Decía D. Francisco Palacios, más
conocido por El Pali, el trovador de
Sevilla, en una de sus múltiples sevillanas que: “Ya no pasan cigarreras por la
calle San Fernando, con flores en la cabeza y los mantones bordaos”. Y tenía
este buen hombre toda la razón. En la antigua Fábrica de Tabacos (os acordáis
del mito de Carmen), ahora se ven estudiantes que van y vienen al Rectorado de
la Universidad de Sevilla, cargados con libros de Derecho, Filosofía y Letras,
Ciencias,… Han cambiado las flores y los mantones de Manila por pantalones
vaqueros, pirsin, ojos enrojecidos por largas horas de estudios y la
preocupación lógica de ver los resultados de los exámenes.
Mira por donde, hace unos días
coincidí con mi amigo Luis Miguel en una
de nuestras “farmacias de guardia”. En la acera, bajo la sombra del oportuno
toldo, charlábamos sobre lo divino y humano, o quizá hablábamos sobres mujeres
o sobre futbol, no me acuerdo, pero como
son temas muy recurridos en las conversaciones varoniles, en eso estábamos. O
quizá estuviéramos hablando de esto de los blog, él tiene uno en la
“competencia”, en el Wordpress, con un estilo muchísimo más refinado que el de
esta Bodeguita y con más calidad. El bueno del Luismi, que es más
sagaz que yo, me hizo una observación mirando
al mostrador del bar.
-Mira Naranjito, sobre eso que
está en la ventana podrías escribir una de tus historias.
-¿Sobre el búcaro?
-Claro, pero di botijo que es como
lo conocen fuera de Andalucía.
Y tenía razón el bueno del
Luismi. Es que ya no se ven búcaros fresquito a disposición de los sedientos
lugareños. Para mí era una cosa muy normal porque estaba acostumbrado a verlo
en el alfeizar de tan distinguido bar, pero si nos paramos un ratito nos damos
cuenta que ahora utilizamos muchas botellitas de plástico para mitigar nuestra
sed en estos días del “puñetero” e interminable verano sevillano.
Donde esté un buen búcaro, de
buena arcilla de Lebrija, preparado convenientemente con su copita de anís
dulce la primera vez que se llena, que se quiten los frigoríficos, neveras o
cualquier artilugio moderno. Y encima reutilizable. ¡Y no consume energía!
-Quillo, Naranjito, en mi antiguo
barrio, cuando yo era un chaval, todo el mundo tenía un búcaro en su casa.
Entrabas con tus amigos y lo primero que hacías era pegarte un buen chute de agua
fresquita. Ahora eso no se ve. Le abres el frigorífico y coges la botella de plástico
o de pet, que es más moderno, y a llenar los vasos del Ikea. Pero donde se ponga un buen búcaro que se
quite las botellitas modernas.
Le pregunté a la buena de Fama, ilustre, agradable, exótica y jefa de ese
Rincón donde nos lo pasamos tela de bien, el motivo de tan añorado artificio.
-Pues mira, es que ¿tú sabes lo
que es tener un bar justo al lado de una plazoleta donde juegan todo el día los
hijos de mis clientes? Vienen cada instante a pedirte un vaso de agua, ¡y no se
lo vas a negar! Además, que yo soy trianera
y en Triana de alfarería entendemos
un montón. Y te digo una cosa, ahí está el búcaro, para el
que quiera beber, ¡niño, por el agujero chiquitito que el grande es para llenarlo!
Nada, que no se ven
cigarreras con el mantón ceñido al talle, ahora utilizan uniformes que pone
Altadis, pero en El Rincón de Fama, tienen un búcaro, en la ventana, fresquito,
siempre lleno y encima, gratis.
NARANJITO:
ResponderEliminar¡Qué curioso! Un "búcaro" en Murcia es un florero: un jarron de cristal, más o menos estilizado, con panza, para las flores.
Al leerlo, claro, lo primero que me viene a la cabeza es un jarro de flores, jajaja.
En lo demás, bingo, el agua del botijo es fresquita. En mi casa tenemos uno y me echo buenos tragos.
Salu2 botijeros.
Que bueno Naranjito.Y para bucaro blanco, como bien dices los de Lebrija.
ResponderEliminarLos coloraos, de la tierra de Barros, de Extremadura.
Y que bien sabían las "Tallas" de barro blanco de los puestos de agua, por los Jardines y los cercanos a los cines de verano.
Muy Bueno Naranjito, un Saludo.
Yo lo conozco como botijo... recuerdo que cuándo yo vivía en Guadalajara, en el colegio de procuradores teníamos uno... quién sabe, a lo mejor siguen teniéndolo... a mi me encantaban.. siempre me ha gustado el dieño... vaya usted a saber porqué
ResponderEliminarQue arte naranjito.Bucaro o Botijo fresquito para esta entrada tan refrescante. Un abrazo
ResponderEliminarMi querido Naranjito, es verdad que se ha perdido tan divina costumbre, la del botijo (yo no soy andaluza y no sabía eso de el búcaro). Yo tuve el placer de disfrutarlo en mi infancia, en Málaga y era algo común eso de ir a la casa del cualquier vecino y pedir agua y te dieran el botijo...y qué rica sabía el agua.
