“La que hemos liado”. Así, simple directo y al grano como a mí me
gustan algunas cosas, recibo un mensaje en él guasa referente a la entrada anterior. ¿Quién me lo manda? pues
unos de los protagonistas de la susodicha historia.
¿A que ya la he jodido? me
pregunto mientras me tiemblan las canillas. Acompañando al escueto mensaje,
unos enlaces a foros de discusión del feisbu,
el tuiter, y otras cosas raras de
esas, a nivel nacional. Tela marinera de la buena, que diría mi padre. Pues sí, la que hemos
liado.
A ver si lo aclaro una mijilla. Publiqué la entrada, la de la
Solidaridad Anónima, con permiso de mi amigo J. (esta vez la intimidad y el
anonimato es importante). Él, fiel seguidor “anónimo” de esta su Bodeguita, la
enlazó en su página del feisbu. Y un
amigo suyo, y un amigo de un amigo suyo, y una amiga de un amigo de un amigo
suyo, y, así hasta más de ochocientos enlaces. Y ahora a mirar las estadísticas
del blog. Tres días tardé en bichear en los registros por miedo al resultado. ¡Más
de 20.000 visitas! ¡Joé la que hemos liado! ¿Y comentarios? Pufff, tela
marinera (de la buena).
En la plaza de abastos del
barrio, mientras aguardo en la cola de la pescadería a que me toque el turno
para comprar los mandaos que mi augusta esposa me ha encargado, escucho a las vecinas hablar de la entrada. Po mu bien, que lo recoja el ayuntamiento,
que ese pobre hombre lleva muchos años tirado en la calle. ¡Y la mierda que
siempre tenía alrededor! Desde luego, y con el frío que está empezando a hacer.
Yo, lógicamente más callado que una meretriz, asisto en silencio y temblando.
Si, temblando porque no me imagina la que habíamos liado.Y lo que son las redes sociales, me han parado por la calle gente que no conozco y me han dicho que han leido la entrada. ¿Como me habran reconocido?.De mi amigo J ni hablo, pero todo el mundo ha reconocido su iniciativa anónima.
¿La intención de la entrada
anterior? Simple, dar a conocer una iniciativa de una buena persona, como
muchas de las que nos cruzamos por la calle y no sabemos que tienen un peaso de corazón. Simple, porque en la
simpleza de los gestos está la grandeza del ser humano. Simple, porque cuando
te dan, metafóricamente, una patada en tus partes dolientes (aquí cada cual que
piense cuáles son sus partes dolientes), al menos por cinco minutos te hacen
reflexionar.
¿Cómo ha
terminado esta historia? Después de las más de 20.000 visitas, de los más de
800 retuiteos o refeisbueos, de que algún que otro medio de comunicación se haga
hecho eco del tema, este buen señor, él del cruce de la avenida de las Casillas
con la ronda Supernorte, no está. Se lo ha llevado el Ayuntamiento, la
Diputación, la Junta de Andalucía, el Gobierno de la España del Rey Nuestro Señor, o vete a saber
tú quién lo ha recogido. Solo espero que sepan cuidarlo y darle lo que
necesita.
Otra cosa, el refugio-tiendadecampaña-hogar, según me
dijo una persona del bar de enfrente, se lo llevó nuestra policía municipal.
Espero que para reutilizarlo en casos similares.
Para finalizar, ¿cuánto tiempo ha
transcurrido desde que este mamarracho publicó la entrada y “acogieron” a este
señor indigente? ¡Tres días! Cuando se quiere, las cosas se hacen bien.
Foto hecha el sábado (con el móvil) |