Cuantas veces habré dicho eso de
que soy un sevillano raro, malaje, esaborío
y to eso. Y encima tengo un blog del
que presumo y donde, cuando puedo, cuento batallitas y tonterías. Prometo
cambiar, pero más adelante. Para resarcirme de todo eso, como buen sevillano,
hoy toca hablar de la semana más grande que tenemos en la Muy Noble, Muy Leal,
Muy Heroica, Invicta y Mariana ciudad, antaño conocida por Ispal, Híspalis,
Ishbiliya, Serva La Bari y ahora como
Sevilla.
¿Qué es la Semana Grande de
Sevilla? po la Semana Santa. ¿Y cómo
explico, si yo no soy capillita, lo que significa para un sevillano estos días?
Amo a vé, que yo no sea capillita no
significa que no sepa lo que es una revirá,
una túnica de cola o de capa, un antifaz negro, el ruan, un cinturón de abacá o
uno de esparto, una cruz de guía, una vara, un cirial, el incienso, una
trabajadera, un capataz, un patero, de costero a costero, el aguaó,
un candelabro de cola, los hachones, una banda de cornetas y tambores o
una agrupación musical, los que llevan varas o cirios, los que se abrazan a la
cruz, los que regalan cera a los niños, las madre de los niños y las dichosas
sillitas, la espera en una callejuela para ver aparecer un paso de misterio o
un palio, el sonido del silencio en la madrugá,
el repelús de un roce con los
respiraderos de caoba, el olor a azahar hispalense, la medallita que te da un
nazareno de ojos limpios tras un antifaz de terciopelo morado, una composición
de López Farfán o la Saeta de Machado/Serrat adaptada para acompañar a un Nazareno,
la mano de tu mujer agarrada fuerte a tu brazo cuando su hermandad gira para
embocar la calle Dueñas, … Bueno, pues a pesar de todo esto, no soy capillita.
Entonces, ¿Qué hago hablando de
Semana Santa? Por mis amigos, por mis
compañeros, por la gente de mi barrio en el Viernes de Dolores y por el gran
teatro de la vida. Porque la Semana Santa es también eso, un teatro vital donde
los gestos, la escenografía, la música, el sonido y el sentimiento están a flor
de alma, que no de piel. Es un día grande a este lado de la esetreinta. Día donde nos visitan o
mejor, nos acompañan, gente de todos los barrios de esta bendita ciudad. Día de encuentros, día de estar en la calle
con tus “hermanos”.
Mi particular Viernes de Dolores
comienza sobre las siete de la tarde, cuando desde mi terraza, tengo la suerte
de vivir en una de las calles del recorrido, escucho a la banda tocar la marcha
“Costaleros”. A esa hora ya sé que mi compañero y amigo el Pibe, me está
esperando en la esquina de los bomberos para ver la Hermandad acompañado de su
señora y su hijo Gonzalete. Él, que es tela de capillita, después se marchará a
ver la del Claret, la de Bellavista o la de Palmete. ¿He dicho que es tela de
capillita? ¡Si hasta “sale” en la Madrugá con un cirio color tiniebla acompañando
al “Señor de Sevilla”!.
Pero yo sigo en mi barrio, yo
sigo viviendo este día grande, viviendo la Hermandad de Pino Montano. Una
Hermandad que empezó en una clase de catequesis allá por el año 1981 y que gracias a la gente del barrio se
ha convertido en lo que es hoy en día. El Viernes de Dolores es una fecha
importante en el calendario de la Hermandad, hace su estación de penitencia por
nuestras calles, pero casi nadie sabe la labor callada y altruista que realizan
durante todo el año con obras caritativas y asistenciales. Y todo eso a pesar
de las penurias económicas que padecen las hermandades de barrio. La del mío es
una Hermandad de Vísperas, es decir, las que salen antes del Domingo de Ramos y
ni siquieran hace la Carrera Oficial, pero que también ayudan, porque lo tienen
escrito en sus Reglas, al prójimo más próximo.
Lo dicho, día grande para
disfrutar y para vivir. Para vivir porque de eso se trata, cada uno a su
manera, con recogimiento o con explosión
de sentimientos. ¿Y cómo termina mi Viernes de Dolores? Pues recogiendo a mi
sufridora esposa que estará con sus
amigas en una calle estrechita de Los Mares. Calle llena de primavera e iluminada
con la luz de la Luna y con las llamas de los cirios de los nazarenos con
túnicas con capas blancas y antifaz morado. Yo seré un sevillano raro y medio
agnóstico, pero la madre de mis hijos que es tela de jartible en materia cofradiera,
me enseñó hace años los misterios y los sentimientos de estos mágicos días.
Venga, ahora la foto de los dos
pasos de la Hermandad de mi barrio. Un poco chungas porque no tengo réflex y el
móvil está dando las boqueas. Pero si
queréis verlos de verdad, pasaros por
Pino Montano.
El paso de Misterio, Jesús de Nazaret |
El Paso de Palio, Nuestra Señora del Amor |
Espero que disfrutes de la Semana Grande y que haya pasión por doquier.
ResponderEliminarLa verdad es que yo disfruto de una manera muy rara, eso dice mi mujer.
EliminarUn abrazo.
buen gusto en la elección de mujer, eso ya dice mucho y bueno de ti ;) Feliz Semana Santa, estás en un lugar privilegiado para disfrutarla.
ResponderEliminarGracias Pilar, pero mi mujer muchas veces se arrepiente. Dice que soy saborío y malaje, y que no la saco a ver pasos. Como si ella necesitara a alguien para ver procesiones.
EliminarUn saludo y gracias de nuevo.
Pues sí, porque cultura cofrade hay que tener, aunque la Semana Santa ni fú ni fa, ¿no? A mí me pasa igual, pero claro, esto de vivir en el sur tiene estos "inconvenientes" en esta semanilla...
ResponderEliminarPero oye, que cada uno "procesiona" como cada uno quiere, porque yo lo hago de bar en bar cuando voy de tapas. jajajajaj
Besos!!
Yo también hago la "ruta de los sagrarios" como decía mi suegro, pero no es políticamente correcto hablar de estas visitas, que después me dicen de tó.
EliminarUn abrazo.
Yo soy tambieb muu sevillana pero nada capillita, de nada de nada.
ResponderEliminarY el viernes ya empieza el tema pq vivo en el cerro del aguila y mi arma como es el dia de la virgen ya empieza los modelitos las gentes arreglás, el postureo y mi terraza de bar donde tomo mi cafelito abarrotá ea. Que si viene el de palmete, que si sale la del barrio de atras, de delante, y la de la ciudad jardin...y es que llega el Domingo Ramos y ya estoy cansá...y como siempre llueve pues no cojo nada para irme a la playa y aguanta hermano, que me vienen la familia y amigos de fuera, todos partiendose el ''pesho'' por ver las cofradias y yo mu prepará con los itinerarios a repartir, mandandolos a que se busque la vida, ya que si vienen del norte y encuentarn esto que avces no lo encuentro ni yo, son mas que capaces de encontar las cofradias y cuando les digo en caso de perdida seguid a la multitud, es el mejor consejo que les puedo dar...oju que retahila que te he contao. Si es que....
Besitosssssssss