La primera vez que escuchamos
nuestra voz, en una grabación sonora o en una película, no nos reconocemos. Por
lo visto es debido a que estamos acostumbrados a escucharnos desde el interior
de nuestro oído o desde lo más profundo de nuestra cabeza. Algo de eso he leído
por algún sitio. Nuestra voz, desde el
exterior, nos resulta chocante, rara y a casi nadie nos gusta. Además, estamos
familiarizados con ese sonido con él que llevamos conviviendo muchos años, me
refiero al sonido interno, y es nuestro, de toda la vida ¡que puñetas!
Bueno, a lo que iba. Hace tiempo,
Maribel, una amiga de mi mujer (que daño nos hacen las amigas de nuestras
novias y, peor aún, las amigas de nuestras esposas) le dijo a mi querida
sufridora que se acordó de mí. Que estaba en un ascensor y resulta que la voz
que sonaba era la mía. Miró a su marido y le dijo aquello de parece que Carlos,
el marido de Lourdes, es él que está hablando.
Pero aquí no queda la cosa.
Mercedes, otra amiga de mi mujer (si una amiga de tu mujer te hace la pascua,
dos ni te cuento) le comentó lo mismo.
¡Niña! ¡Niña! ¡Qué Maribel tiene razón! Que la voz que suena en el
ascensor del tanatorio es la de tu marido.
¿He dicho ascensor del tanatorio?
Pues sí, justo eso. La voz que suena en el ascensor del tanatorio de San
Jerónimo de Sevilla, el de Servisa, el que está junto a la fábrica de Renault,
es clavaíta a la mía. Eso dicen las dos buenas amigas de mi mujer y “amigas” mías
también y lo han corroborado un montón de conocidos nuestros. -Siempre que me monto en el ascensor del
tanatorio me acuerdo de ti. Po sube y baja por las escaleras, son mamón, les
suelo contestar yo.
Hace unos días, acompañando a
familiares nuestros en estos trances tan duros que se suelen pasar en este tipo
de instalaciones, no me pude resistir. Voy a escucharme, a ver si es verdad lo
que dice la gente.
Y allí estaba un servidor. CERRANDO
PUERTAS. SUBIENDO. PLANTA PRIMERA. PUERTA ABIERTA. Tres o cuatro veces repetí
la situación. Planta baja y primera planta. Mi mujer me miraba con cara de
“cada día estas más tonto”. -No le des más vueltas, cariño, que es tu voz la
que suena. -Po ya la podían haber puesto en los ascensores de un centro
comercial ¡coño!
Ya sabéis, si alguna vez, espero
que pocas y muy tarde, os montáis en el ascensor del tanatorio, acordaros de
vuestro humilde servidor. Si por un instante os reconforta “escucharme”, ya me
doy por satisfecho y perdono al buen señor o señora que decidió poner mi “voz”
en ese impersonal y frio ascensor.
Otra cosa, si escucháis “mi voz”
es señal que estáis todavía por aquí ¿verdad? Pues nada, a disfrutar.
¡¡ Llevátelo a papel !!
Ja ja ja ja ¡si es que lo tuyo no tiene remedio! ya, con ésto ¡hasta me creo lo de la Mónica!.
ResponderEliminarA mí me recuerdas a mi hermano, porque lo que le pasa a él no le pasa a nadie, pero ¡además! la forma de contarlo... ¡primitos hermanos!.
Llevo unos días bastante duros y cansados, pero leerte y cambiar de humor ha sido todo uno.
Un BESAZO.
P.D....En un tanatorio...ja ja ja...¡no podía ser en otro sitio!
naranjito seguro fue mi maquillador el que puso tu voz en el ascensor jajaja
ResponderEliminarque buenas historias las tuya Naranjito¡¡¡
te abrazo
Ay, Naranjito cuanto te sgradezco esta entrada que has hecho hoy. Estaba yo sabandeando melancolicamente, tristonamente, y vi tu entrada...ja ja ja...me has alegrado la tarde, mil gracias.
ResponderEliminarEspero no tener que ir al Tanatorio para conocer tu voz, me conformaré con leer tus palabras.
Francamente entiendo tu enfado...¡un tanatorio...ya te vale!
Besotes.
Es muy cierto eso de que al escucharnos a nosotros mismos no nos reconocemos. Cada vez que yo me escucho en una grabación me espanto: me da la sensación de que tengo voz de corneta. Pero creo que es preferible eso a tener voz de ascensor, y para más señas, de tanatorio, jajajajajaaaaaaa
ResponderEliminarEn mi vida escuché semejante cosa...
Naranjito, me hiciste llorar de la risa.
