Ná, que pongo un circo y a las jirafas se les inflaman los ganglios,
seguro. Ahora ya podemos salir con
cierta normalidad a la calle a disfrutar de lo que cada uno disfrute. Por lo
menos en Sevilla que hemos sabido engañar a las autoridades competentes o, más
bien incompetentes, y estamos en la Fase namber
güan.
Llevo una semana deseando poder salir a la calle sin ese
sentimiento de culpabilidad que te eriza la piel como si estuvieras haciendo
algo malo. Las pocas veces que he salido por causa mayor, o sea, a hacer los mandaos que me encarga mi querida esposa
cuando ella no tiene ganas de salir, lo he hecho con todas las medidas de
seguridad que aconsejan las autoridades sanitarias. Guantes de nitrilo, de los
azules, mascarillas desechables de las que te las enganchas a las orejas y
pareces el padrino de Dumbo y zapatitos ligeros para no entretenerte más de lo
debido.
A partir de hoy ya cambia la cosa, o no, que también puede
ser.
Resulta que llevo unos cuantos días con el índice de ácido
úrico que tenemos que tener, elevado a los cirros, cirroestratos y
cirrocúmulos. O sea, por las nubes. ¿Consecuencia? Po que tengo la rodilla derecha hinchada como una pelota de esas
que nos llevamos a la playa para joder a los vecinos de toalla pero sin él color azul y las letras blancas.
¿Qué me siento? me duele y tengo que levantarme. ¿Qué me
levanto? me duele y tengo que acostarme. ¿Qué me acuesto? Me duele y tengo que
sentarme. Y así cuatro o cinco días. Si no me explico bien lo diré de otra
manera: gota. Ahora se entiende ¿verdad? Vale, la gota la puede producir una
ingesta exagerada de marisco, pero no es el caso. La última vez que comí gambas
creo que fue o en navidad o en la Feria. En navidad fueron poquitas y en la
Feria, bueno de Feria este año no hablamos.
Pero hoy ya estoy bien, me siento y no me duele, me levanto y
no me duele, me acuesto y me aburro y me voy a la calle. La gota ha durado el
tiempo justo para permitirme recobrar la cotidianidad. Para permitirme
disfrutar de la calle. Pero la calle no es la misma, hay, o al menos yo lo
noto, algo extraño en el ambiente. No es la misma.
A ver, he salido para colaborar en las cuestiones de avituallamiento
doméstico. He comprado cuatro kilos de patatas, cinco plátanos, tres cebollas,
una lechuga y se me han olvidado los ajos. Salgo de la frutería y cojo el
camino más corto para regresar a casa. Y aquí viene el problema, llego a casa.
¿Qué es lo que me pasa? ¿Cómo es que no tiro por la calle de
la derecha y me encamino al punto de reunión habitual con colegas y foráneos?
Hoy puedo hacerlo. Hoy puedo ir al bar habitual para, junto con el “cabesa”, el
“canijo”, el “gordo” y el “litri” solucionar los problemas del mundo mientras
degustamos una cervecita fresquita y un platito de chochos (altramuces, no
pensar en otra cosa).
Pues no, aunque parezca mentira no se me ha ocurrido, ni me
han entrado ganas, ni me apetecía, ni creo que sea oportuno. Tengo que estar
fatal. Deseando encontrarme con la gente en una terracita, en una barra, bajo
un toldo y no soy capaz de hacerlo.
Creo que necesito ayuda psicológica o psiquiátrica. Creo que
no estoy bien del coco. ¿Cómo es que no me apetece pasar un ratito chiquitito
en un bar? Esto debe ser una consecuencia del confinamiento. Pero ¿Cómo es
posible que de un día para otro me encerré en casa sin problemas y ahora no soy
capaz de salir? ¡A un bar! Yo que dice mi mujer que tengo que tener acciones en
la Cruzcampo.
Espero que sea pasajero, que la Fase namber güan sea un calentamiento para la namber
tu. De momento me sigo quedando en
casa hasta que me diagnostiquen que es lo que tengo. Mientras tanto el
“cabeza”, el “canijo”, el “gordo” y el “litri” pueden ir solucionando los
problemas sin mí.
Es verdad, la foto. No tiene nada que ver, es de una rana en
el arroyo Tagarete, en el Parque Miraflores. Vale, que sí, que lo sé, que estoy
fatal. Pero poco a poco, de aquí al verano, creo que me curaré y podré decir
eso de:
—Quillo, ponme una cervecita.
¡¡ Llevátelo a papel !!
Después de dos meses aun puedo esperar...
ResponderEliminarYo también y además es lo más sensato.
EliminarSi re sirve de algo, yo estoy igual que tú.
ResponderEliminar¿con gota? ¿fatal? ¿confinada? o lo que es peor ¿confinada voluntaria?
