Así, del tirón:
<<Es un error no creer y una falta creerlo todo>>
(Fernando de Rojas)
Aquí está la prueba:
Imagen REFLEXiva |
A ver que cuento del Fernandito
de Rojas. Lo primero que no es un antepasado del sevillano Alejandro Rojas
Marcos y ni siquiera pariente de Luis Rojas Marcos, hermano del anterior y que
hace tiempo era el responsable de la salud mental de los habitantes de Nueva
York. Ser responsable de los colgaos
de la gran manzana sí que es un trabajo estresante. Vale, que no me enrollo, al
grano que después se hace mu largo.
Resulta que este señor nació en
Toledo y vivió entre los siglos equis uve y equis uve palito. Si no sabéis lo
que significa esto haber estudiado latín. El nota era judío y en aquella época o te convertías al cristianismo o lo tenías judido. La santísima inquisición andaba
en la búsqueda y captura de todo aquel que no seguía las doctrinas y órdenes
del gran Don Tomás de Torquemada, que por cierto, también era judío pero se
rajó y se pasó al bando del Papa de Roma. Abro paréntesis, como el Mossad lea
esto me veo con un problema gordo, cierro paréntesis. Pero que conste que el
de Rojas también se pasó al bando de los creyentes.
Bueno que el Nando este estudió
las cosas de los bachilleres en leyes en
la Universitas Studii Salmanticeinsis, lo dicho antes, haber estuidao latín. Llegó a ser alcalde de
Talavera, y escribió un libro, uno, él
de los líos del Calisto y la Melibea. A lo mejor escribió otros, pero en mi
extensa biblioteca no he encontrado ninguno con esta signatura. Y estaba
casado, ¿alguien lo dudaba? Y tuvo un hijo, que se sepa. Y cuando la palmó le dejó en herencia a su hijo su extensa
biblioteca de derecho y a la parienta los libros de literatura profana, me
imagino que el Decamerón y otras cosas por el estilo.
¿Y cuando se le ocurrió la frasesita? Po
vamos al lío. Un buen día del frío invierno manchego, él de Rojas, siendo
corregidor talaverano, llegó a su casa antes de lo previsto. Portaba una talega
más abultada de lo normal y con un tintineo metálico. Su esposa le preguntó que
eso que es, a lo que él le respondió que eran papeles viejos que tenía que
tirar y que sus adláteres estaban muy ocupados con los temas de la mesta, los
comuneros y esas cosas. Hijo, dijo su consorte, yo no me trago que te traigas
trabajo a casa. Tranquila, respondió el munícipe, que mañana nos vamos al
sastre y te compras unas buenas gorgueras, faldas, sobrefaldas, corpiños y
cofias. Y si te parece bien, vamos al orfebre y te compras el camafeo que tanto
te gusta. Gracias cariño, contestó la señora, hay que ver lo bueno que eres y
lo que te cunde el trabajo.
Que conste que esta historia pasó
en el siglo equis uve palito y cualquier parecido con la actualidad es mera
coincidencia. Mencionar al autor de La Celestina y su santa señora esposa solo me sirve para adornar un
poquito la reflexión de hoy. Pero no pienso pasarme a la sacarina, seguiré con
mis sobrecitos.
Muy acertada la frasecita, Naranjito.
ResponderEliminarYo tampoco soy de sacarina.
No conocía la frase y es una verdad como la catedral de Burgos.
EliminarMe ha gustado tu entrada Wikinaranjito, me he enterado de todo, yo sí estudié latín. Fíjate, con letras puras me fui a la medicina.
Saludos ya con frío.
Y ademas esta mu mala, no endulza nada.
EliminarUn abrazo.
¡¡ JAJAJAJAJAJAJAJA !!
ResponderEliminarmanolo
¡ Ah ! se me olvidaba. Ayer pasé po Pino M. y al pasar por los bloques amarillos, me dije .- Por ahí andará Naranjito -.
m.
.
Pues seguro que estaba, con el frío que hace cualquiera sale a dar una vuelta.
EliminarUn abrazo.
jajajajajajajaja
ResponderEliminarSí, sí. Seguro que todo fue así. Está basado en hechos reales, ya ves.
jajajajajajja
Besos, Naranjito!!!
Lo que yo te diga, me ha costado muchas horas de investigación y documentación, y cualquier parecido con la actualidad es ¡verdad!
EliminarUn abrazo.
Airblue: Miedo me da las recetas que escribes: "Aspirinum" "Iboprufenum magnus" ...
ResponderEliminarUn abrazo