cartel de la exposición |
Hace unos días hablaba de la dualidad sevillana y se me olvidó una que, al principio del pasado siglo, tenía a nuestros abuelos enfrascados en arduas discusiones. Yo no soy muy taurino, los toros me gusta verlos en las dehesas correteando, de lejos, y solo pendientes de sus yerbas y de sus vacas, pero mi compadre sí que es admirador del arte de D. Ignacio Sánchez Mejías (para quién no lo sepa: Ignacio Sánchez Mejías, gran presidente del Real Betis Balompié, fue mecenas de artistas, amigo de García Lorca, miembro de la generación de 27, actor de cine, autor de obras de teatro, un montón de cosas más y… torero). Y de toreros va la cosa.
-Bueno compadre (¿por qué nos llamamos compadres si no somos
padrinos de nuestros hijos?), anda, vente conmigo que te voy a llevar a un
par de exposiciones.
Y el Naranjito de exposiciones
culturales como buen sevillano, de adopción, pero buen sevillano. Y ¿dónde me
llevó mi compadre? A dos sitios dos. Uno el Espacio Santa Clara, junto a la
Alameda de Hércules sevillana, otro, el Castillo de San Jorge, junto al
Altozano trianero. Dos espacios, una misma exposición, ¿Cuál? “Joselito y
Belmonte, una revolución complementaria”.
¿Qué hace el Naranjito hablando
de toros? De toros no, de toreros. De dualidad sevillana (que pesaito soy con la dualidad sevillana).
Uno, de Sevilla, otro de Triana. Uno de la Macarena, otro de El Cachorro.
Amigos fuera de la plaza, pero en cuestiones “laborales”, enemigos. La gente de
la época se dividía en Gallistas o Belmontistas. Una época de rivalidades
culturales y políticas. Es lo que había.
Mientras por las ventanas de las casas salía el olor al puchero aguao que duraba en la olla varios días,
en la calle no se hablaba de otra cosa que de las faenas que hacían los
diestros por las distintas plazas. En Sevilla existían dos, la Monumental y la
Maestranza. Se luchaba por entrar en la modernidad, se preparaba la Exposición
del 29, pero no se quería salir de las tradiciones y costumbres. Dos opciones
dos, o eras de José Gómez Ortega “El Gallo” o de Juan Belmonte “El Pasmo de
Triana”.
Y ¿qué muestra la exposición?
Pues cosas cotidianas, cuadros, fotos, grabados, libros, carteles, pinturas,
objetos, trajes. Me he enterado un poco de historia, ayudado por mi compadre
que se compró el catalogo y es un apasionado de los toros. Me he enterado de la relación de estos
señores con Valle-Inclán, con Hemingway o con Chaves Nogales. También me he
enterado (no soy capillita) que la
Macarena se vistió de luto tras la muerte de Joselito o que la Esperanza de
Triana tiene una saya realizada con el bordado de oro de un traje de luces de
Juan Belmonte. Incluso he visto un capote de paseo que ha estado muchos años en
la Scala de Milán, seguro que en Las Bodas de Fígaro se lo han puesto muchas
veces.
¿Lo que más me ha llamado la
atención? La pistola con la que Belmonte se quitó la vida. Cuenta la leyenda,
que la seriedad del diestro trianero era debida a que su amigo murió en la
plaza y el no, ¿sería por eso que apretó el gatillo?
A nuestras santas, sufridoras,
pacientes y guapísimas esposas, les debemos una vista al evento (tenemos hasta
el 15 de Diciembre). Tampoco son aficionadas al toreo, pero de camino las
invitaremos a una de croquetas caseras en la antigua casa Ovidio, muy cerquita del
Espacio Santa Clara, para después tomarnos una de pescaito frito en Casa
Manolo, al otro lado del rio, en pleno Triana, duales que somos.
Y lo último que me he enterado:
resulta que yo creía que el nombre del barrio donde vivo, Pino Montano, era por
ocupar los terrenos del cortijo del mismo nombre, propiedad del mencionado D.
Ignacio Sánchez Mejías. Pues no, según
nos hemos enterado durante la visita, el insigne torero se lo compró a
su cuñado Joselito el Gallo; el mundo es un pañuelo.
Antes de dejarme en casa, mi
compadre me preguntó:
-Tú de quien eres ¿de Joselito o
Belmonte?- Si, algunas veces sale con preguntas tan inteligentes y rebuscadas.
-Mira compadre, después de lo que he visto, el Gallo tenía pinta de
dandy, sin embargo Belmonte tenía cara
de estibador portuario. Me dejas en un mar de dudas duales.
Por cierto, se me olvidaba, para
una vez que salgo resulta que me dejo la cámara de fotos en casa, y el móvil escacharrao.
¡¡ Llevátelo a papel !!
Aun recuerdo a Belmonte sentado en la terraza (en la acera) de aquel Bar en la Campana, donde tenía su tertulia.
ResponderEliminarBuen Relato, me ha gustado y mucho como lo has escrito.
Saludos, manolo
Gracias Manolo, Hoy no podría estar un personaje popular sentado tranqilito en plena calle.
EliminarUn abrazo.
Hombre, en Sevilla, siempre tenéis dónde elegir.
ResponderEliminarAunque bueno, ahora pensándolo más detenidamente, no sé yo si eso es una ventaja, eh? jajajaajaja
:)
Besos, Naranjito!!
De ventaja nada, Lourdes, si no eres de una parte o de la otra, eres un bicho raro.
EliminarBueno, bichos raros somos un montón.
Un besote.
Ésa es la ventaja (entre otras muchas, tó hay que decirlo) de Graná: Que todos vamos a una. jejejejeej
EliminarDe todas formas, tb te digo que no hace falta ser un sevillano "des-posicionado" para ser un bicho raro... Si lo sabré yo. jajaajajajaja
Más besos!!
Chico cada día dá más gusto leerte. Bss
ResponderEliminarGracias María Eugenia, con comentarios como el tuyo le entran a uno ganas de otra entrada.
EliminarUn abrazo.
Buen relato. Para que luego digan que los toros no dan de sí.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias Miguel. Sobre todo el mundo que los rodeas. Y repito que no soy taurino.
EliminarUn saludo y pasate cuando quieras.
Eso está muy pero que muy bien, visitar exposiciones.
ResponderEliminarYo me estoy aburrando por momentos.
Salu2, Naranjito.
Hoy, pa variar, echaré unos vítores ar Betis.
De exposiciones y gratis (por lo menos para los sevillanos)
EliminarOjú, pensaba que el saludo sería : Salu5.
acaba de terminar el partido con los colchoneros
Amigo Naranjito, dos figuras importantísimas no solo en el toreo, sino en toda la sociedad de una Sevilla cuanto menos singular.Aprovecho para recomendarte que profundices tambíen en la vida de Rafael Gómez Ortega, "El Gallo" hermano mayor de Joselito, otro personaje interesante y sabio donde los haya, con decirte que le decian "El Divino Calvo".Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Triti, ahora me entero de donde biene el mote de un compañero de curro al que llamamos precisamente así. Veras cuando se entere que el primer Divino Calvo fue El Gallo.
EliminarUn abrazo.