EliminarÁnimo que ya nos queda menos.
ess que lo ilógico sería la revés, no tomarse en serio las cosas y pensar que ya todo pasó. Nosotros estamos en cuarentena total todavía y me parece perfecto. Ya se que no voy a tomar bus/colectivo para ir a trabajar e iré caminando que puedo. ya pienso en eso je...
ResponderEliminarsolo espero que no me traicionen las rodillas como a vos ja... saludos
La rodilla ya la tengo bien lo que no llevo bien es lo de mis congéneres. No sé que nos hace falta para aprender.
EliminarSaludos.
Para mí que va a ser como una especie de rebeldía: "Pues ahora que me dejáis, no quiero yo".
ResponderEliminarSi lo haces voluntariamente tiene más valor y encima ayudas a que esto pase pronto.
EliminarTambién soy y me está pasando como a ti. La calle no es la misma, en Madrid seguimos en la 0 y ver los cierres echados, pintadas por todas las partes, ni un alma sonriente, las mirada recelosa tapada como en mi tierra mora. Que no, que vuelvo mal y cierto es que la mente nos está pasando factura a algunos.
ResponderEliminarEl cuanto al ácido úrico, no solo es el marisco, también las carnes rojas, come pescadito que es muy sano. Si no baja la inflamación, puede que tengas algo de seroma ( líquido sinovial) retenido y tendrán que infiltrar o tomar antiinflamatorios. Todo menos dejarlo. Levanta la pierna, descanso y no cargues peso.
De nada Charles, no cobro,
Lo tengo controlado, lo de salir también. O sea, que no salgo. Ya tengo experiencia con la gotita y mi querido galeno me dio las indicaciones de lo que tenía que hacer y comer. Aparte de una pastillita que me quita el dolor y me baja la hinchazón. Pero los dos o tres días no mes los quita nadie. Muchas gracias por la teleconsulta médica. A final va a ser cierto que es el futuro de la medicina.
EliminarBesos agradecidos
El que suscribe, mientras no pueda tomarse una caña de cerveza de grifo,( eso de una es un decir), en una terraza mirando al mar, esto de las fases le importa un pimiento.
ResponderEliminarEl tomate, tampoco es bueno para la urea,
Me refiero, naturalmente, a esa fruta-hortaliza que tan rico está con aceite y sal.
Saludos.
Pienso lo mismo aunque no sea mirando al mar. Si queremos normalidad esperemos a la normalidad.
EliminarLo del tomate y tomo poco, bueno cuando me traen de los Palacios me paso una mijilla.
Saludos.
Espero que te animes pronto. Un beso
ResponderEliminarAnimado estoy pero es salir a la calle y se me caen unos lagrimones como bellotas a ver lo tonto que podemos llegar a ser.
EliminarNos va a costar retomar las costumbres, pero cuando empecemos no habrá quien no pare. Me has recordado al blog de mi amigo Antonio, su blog se llamaba Tagarete, pero ya no publica, cuando trabajaba y viajaba lo hacia ahora jubilado se ha cansado. Abrazos
ResponderEliminarConozco el blog de Tagarete. Toma su nombre precisamente del arroyo que pasa por el parque Miraflores y que antiguamente bordeaba la Fábrica de Tabacos (hoy Rectorado de Universidad de Sevilla) y desembocaba junto a la Torre del Oro.
Eliminar¿Te has dado cuenta que por aquí también se aprende geografía e historia?
Un abrazo.
Yo creo que el subconsciente nos cuida, y cuando los riesgos pueden ser aún mayores que los beneficios hace algo para evitarlos. Sólo es una hipótesis, que experta no soy y no hago diagnósticos, jaja.
ResponderEliminarNo desesperes, tan sólo es el primer día de la fase 1. También a eso hay que acostumbrarse.
Besos
Ya me quedo más tranquilo. Pensé que no volvería a reunirme con los colegas de bar para solucionar lo del mundo: mañana lo intento otra vez, lo juro.
EliminarSaludos.
¡Hola, Naranjito!
ResponderEliminarEn primer lugar decirte que no eres el único que pasa por ese "trance" de incorporarte a la realidad. Personalmente tampoco me apetece, puesto que por el aumento de contagios en mi país, especialmente en mi ciudad, el presidente decretó dos semanas más de cuarentena, bueno casi ya sesentena a este paso.
Gracias a Dios ayer por el día de la madre, fue la excepción, hasta pude disfrutar con gusto una cervecita. Me olvidé de todo. Jijijiji. Como bien dices el día de las madres, debe ser todos los días.
Por otro lado, respecto a tu salud, cuídate mucho, que habrá tiempo luego para:
_ Quillo, ponme una cervecita.
Cuídate mucho.
Un abrazo. 😉
Hola Nuria, lo bueno, por llamarlo de alguna forma, que tienen los países donde ha llegado el virus más tarde es que pueden "copiar" lo realizado en otros lugares y valorar los resultados. Aunque vista la experiencia que tenemos por aquí me parece que nuestros gobernantes no se enteran o no quieren enterarse, que esa es otra.
