copas, denuncia al gerente de local, denuncia a todos los clientes y “se os
va a caer el pelo por irresponsables” y no querer enterarse de que va esto de
la supuesta nueva normalidad.
A los medios de comunicación les ha faltado tiempo para hacerse eco de la noticia denunciando la irresponsabilidad y el posible delito. La foto que viene más abajo se la he hecho a la tele cuando informaban del suceso. Y digo yo, ¿con ese nombre que te esperas? Es que el nombre le viene como anillo al dedo o aceite a las espinacas.
Estos son una minoría, me consta que en Alcalá de Guadaira la
mayoría de la gente es muy responsable. Y lo son desde tiempo de los griegos
que era conocida como Hienipa.
Después los romanos la llamaron Ordo
Hinipense. Más tarde los árabes la bautizaron como al Qal’at ued-xira o también Qall’at
Yâbir. Y al final los sevillanos la conocen como Alcalá de los Panaderos.
Pues sí, Ordo Hinipense,
ciudad romana de la provincia Baetica.
Esta provincia debe su nombre al rio que la atraviesa, el río Baetis que
significa río grande, entiéndase el actual Guadalquivir. La provincia Baetica se extendía por la Andalucía de
nuestra época. Por lo tanto, por pura
lógica y atendiendo a criterios de sentimientos, todo aquel o aquella que haya
nacido en esta región del sur de Europa y no se considere Bético, es un
apátrida.