En la entrada anterior comentaba
de pasada que tenía que ir al Colores. Para los que sois de Sevilla os habrá
resultado un tanto chocante tal atrevimiento por mi parte, pero como la mayoría
de mis ilustre visitantes no conocen algunos de los lugares “típicos” de esta
bendita ciudad pasaré a explicar brevemente las características de este
establecimiento.
Según me cuentan, repito, según
me cuentan, dicho local es un lugar donde se acercan muchos hombres a tomarse
una copita y admirar la belleza de cincuenta mujeres de todas las nacionalidades, que
curiosamente lucen sus esculturales cuerpos, según me dicen, en ropa interior o
en ausencia de esta. Incluso me comentan que en la planta de arriba existen
habitaciones en las que vete tú a saber que cosas pueden hacer estas féminas.
Recordareis que hace algunos años
pillaron al ínclito hijo de una tonadillera sevillana saliendo del local con una cara de tonto, incluso más de la que tiene habitualmente.
Bueno, pues el otro día, un buen
amigo me comentó, con un poquito de ironía, que en un local del edificio del
mercado de abastos de nuestro barrio iban a abrir un Colores. Me dejó perplejo
porque lo primero que se me vino a la cabeza es que era demasiado fuerte poner
un lupanar en un barrio y encima en el centro neurálgico del mismo. El
atrevimiento de este mundillo llegaba demasiado lejos. Le pregunté a mi amigo
donde estaba exactamente para curiosear un poco desde el exterior, repito,
desde el exterior.
-¿Te acuerdas de la primera
tienda de veinte duros que abrieron cuando nuestros hijos eran pequeños?, Pues
justo ahí. Los antiguos dueños no han podido con la competencia venida de
oriente y han decidido alquilar el local.
El sábado pasado por la mañana,
armado de mi cámara, fui a vichear un poco por la zona, acompañando a mi esposa
que casualmente tenía que comprar
varios “mandaos” en la plaza de abastos. La dejé dentro del mercado y
furtivamente conseguí la correspondiente foto del Colores, porque existir,
existe, doy fe.
¿Lo veis? Pues sí, es El Colores.
Una frutería autoservicio como si fuera un Carrefú cualquiera y encima regentada por chinos. Y digo yo: ¿en qué momento se
le ocurrió al director de marketing de la nueva verdulería este nombre? ¿No
sabes, mi querido chinorri, lo que es el Colores en Sevilla? ¿Tú sabes, mi
querido oriental, el cachondeo que tienen todas las mujeres del barrio cuando
dicen eso de me voy al Colores? ¿Pensaste por un momento en que cuando la
policía siga con el trabajo de erradicar esta lacra que es el proxenetismo, tu
local estará en la lista? Colores, ¿Cómo se te ocurre ponerle este nombre a una
frutería?
En fin, yo seguiré comprando en
la frutería de mis amigos Juanjo (enganchado al apalabrao) y Rocío; que por lo menos le pusieron un
nombre más adecuado: La Repera. Mi mujer, que no es la de la foto, le dirá al frutero eso de "Juanjo pon me un cartón de güevos de los que tu sabes que me gustan". Claro que un servidor, que tampoco soy el del chandal del Sevilla F.C. (¡enseguía!), con la educación que me caracteriza, cuando voy a comprar le digo eso de "Frutera, ¿como tienes las peras hoy?.
Naranjito:
ResponderEliminar¡Como para que se le suban a uno los colores y las calores, jejeje!
Salu2 colora2.
Tranquilo Dyhego, al lado del Colores está la Caixa, que ya se encargará de bajarnos los sofocos, digo los colores.
EliminarUn saludo verde.
naranjito!!!!,lo has "bordao"...escribir como escribes tu es tener arte,y lo demás son tonterias!!!! viva tu y la madre que te parió!!! saludos del frutero que tiene los huevos que a tu mujer le gusta,y de la frutera que sabe como tiene las peras,jajajaja. te pagaré invitandote a una cerveza en nuestra niña Antonia. ;-)
ResponderEliminarTomo nota, frutera. ¿Te parece bien el lunes?, pues no se hable más.
EliminarUn beso y un abrazo para mi frutero español de Dos Hermanas.
jajaja, ni idea de lo de Colores.., yo habría imaginado una tienda de juguetes o un local para niños ajajaj.
ResponderEliminarMaria Eugenia, para que veas, es una frutería (lo del put.. tambien, según me cuentan)
EliminarUn abrazo.
Pues yo tampoco lo sabía (es lo que tiene no vivir en Sevilla).
ResponderEliminarPor cierto, esa frase de "¿Cómo tienes hoy las peras?" ¿en qué Colores la dices?
Bueno yo vivo en Sevilla y lo sé de oída. Por cierto lo digo en colores afrutados.
EliminarEn la entrada anterior me imaginé algo parecido... que mal pensado soy, un saludo.
ResponderEliminarNo eres malpensado Mamé, simplemente inteligente.
EliminarUn abrazo.
Yo creo mi querido amigo Naranjito, que ese frutero oriental, sabe más que nosotros, pues sabía la publicidad gratuita que tendría, poniendole ese nombre.
ResponderEliminarA que ya lo habías pensado?
Saludos, manolo
Y no te cuadres cuando hables conmigo. Tu sabes que soy muy sencillo y campechano. ¿Descanse!
No si al final los chinos serán los amos del mundo.
EliminarUn saludo, mi oficial.
Yo esperaba que las 50 chicas extranjera, lucieran sus trajes regionales y no los de Victoria Secren o algo asi.
ResponderEliminarGracias por vichear, un verbo en proceso de extinción.
A las del Colores no melas imagino vestidas de lagarterana.
EliminarUn abrazo, choquero.
Jajajaja, muy bueno Naranjito. Eso sí, como dice más arriba Manolo, el oriental se está dando muy buena publicidad. Eso sí, habrá que ver cuando le pregunten qué es lo que vende, de qué forma dice en Español "fruta", pues como pronuncie mal la puede liar. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea.
ResponderEliminarhttp://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/
Pepe, esta gente aplenden hablal en clistiano antes que nosotlos nos demos cuenta. ¿Fluta balata dicen? !no saben ná!
EliminarUn abrazo.
Naranjito amigo.Genial y desternillante como siempre.Y el comentario de Pepe Lasala pá enmarcarlo, porque el chino la lia seguro.Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarPaco, si ya la lió. ¿es rentable una frutería en un edificio donde hay 20 más?
EliminarUn abrazo.