Obsolescencia programada es un
término técnico con el que quieren justificar la mala leche que tienen los
fabricantes de productos tecnológicos. Ahora los cacharros y vehículos duran el
tiempo necesario para que termines de pagarlos, después a tomar viento fresco y
otro nuevo.
Resulta que el ordenador que
utilizo es heredado de mi hijo. Cuando se le quedó obsoleto, después de muchas
horas de “estudio” y miles de kilómetros, me lo largó a mí. Claro que antes lo
había dejado “nikelao”, quitando y borrando miles de programas y “aplicaciones
técnicas”. Yo más contento que una paloma en el patio de una residencia de
ancianos hasta que hace unos días “sansacabó”. Mi churumbel mayor me hizo un
apaño. -Papá la batería está “fastidiá”,
así que utilízalo directamente enchufado a la corriente. Y no metas deuvedeses
que no furula la unidad lectora. También le he puesto pasta térmica que le
hacía falta.
¡Ea! Ya estoy otra vez aporreando
el teclado pitufo y pensando que a la batería del coche le queda un mes para que
se le acabe la garantía (obsolescencia programada = dentro de dos meses me veo
comprando otra).
¿He dicho que el ordenador lo
heredé de mi hijo? Vale, el teléfono móvil también. Un “peazo” HTC Desire de
los primeros que salieron. ¿Aplicaciones? todas, el güifi, el güasa, la
linterna, el despertador, el gepeese,
el guglemap y así una jartá, hasta cámara de fotos. Pero
resulta que mi contrato matrimonial, sin posibilidad de divorcio hasta el 13 de
noviembre, con mi compañía suministradora de servicios móviles es de lo más
bajito que hay. No es ni cachalote 20, ni pez espada 14, ni marmota 19. Creo
que es gamusino 7. Y encima todos los meses no llego al consumo mínimo y me
sobran dos o tres euros. Así que de conexión a interné ná de ná.
Ahora bien, en la intimidad de
casa me conecto a través del güifi y
no veas la de mensajitos güaseros que
recibo, sobre todo de mis amigos palanganas cuando mi equipo (el Real Betis
Balompié, por supuesto) sale a juagar con la caraja1 habitual.
Entre mi hijo y el buen uso que
le doy a los aparatos, hemos conseguido que se fastidien los fabricantes y
prolongar la vida útil de los chismes que nos hacen la vida más comodona. Ahora
puedo retomar La Bodeguita, con mi celular encima de la mesa por si me llaman.
Mi querida esposa me dice que recoja, que ponga el mantel que vamos a comer.
Yo, complaciente retiro el portátil, con el cable de alimentación, el cable con
el ratón (el touchpad es chiquinino y mi dedo anular casi no cabe), el cable
con los auriculares y el teléfono. ¿El teléfono?
Ochenta centímetros de caída libre. La tapa posterior intacta. La pantalla
táctil…
La mujer del Naranjito dixit:
¿Obsolescencia programada?, tú lo que tienes son las manos de trapo, que te has
cargado el móvil de tu hijo. ¿Y ahora como te vas a despertar por las mañanas?
¿Eso tiene arreglo? A tu hija ni se te ocurra pedirle el móvil viejo. Lo que me
faltaba este mes con los gastos que tenemos con las puñeteras matriculas. ……
Voy a cortar porque mi sufridora
lleva tres días dándome fuerte y creo que todavía me queda una semana de
escucharla.
1. Estar acarajotado, estar
ausente, torpe, no enterarse de nada (cosasdeandalucia.com)
Los "programadores obsolescentes" deberían programarse para que se quedaran mancos al mismo tiempo que sus cacharros se estropean,hala.
ResponderEliminarSalu2, Naranjito.
¿Y si exisistieran los políticos obsolescentes? Lo malo es que el periodo de vida útil (inútil) sería muuu largo.
EliminarSaludos D. Dyhego
Vaya, parece que tu método funciona. Gracias.
ResponderEliminarAhora tengo que decir: thank you, mister little Orange.
You're welcome mister Dyhego, is a pleasure help you.
EliminarPá eso estamos.
Anda!! El móvil se ha suicidao!!!
ResponderEliminarVes? Al final es eso de lo que hablabas: obsolescencia programada, porque hasta la criaturica sabe cuándo se tiene que tirar de la mesa, porque "ya le toca".
jajjaajajaja
Besos, Naranjito!!
Si, Lourdes, pero en el momento menos indicado. ¿No se podía esperar a primero de mes?
EliminarUn beso.
obso que????
ResponderEliminarManos de trapo, María Eugenia, manos de trapo.
EliminarLo que se aprende contigo.
ResponderEliminarY lo que me alegras la Vida leyéndote.
Eres Genial Amigo Naranjito
Saludos, manolo
Gracias Manolo por los inmerecidos cumplidos.
EliminarUn abrazo.
Amigo Naranjito, aqui tu colega el TRITRI también pertenece al club de la HERENCIA TECNOLOGICA; el movil más antiguo, ese lo tiene el cabeza de familia, el ordenador más carca (por cierto ahora fastidiado, creo que la fuente de alimentción) pá el mismo.Y no veas lo que me cuesta adaptarme a lo nuevo. Aqui estoy con el pitufo teclado del fabuloso MAC, prestado a ratos por mi hijo, que por lo que estoy tardando parece que escribiera el QUIJOTE en lkugar de este comentario.De las CARAJAS del GLORIOSO mejor no hablamos que me entra la "depre".Un abrazo antiguo y verdiblanco apesr de todo.
ResponderEliminarTritri si es lo que tiene la edad. Bueno, por nuestros churumbeles CASI lo que haga falta. Y digo casi en mayúsculas porque el mío se está sacando el carné de conducir (ya era hora) y adivinas que coche utilizará? Me quedan dos telediarios para dejar de "disfrutar" del Logan.
EliminarDel Glorioso ... vamos a esperarnos una mijita para hablar.
Un abrazo.
Ya estoy de vuelta... poco a poco me iré poniendo al día, un saludo.
ResponderEliminarMamé esta es tu Bodeguita, sabes que siempre está abierta aunque el bodeguero la tenga desatendida ultimamente, no como El Chusco.
EliminarUn abrazo y a ponerse la pilas (de las buenas, de litio)