Un gran beso.
A veces oigo naranjitos... a veces :-) ah, es verdad, que no he oído nunca tu voz jajaja
ResponderEliminarGrácias Tortu, lo de la Mónica te permito que no te lo creas (mi neurona tiene mucha imaginación e ilusiones, jejeje); pero lo del ascensor es real, me cachi en diez.
ResponderEliminarMe alegro de que disfrutes con mis historias.
Un saludo.
Querida abuela Argentina, espero que no sea TU maquillador, por lo menos durante muchos años, el de otros pero no el tuyo.
ResponderEliminarYo si que te abrazo a tí.
Susana, mira que hay sitios para escuchar mi voz. Será ¿por lo sério que soy?
ResponderEliminarUn abrazo.
Querida Liliana: mi voz me suena a "mira el nota este lo esaborío que es". Bueno haré gárgaras para que se me aclare un poquito.
ResponderEliminarUn beso desde el otro lado de la mar océana.
Querida Ana, espero que no la escuches nunca en ese "curioso" lugar.
ResponderEliminarUn día grabaré lo de "Sevilla tiene un color especiá..." haber como suena.
Un abrazo Alteza.
¿ Esa profesión, esta bien paga ?
ResponderEliminarjajaja no podía ser de otra manera...
ResponderEliminarAhora si, ya he colgado el sábado...., ya peudes entretenerte con mis andanzas por las tierras del sur ajajaja
Naranjito:
ResponderEliminarDe aquí a nada te veo cantando el himno del Betis musho Betis eh eh eh.
Saludos.
He quitado el Nº 13 de los comentario que estaba cuando iba a poner el mio.
ResponderEliminarY era para comentar lo del tanatorio.
Que no, que no sigo.
Chao.
Genial naranjito jajaja… Solo hubiera faltado que cuando la voz terminara de decir “primera planta, abriendo puertas” tú siguieras…venta de flores, candelabros, crucifijos, esquelas…Como en los grandes almacenes.
ResponderEliminarUn abrazo
Naranjito, ha sido bonito el conocerte.
ResponderEliminarTe deseo todo lo mejor
manolo
Hago muchos programas en Radio Chipiona, pero nunca los vuelvo a escuchar porque me da vergüenza no por lo que digo sino por mi tono de voz, tiene toda la razón, pero lo del tanatorio no tiene nombre... un saludo.
ResponderEliminarnARANJITO, ESPERO TODO VAYA BIEN Y QUE SEA PEREZA EL QUE NO PUBLIQUES NUEVAS ENTRADAS.
ResponderEliminarSaludos de manolo
Jops, estoy pasando una mala racha, demasiados amigos que cruzan para el otro barrio, pero todas las veces he ido al tanatorio de la SE-30, de hecho sólo he ido al de SERVISA una vez creo, pero en cuanto se encarte, espero oírte… jejejejeje, que cosas…
ResponderEliminarPor cierto, yo tenía un cutreprograma de radio y de verdad que era tortuoso oírme… lo que pasa que quería hacerlo por corregir fallos y demás, pero vaya telita escucharme con la voz de cazalla que tengo cuando no me escucho yo…
Kisses
Pedro, ni un duro me han pagado. Ni siquiera por los derechos de voz.
ResponderEliminarUn abrazo.
Maria Eugenia, tú lo has dicho: no podía ser en otro lugar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Manolo: Lagarto, lagarto.
ResponderEliminarUn saludo.
Grácias amigo José, me has dado una idéa para un futuro negocio.
ResponderEliminarUn saludo.
Grácias Mamé, pero por lo menos la radio es un lugar más agradable.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hombre Manolo, que bueno tenerte de vuelta. Más que pereza es un poquito falta de tiempo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Querida Gatilla, no será para tanto lo de tu voz. Al menos tu escribes tela de bien y seguro que eso compensa.
ResponderEliminarUn kiss para ti tambien.
Jajajajajajajajaja, hijo mira que donde te ha puesto (supuestamente)...
ResponderEliminarTe estarán dando la tabarra continuamente.
Un abrazo
Jajajajaja, hacía tiempo que no me reía tanto leyendo algo y créeme que me hacía falta. Genial, Naranjito, enhorabuena, y un abrazo. ¡Estoy loco por ir al Tanatorio! (de visita, claro)
ResponderEliminarQuerida Verdial, "afortunadamente" no visitan este lugar tan a menudo.
ResponderEliminarUn saludo.
Luismi, mejor nos vemos en el bar del Felix. ¿no? y de camino escuchas mi voz diciendo eso de : Quillo, llena aquí.
ResponderEliminarUn saludo.