Muchos de los que han tenido la
suerte de visitar mi ciudad y la mayoría de los habitantes de esta “muy noble,
muy leal, muy heroica, invicta y mariana ciudad de Sevilla”, desconocen uno de
los monumentos con más simbolismo que tenemos por nuestras calles. Ante la
fachada norte del actual Archivo de Indias, se encuentra una sobria cruz de mármoles rosas y grises. Es conocida
como La Cruz de los Juramentos.
Un poquito de historia, poquito
para no aburrir más de lo habitual. Resulta que hasta el final del siglo XVI
los mercaderes y comerciantes a gran nivel, colocaban sus trastos y cachivaches
en las gradas que existían y aún existen, entre la fachada de la Catedral y las
cadenas que la rodean. Un lugar céntrico y bien comunicado ideal para los negocios.
Pero tenían el problema de la inclemencia del tiempo. Cuando el frio y la lluvia
arreciaba se colaban dentro del templo dando lugar a disputas con el Cabildo.
Disputan que llevaron a un arzobispo a excomulgar a muchos de estos
comerciantes.
Todo esto llegó a oídos del rey
de la época, D. Felipe II, que, con su peculiar visión del cristianismo,
decidió “expulsar a los mercaderes del templo”. Este monarca encargó a su
arquitecto de cabecera, Juan de Herrera, él del Escorial, un edificio para
albergar a todos los negociantes de la época.
Hay que recordar que en aquellos años, Sevilla era la capital del mundo
de los negocios porque tenía el puerto exclusivo para el comercio con América. Expropiando y demoliendo unas viejas edificaciones ruinosas que había
entre la Catedral y el Alcázar, construyeron lo que en un principio fue la Casa Lonja de Mercaderes.
Pues nada, que ya tenemos un
edificio digno y ahora a seguir haciendo negocios. Bueno, ¿y la cruz objeto de
esta entrada? ¿Para qué servía? Pues nada más y nada menos que para cerrar los
tratos de palabras entre comerciantes. Aquí, tras un estrechón de manos, se
juraba el cumplimiento de los convenios entre compradores y vendedores que se
anticipaban a la llegada de barcos al floreciente puerto fluvial sevillano,
tratos que se cumplían a rajatabla porque para eso eran hombres de palabra.
Os preguntareis a que viene esto
que parece un reportaje del canal Historia. Pues porque digo yo que nuestros
electos políticos y políticas ¿sabrán ellos y ellas que el pasado 20 de
diciembre hicieron un pacto de juramento con todos nosotros? ¿Sabrán cumplir lo
prometido? ¿Sabrán mantener lo que han dicho? Ellos y ellas ¿saben lo que es un trato de
palabra? Sí, lo saben, pero seguro que ninguno ha dado un estrechón de manos de verdad a
sus votantes, mirándoles a la cara y diciendo eso de cuenta conmigo que no te
fallaré.
Bibliografía:
Foto: la he rebuscado por interné.
Díaz Buiza, Fernando. Itinerarios
Monumentales de Sevilla, Programa Cicerones de Sevilla. Sevilla, 1994, Área
de Juventud, Ayto. de Sevilla
Y mi extensa biblioteca
Nuestros políticos sólo saben arrimarse al sol que más calienta. ¿Decencia, honradez, compromiso, lealtad, mantenimiento de la palabra? Es como si les hablaran en chino. ¡Malditos!
ResponderEliminarLo peor es que entienden lo que les decimos, lo que pasa es que se lo pasan por el forro. Así nos va.
EliminarEstos no se juran ni lealtad , ni transparencias a ellos mismos.
ResponderEliminarY pobre del que crea lo contario, y es que a los hechos y pocos derechos que nos quedan me remito.
Besitos paisano
Permíteme que te felicite por tu entrada, ¡chapeau mon ami!, no tenía ni idea de esa cruz y ya la tengo.
EliminarEl broche final no ha podido ser mejor, ojalá se den un repaso a la historia y cumplan como los mercaderes... hacía falta una cruz de Juramento bien grande, pero para atarlos a ella.
Besos Naranjito.
Eso de jurar, aunque sean agnósticos no saben lo que significa.
EliminarUn abrazo paisana.
En esta puñetera ciudad hay muchas cosas como la cruz de la entrada, pasan desapercibidas pero con una mijilla de sentido común nos irían mejor las cosas.
EliminarUna cruz no sé, pero un buen alpargatazo les vendría bien a mas de uno.
Si se lleva una Cruz al congreso pa que juren se lía parda Naranjito, jajaja. Respecto a tu entrada, decir que el Archivo de Indias es una auténtica joya digna de visitar. Un fuerte abrazo y buen fin de semana. @Pepe_Lasala
ResponderEliminarPor aquí arriba he comentado que el concepto de juramento no lo tienen nada de claro.
EliminarTuve la suerte de conocer el Archivo de Indias por dentro, por cuestiones laborales antiguas, y tienes toda la razón. Es una pasada como dicen hoy en día.
Si al menos tuvieran una miaja de coherencia, pues mira... Pero es que ni eso.
ResponderEliminarBesos, Naranjito!!
¿Coherencia? esa palabra ni la conocen, con lo fácil que es.
EliminarEres un pozo de sabiduría. Creo que en vez de ir a ver al rey tendrían que pasarse por delante de la Cruz y darse la mano
ResponderEliminarUn pozo un taco de hondo y profundo, al menos eso dice mi señora esposa. Y saborío también. Pero el estrechón de manos es con nosotros, los españolitos y españolitas de a pié.
ResponderEliminarUn abrazo y a cambiar pañales.
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