Aprovechando que estoy embalo, y
que el ordenador me ha dado una tregua y no me sale la pantallita azul, quiero
seguir con lo de simple de la entrada anterior. Al grano.
Dicen que de tal palo tal
astilla, o eso de dichosa la rama que del tronco sale. Esto último se lo he
escuchado a una señora de bastantes años, ochenta y bastantes para ser exactos.
Y la astilla en cuestión es mi hijo. Vamos a ver lo simple que es el niño.
Pues resulta que mi churumbel el
mayor utiliza un artilugio para relajarse. Nos sentamos a ver una serie de
televisión y se pone manos a la obra. A ver, lo de “ver una serie de tv” tiene
su pequeña guasa. El niño, para practicar el inglés, no se le ocurre otra cosa
que bajarse (si, ¿qué pasa? yo veo series bajadas de interné, ¡y en HD! ¿Algún
problema?) las series que él consideran que son interesantes y que tiene una
trama lo suficientemente atractiva para echar un rato delante del aparato ese
que tenemos en un lugar privilegiado de nuestros hogares. En versión original
pero con subtítulos, menos mal. Gracias a estas series, mi hijo practica el
english y yo practico la lectura rápida y, de paso, hago ejercicios oculares. ¡Qué
movimiento de pupilas tengo ahora!
¿Qué artilugio utiliza mi hijo? ¡El
dado de Rubik! Sí, ese dado de colorines que hace unos años, bastantes, nos
traía a todos de cabeza. Muy simple, se trataba de, a base de giros y giros de
sus caras, volver a poner en orden todos los colores. En una cara el amarillo,
en otra el verde, en otra el naranja, y así hasta completar el rompecabezas.
Yo lo conseguí una vez. Fue
gracias a un amigo del cuñao de mi
compadre, que tenía escrito en un papel cuadriculao,
los giros y las vueltas que había que darle al puñetero cubito de las narices.
Entonces no había interné ni nada por el estilo. Él que tenía la solución era
el puto amo.
Bueno, que aquí estamos los dos “disfrutando”
de True Detective o de The Newsroom y mi hijo dale que te pego con el dadito de
las narices. ¿El dadito? Atención a la foto:
Foto mía, ¿adivina con qué? |
Vale, el de la izquierda él que
yo hacía. El de la derecha…
-Papá, que es igual. Lo único en
que se diferencia es que no tiene colores, que son tamaños.
-Lo que tú digas, carne de mis
carnes, ¿eso cómo se hace?
-Fácil papá, tienes que utilizar
una secuencia de algoritmos del método de Friedich…
Mu bien churumbel, tu sigue con tus algoritmos, que yo intentaré
enterarme de lo que dicen la Penny, el Leonard, el Howard, el Koothrappali y
todos los frikis del Big Bang Theory. Todos los frikis menos mi niño ¿vale?
¿Qué no se puede hacer el dado?
Po claro que si, a continuación la prueba:
Foto desenfocá, uff que mareo de daditos de las narices |
Es que mi churumbel el mayor sale
a un servidor. Es mu simple.
D.E.E. (Después de Escribir Esto me he acordado de:)
- Mi niño sale a mí. Es
inteligente.
-Y lo de los algoritmos esos es
por deformación profesional (¡niño estudia! termina ya la carrera que hacen
falta buenos ingenieros)