jueves, 17 de marzo de 2016

Viernes de Dolores, Vísperas en el barrio


Cuantas veces habré dicho eso de que soy un sevillano raro, malaje, esaborío y to eso. Y encima tengo un blog del que presumo y donde, cuando puedo, cuento batallitas y tonterías. Prometo cambiar, pero más adelante. Para resarcirme de todo eso, como buen sevillano, hoy toca hablar de la semana más grande que tenemos en la Muy Noble, Muy Leal, Muy Heroica, Invicta y Mariana ciudad, antaño conocida por Ispal, Híspalis, Ishbiliya, Serva La Bari y ahora como  Sevilla.

¿Qué es la Semana Grande de Sevilla? po la Semana Santa. ¿Y cómo explico, si yo no soy capillita, lo que significa para un sevillano estos días? Amo a vé, que yo no sea capillita no significa que no sepa lo que es una revirá, una túnica de cola o de capa, un antifaz negro, el ruan, un cinturón de abacá o uno de esparto, una cruz de guía, una vara, un cirial, el incienso, una trabajadera, un capataz, un patero, de costero a costero, el aguaó,  un candelabro de cola, los hachones, una banda de cornetas y tambores o una agrupación musical, los que llevan varas o cirios, los que se abrazan a la cruz, los que regalan cera a los niños, las madre de los niños y las dichosas sillitas, la espera en una callejuela para ver aparecer un paso de misterio o un palio, el sonido del silencio en la madrugá, el repelús de un roce con los respiraderos de caoba, el olor a azahar hispalense, la medallita que te da un nazareno de ojos limpios tras un antifaz de terciopelo morado, una composición de López Farfán o la Saeta de Machado/Serrat adaptada para acompañar a un Nazareno, la mano de tu mujer agarrada fuerte a tu brazo cuando su hermandad gira para embocar la calle Dueñas, … Bueno, pues a pesar de todo esto, no soy capillita.

Entonces, ¿Qué hago hablando de Semana Santa?  Por mis amigos, por mis compañeros, por la gente de mi barrio en el Viernes de Dolores y por el gran teatro de la vida. Porque la Semana Santa es también eso, un teatro vital donde los gestos, la escenografía, la música, el sonido y el sentimiento están a flor de alma, que no de piel. Es un día grande a este lado de la esetreinta. Día donde nos visitan o mejor, nos acompañan, gente de todos los barrios de esta bendita ciudad.  Día de encuentros, día de estar en la calle con tus “hermanos”.

Mi particular Viernes de Dolores comienza sobre las siete de la tarde, cuando desde mi terraza, tengo la suerte de vivir en una de las calles del recorrido, escucho a la banda tocar la marcha “Costaleros”. A esa hora ya sé que mi compañero y amigo el Pibe, me está esperando en la esquina de los bomberos para ver la Hermandad acompañado de su señora y su hijo Gonzalete. Él, que es tela de capillita, después se marchará a ver la del Claret, la de Bellavista o la de Palmete. ¿He dicho que es tela de capillita? ¡Si hasta “sale” en la Madrugá con un cirio color tiniebla acompañando al “Señor de Sevilla”!.

Pero yo sigo en mi barrio, yo sigo viviendo este día grande, viviendo la Hermandad de Pino Montano. Una Hermandad que empezó en una clase de catequesis allá por el año  1981 y que gracias a la gente del barrio se ha convertido en lo que es hoy en día. El Viernes de Dolores es una fecha importante en el calendario de la Hermandad, hace su estación de penitencia por nuestras calles, pero casi nadie sabe la labor callada y altruista que realizan durante todo el año con obras caritativas y asistenciales. Y todo eso a pesar de las penurias económicas que padecen las hermandades de barrio. La del mío es una Hermandad de Vísperas, es decir, las que salen antes del Domingo de Ramos y ni siquieran hace la Carrera Oficial, pero que también ayudan, porque lo tienen escrito en sus Reglas, al prójimo más próximo. 

Lo dicho, día grande para disfrutar y para vivir. Para vivir porque de eso se trata, cada uno a su manera, con recogimiento  o con explosión de sentimientos. ¿Y cómo termina mi Viernes de Dolores? Pues recogiendo a mi sufridora esposa  que estará con sus amigas en una calle estrechita de Los Mares. Calle llena de primavera e iluminada con la luz de la Luna y con las llamas de los cirios de los nazarenos con túnicas con capas blancas y antifaz morado. Yo seré un sevillano raro y medio agnóstico, pero la madre de mis hijos que es tela de jartible en materia cofradiera, me enseñó hace años los misterios y los sentimientos de estos mágicos días.


Venga, ahora la foto de los dos pasos de la Hermandad de mi barrio. Un poco chungas porque no tengo réflex y el móvil está dando las boqueas. Pero si queréis verlos  de verdad, pasaros por Pino Montano.

 El paso de Misterio, Jesús de Nazaret


El Paso de Palio, Nuestra Señora del Amor 




¡¡ Llevátelo a papel !!

7 comentarios:

  1. Espero que disfrutes de la Semana Grande y que haya pasión por doquier.

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    1. La verdad es que yo disfruto de una manera muy rara, eso dice mi mujer.
      Un abrazo.

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  2. buen gusto en la elección de mujer, eso ya dice mucho y bueno de ti ;) Feliz Semana Santa, estás en un lugar privilegiado para disfrutarla.

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    1. Gracias Pilar, pero mi mujer muchas veces se arrepiente. Dice que soy saborío y malaje, y que no la saco a ver pasos. Como si ella necesitara a alguien para ver procesiones.
      Un saludo y gracias de nuevo.

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  3. Pues sí, porque cultura cofrade hay que tener, aunque la Semana Santa ni fú ni fa, ¿no? A mí me pasa igual, pero claro, esto de vivir en el sur tiene estos "inconvenientes" en esta semanilla...
    Pero oye, que cada uno "procesiona" como cada uno quiere, porque yo lo hago de bar en bar cuando voy de tapas. jajajajaj

    Besos!!

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    1. Yo también hago la "ruta de los sagrarios" como decía mi suegro, pero no es políticamente correcto hablar de estas visitas, que después me dicen de .
      Un abrazo.

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  4. Yo soy tambieb muu sevillana pero nada capillita, de nada de nada.
    Y el viernes ya empieza el tema pq vivo en el cerro del aguila y mi arma como es el dia de la virgen ya empieza los modelitos las gentes arreglás, el postureo y mi terraza de bar donde tomo mi cafelito abarrotá ea. Que si viene el de palmete, que si sale la del barrio de atras, de delante, y la de la ciudad jardin...y es que llega el Domingo Ramos y ya estoy cansá...y como siempre llueve pues no cojo nada para irme a la playa y aguanta hermano, que me vienen la familia y amigos de fuera, todos partiendose el ''pesho'' por ver las cofradias y yo mu prepará con los itinerarios a repartir, mandandolos a que se busque la vida, ya que si vienen del norte y encuentarn esto que avces no lo encuentro ni yo, son mas que capaces de encontar las cofradias y cuando les digo en caso de perdida seguid a la multitud, es el mejor consejo que les puedo dar...oju que retahila que te he contao. Si es que....
    Besitosssssssss

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