ResponderEliminarBesotes
Vaya con el idioma, que usamos el mismo pero a veces no nos entendemos. Ni idea de lo que era un búcaro, Naranjito, por estos lares se llama vasija (o eso creo) porque es más un elemento de decoración hoy en día, que un recipiente para beber. Siempre aprendo algo nuevo en tu bodeguita :)
ResponderEliminarMe encantó la historia.
Besotes.
Como no soy andaluz, no tenía ni idea de lo que era al principio jaja. Al irlo leyendo me di cuenta.
ResponderEliminarMuy buena entrada.
Un abrazo !!
Dyhego, pero lo principal era la preparación del búcaro, había que hecharle una copita de anís dulce la primera vez que se llenaba, !la de peleas por pegarle un trago.
ResponderEliminarSaludos mesié ( yo fuí de los de 2 horas).
Manolo ¿Esos eran los búcaro de verano y los de invierno? Creo que era por lo que tú comentas , por el barro del que estaba hechos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Maria Eugenia, los procuradores siempre han sido muy "listos". Botijito fresquito,
ResponderEliminarUn abrazo.
Grácias Paco, Todavía tengo uno guardado por mi casa. Tengo que sacralo un día de estos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Querida Susana, búcaro o botijo, llamalo como quieras, pero es uno de los inventos más práctico que existen. Ya lo comenté: no consume energía, es recicable, y lo principal: !funciona!.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qierida Liliana, esta es la grandeza de nuestro idioma: tan igual y tan diferente.
ResponderEliminarComo siempre es un placer hablar con vos. ;)
Un abrazo.
Grácias Luis, me has dado un idéa para una nueva entrada, La Real Fábrica de Tabacos (donde trabajaba la archifamosa Carmen la Cigarrera) es hoy el rectorado de la Universidad de Sevilla. !la de paralelismos se puede sacar de esta
ResponderEliminarcoincidencia!
!Chócala!, lo digo por tu juventud.
Naranjito, este año para Reyes me regalaron un piporro, que es como lo llaman en la sierra de Huelva y es rojo, el de aquí, de Almonte se llama búcaro y es blanco, yo prefiero el rojo por lo de la nostalgia de la niñez y éso.
ResponderEliminarTraía el librito de las instrucciones, el modo de empleo, vamos, ja ja y me hizo más ilusión que cualquier otro regalo.
Seguí el ritual del anís y tiene un agua ní fría ni caliente que ¡me encanta!.
Lo de las bicis, ¡son guais!, así no perdemos el norte.
25 euros me ha costado arreglar la de mi hija para que se la lleve a Sevilla.
¡¡Ufff!! como me enrrollo, tu hijo me va a llamar la atención, ¿eh?.
¡Que gusto pasar por tu casa y encontrarte!. Mil besos y un abrazo.
Querido amigo, muchas gracias por escribir aquello que te sugerí compartiendo una cerveza, y enhorabuena, por lo acertado de post (¡bien escrito!) y por el coliderato, que espero dure poco (jajajaja). un abrazo.
ResponderEliminarP.D.: Aquella tarde hablábamos de lo humano, que es donde mejor nos manejamos. Lo divino, si acaso lo hablamos ya en el más allá, pero tú pagas.
Naranjito amigo.En mi barrio de Triana, cuando era niño, cada taberna, cada bar, en la esquina del mostrador tenia un búcaro, con su agua fresquita; recuerdo que en la boca grande le ponían como una tapaderita de crochet, supongo que sería para que no le entraran moscas.Y de nuestro Betis bueno que me dices, de categoría.Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarpues por aqui los tenemos de arcilla roja y negra, son poco los lugares donde se encuentra ésta última...
ResponderEliminarcomo dice mi amiga Liliana G. solemos llamarlos vasijas, cacharros, potiches.
y búcaro, también le llamamos al florero
saludos Naranjito, amigo mio
Querida Tortuga, yo tambien prefiero los rojos y por el mismo motivo. Y por mi hijo no te preocupes, tovía tiene pendiente hacerme una reforma decorativa en "La Bodeguita", así que cuendo me vé enrollandome me dice: Tu sigue escribiendo que ya te modificaré el blog, un día de estos.
ResponderEliminarUn saludo.
Grácias Luismi, las musas aparecen en el lugar mas insospechado, la inspiración es otra cosa, pero de los Maestros se aprende.
ResponderEliminarY sobre el Coliderato no te comentaré nada hasta que seamos líderes en solitario, ¿que nó? al tiempo.
Por cierto, ¿no estaríamos hablando de las humanas? Es que no me acuerdo muy bien.
Bueno, vé pidiendo que ya veremos quien paga.
Un saludo.
Triti, y que me dices del artilugio para tapar el pitorro chico. Todos tenían una cigüeña. !Y eso sí que es un misterio para que lo investigue el Iker Jimenez! ¿Que puñetas tendrá que ver una cigüeña con un búcaro?.
ResponderEliminarSobre nuestro Betis, que quieres que te diga, ya habrás visto el comentario de mi amigo Luis Miguel, que es del otro equipo de la ciudad, !estan asustaitos perdíos!.
Un saludo y a por el objetivo, despues a disfrutar.
Querida Abuela, en Sevilla un búcaro de arcilla negra sería la repera. Aunque con la cantidad de superticiosos que hay por estos lares, ¿quien sería el que se atreviera a usarlo?
ResponderEliminarUn abrazo.