ResponderEliminarLa verdad es que no tengo prisas por lo de la cervecita, se que no me fallará y siempre me estará esperando.
Saludos
Es una situación que no habíamos vivido nunca y nos deja descolocados, en Madrid aun no nos han levantado el arresto, será que no hemos sido buenos. Esto pasará algún día.
ResponderEliminarA curarse de esa gota.
Un abrazo.
Yo no me creo que por aquí nos hayamos portado tan bien, pero bueno, hemos pasado de fase y ahora hay que mantener la situación.
EliminarLa gota bien, gracias. Sería un fastidio que ahora no pueda tomarme una cervecita en la calle.
Saludos.
Pues a tomarse esa Cruzcampo en casa, nosotros somos más de Mahou y también nos las tomamos en casa, claro que estamos aun en la fase 0 y como sigamos así de tontunos no pasaremos de fase ni para el 2069. Por cierto la rana también tiene derecho aparecer en esta preciosa bodeguita, ya habrá tiempo de tomarse las birras con los colegas pero mejor despacio para no liarla.
ResponderEliminarCuídate mucho, besines utópicos.-
Nos la tomamos en casa como buenos y responsables ciudadanos. Y encima con moderación como debe ser. La foto de la rana es del año pasado. Esta semana me pienso dar una vuelta para ver como están los huertos.
EliminarBesos.
Vivo tan cerca de la playa que con lo de "sólo un km" puedo ir y venir cuatro veces. Y ya hace cuanto, dos semanas que puedo salir? mas o menos. Pues va a ser que no, que no salgo.
ResponderEliminarTemía haberme vuelto perezosa porque no quería volver al trabajo aún no habiendo cobrado nada del erte desde el 14 de Marzo. Resultó que tampoco.
Mi medico, en consulta telemática, dice que es miedo.
Trabajo en un restaurante y vivo casi en el Paseo Marítimo. Viendo la inconsciencia del personal no quiero que vuelva la tan ansiada "normalidad" y tenga que salir por pantalones.
Por ahora me quedo con la anormalidad de no poder salir, de tener que usar mascarilla para todo y de haber acabado con toda la crema de manos sequitas de tanta agua y gel hidroalcohólico.
Las Cruzcampo en casa. Sin gambas.
Cuídese caballero.
El bareto donde solemos parar no piensa abrir hasta la semana que viene como muy pronto. Y tiene espacio en la acera para poner veladores. Pero con muy buen criterio dice que primero es la salud de ellos y de los clientes. Otra cosa es la cuestión económica.
EliminarLas gambas de momento no las cato.
Abrazos.
Naranjito amigo, la verdad es que el ambiente en la calle esta raro , como si la tristeza o el aburrimiento flotara en el aire, aunque yo que , por lo del curro "indispensable" no he dejado de salir te puedo asegurar que con respecto a las primeras semanas del confinamiento, Sevilla parece una Feria,aquello era de autentica película de Terror,Lo que veo que os pasa a casi todos los amigos que comentáis lo ha definido algún "experto" como el Síndrome de la Cabaña.Bueno a ver si pronto sale el Sol para todos.Un abrazo.
ResponderEliminarHe leído por algún lado lo del síntoma ese y parece que es cierto. Pero creo que va a pasar como cuando todos salimos a hacer deporte como locos. Conforme pasen los días la cosa se normalizará. Pero si que hay algo triste en el ambiente.
EliminarUn abrazo.
Cómo estás Charlie?
ResponderEliminarAburrio. Pintando. Con brocha gorda. Sin salir.
EliminarMañana escribo algo.
De la gota ni rastro.
Espero que te animes pronto, Naranjito.
ResponderEliminarUn beso enorme.
Ya estoy animado, me dura poco él desánimo, ná cuestión de minutillos
EliminarUn beso.
Naranjito:
ResponderEliminarhay que comedirse un poco, ya llegarán tiempos mejores.
Salu2.
Tengo una paciencia infinita. Además, aunque parezca mentira, hecho de menos lo justo a la situación anterior. Bueno, lo justo lo que se dice lo justo, tampoco.
EliminarUn abrazo.
Lo que describes es muy común. Una de las cosas que se veía venir sobre el confinamiento es que algunos son susceptibles, en mayor o menor medida, a la llamada "cabin fever". Yo he intentado estar lo más tranquilo posible y entretenerme con lo que se pueda, pero vaya que ya espero se acabe.
ResponderEliminarCreo que cuando esto acabe,tarde, pero acabará, vamos a echar de menos lo de estar encerrados. O a lo mejor cambiaremos nuestros hábitos. Lo que si está claro es que ya hemos cambiado y yo creo que para mejor.
EliminarUn saludo.