Llegas a casa después de una
“dura” jornada de trabajo, te vas del tirón a la ducha, compruebas que la
botella de butano tiene suficiente cantidad para calentar el agua ya que
siempre se acaba cuando te estás duchando y al lío. Joé , no hay gel de baño. Gel
de baño de hombres que en mi casa tenemos de dos clases: el de mujeres y el de
hombres (cuidadito con usar los potingues de las féminas). Llamas a tu
sufridora esposa y esta, con su güasita sarcástica te contesta: -¡Niño! si no
tienes gel de baño con aloe vera y bífidus relajantes usa la pastilla de jabón
Flota, ¡el de toda la vida!
Pues sí, el de toda la vida. ¿Qué
no os acordais? A lo mejor en otros lugares del mundo no tienen la suerte de
conocerla, pero en mi desconocida España todo el mundo que tiene cierta edad,
seguro que se acuerda de ella. ¿Qué no? Haber:
No existía un taller de
reparación de coches, motos, bicicletas, frigoríficos, herrería, carpintería, o cualquier otro establecimiento
que tuviera o tuviese la necesidad de lavarse las manos, que en su lavabo no
apareciera la pastilla de jabón Flota.
Los mineros, mi añorado padre
entre ellos, se quitaban la mugre de la mina refregándose con ganas todo el
cuerpo. El olor a limpio cuando me cogía en brazos después de la dura jornada
lo sigo recordando.
Y en las casas de vecinos, en los
lavaderos, con sus pilas y restregadores, todas las vecinas tenían una pastilla
de Flota. Dale que te pego restregando durante muchas horas y hablando y
“criticando” sobre todo lo humano y divino.
En cualquier casa había una. ¿Su
uso?, múltiples. Lavar la ropa. Lavar el suelo. Lavarse las manos. Sacarte de
un atolladero cuando vas a una comunión y aparece una mancha de última hora.
Incluso hay quien las usaba para ahorrar agua y al mismo tiempo higienizar la cisterna
del inodoro; al fin y al cabo son 225 centímetros cúbicos menos de agua que se
gastaba y encima limpiaba cada vez que tirabas de la cadena. No voy a decir
nada de las “amenazas” de algunas madres: -¡como sigas diciendo palabrotas te
lavaré la lengua con la pastilla de Flota!
Mi Yaya (apodo cariñoso de mi tía
Monte, andaluza de pro, pero que vivió casi toda su vida en la magnífica tierra
catalana), a sus 91 años la sigue usando. -Carlitos, hijo, yo para lavar la
ropa uso jabón líquido, suavizante, activador y todos esos productos modernos
que existen hoy en día. Pero para los rincones uso la pastilla de Flota. ¡No
veas como se quedan de limpios! -Pero Yaya, ¿no me digas que te tiras al suelo,
con tu edad, para limpiar los rincones? –Po claro sobrino ¿por qué te crees que
está tan limpio el suelo?
Bueno, que la pastilla de Flota se
sigue fabricando (doy fe de ello). Mejor, se sigue haciendo. Ahora viene con un
traje de plástico que la envuelve, cosa de las normas
internacionales. Y con una etiqueta a través de la cual nos enteramos que,
entre otras cosas, contiene tensioactivos no iónicos, policarboxilatos,
zeolitas, tensioactivos aniónicos, perfumes y blanqueantes ópticos. Más o menos
lo que yo digo: ¡un cuarto de kilo de jabón de toda la vida! Y encima patrocina al Equipo
Paralímpico Español.
Quien te ha visto y quién te ve
Pastilla de Flota, perdón, Detergente Multiusos.
Ahora os dejo, que resulta
que mi amigo Luismi tiene una reunión de comunidad el próximo día 31 de Octubre,
coincidiendo con que han organizado una fiesta de disfraces para ese día. Es
que por lo visto es “jalogüin”.