Resulta que durante esta semana
me toca trabajar en el turno de noche. ¿Qué significa esto? Pues que ando
obnubilado, que no descanso como me gustaría, que ni duermo por la mañana ni
duermo por la tarde, a lo sumo cuatro o cinco horas. Por otro lado es un peaje
que pago con gusto ya que soy un privilegiado que dispone de un trabajo estable
y, total, la semana que viene me toca de
tarde y la siguiente de mañana, y uno se acostumbra y … eso, que ando estos
días más atontado que de costumbre.
Bueno, aprovechando que mi
familia “disfruta” de mi presencia, a mi querida esposa no se le ocurre otra
cosa que mandarme trabajillos que un servidor va dejando pendiente para hacerlos… ahora, ahora.
-Anda, ya que son las ocho de la
mañana ¿por qué no te acercas y nos traes churritos?
-¿Por qué no arreglas el trastero
de la terraza y ordenas las herramientas?
-¿Has visto que hay dos azulejos
en la cocina que se pueden caer?
-¿Las macetas no hay que podarla
en esta época?
-¿Por qué no buscas las cajas del
portal de Belén?
-¿Por qué no dejas a los niños
que vean lo que quieran en la tele del salón?
-¿As medido la pared a ver si cabe la estantería que tú quieres?
-¿Vas esta tarde al Mercadona, mientras yo me quedo
charlando con mi niña?
-¿Por qué no te acercas a comprar
comida para el Quillo?
- ….
Todo esto y más, y yo sin dormir,
y yo si sueño, y yo diciendo esas palabras tan especiales que tenemos los hombres… ahora, ahora.
Ofú, que pesaita se pone “algunos días”. No puede esperar a que este libre por
las mañanas, o por las tardes, no, ella cuando estoy cumpliendo mis obligaciones laborales en el
turno de los vampiros y licántropos. Claro como
se hecha a dormir con el gato a sus pies y descansa toda la noche. Tú no
duermes porque no quieres –me dice con cara de chincharme.
Pero mira por donde, buscando una foto mía vestido de marinero para ilustrar una entrada, me topé con una reliquia que ella tenía guardada a buen recaudo. Esto lo utilizaré en su contra, pensé, seguro
que la utilizo, veras como me deja tranquilo al menos hasta el fin de semana.
-Anda, por qué no dejas de llorar
leyendo el periódico deportivo ese, si lo de tu Betis ya no tiene remedio.
Ahí me ha dado, y eso que es medio bética porque se ha criado al ladito del glorioso Estadio Benito Villamarín. Yo
era una niña muy linda y muy aplicada, me dice siempre. ¡Y mu canija! ¡Toma
reliquia!
Lurdita en el Colegio Padre Manjón en el año (no me deja decirlo) |
Que conste que con el tiempo ha nejorado mucho. Sigue siendo linda y aplicada, y muy pesada, y con una mijilla de
carnes más, y me pondrá a pan y agua durante una temporada (lo de pan y agua lo
entendéis ¿verdad?), y seguirá dándome la lata y yo diciendo eso de… ahora, ahora.
Pequeña aclaración: Mi
queridísima esposa ha visto la entrada antes de que yo le diera al botón de
publicar. Me ha mirado con ojos tiernos y me ha dado permiso a mostrarla por la
red de redes. ¿Con ojos tiernos?, no sé,
de momento “se ha perdido” una foto mía bañándome en la Rivera del
Hueznar cuando tenía 10 añitos. Menos mal que no tiene Facebook, ni Twitter, ni
nada de eso, creo.