Prácticamente estamos en Mayo y
desde la Feria no tengo abierta la Bodeguita. Ná, unos diillas
perdío pero aquí estoy, dispuesto a dar la brasa de nuevo. ¿Y de que
toca hablar hoy? Pues de una de las tradiciones más tradicionales que tenemos
por estos lares: la cría de los conocidos mundialmente por Bombyx mori. ¿Qué no sabéis lo que son los Bombyx esos? Pues los
gusanos de seda de toda la vida. Enga
que os pongo en antecedentes.
Resulta que estos bichos son
originarios de la antigua China de los emperadores y los tenían como uno de sus
máximos secretos de estado, pero un cuñao de Marco Polo se trajo un puñado
de huevos escondidos en la mochila cuando regresó de un largo viaje por Oriente
en siglo XIII. Ya está bien de antecedentes históricos que después la gente se
aburre, ahora la realidad.
En esta bendita ciudad tenemos
una jartá de tradiciones y costumbres
según la época del año. ¿Ahora que toca? Pues las Cruces de Mayo, las tapitas
de caracoles y cabrillas, las “primeras comuniones”, las escapadas a las payas
de Sevilla (Matalascañas y Chipiona principalmente) para coger bronce y lucir bodyguapo en las “primeras comuniones”
y, como es lógico los gusanos de seda. La primera foto:
Foto de mi amigo David M. |
Ahí están los tíos trapiñandose su majar favorito y único, las hojas de morera. ¿De
dónde cogemos las hojas de morera? Pues del árbol de la mora, ese que da esos
frutos tan curiosos y que mancha que da gloria. Un pequeño inciso que parece
que no viene a cuento: ¡me encanta que la gente se manche! ¡y tenga que lavar la
ropa!
Está claro que no habéis tenido
infancia si en vuestras casas no aperecía por estas fechas una caja de zapatos con
gusanos de seda. Tampoco sois buenos padres o madres si todos los días no
andáis buscando hojas de morera. En mi barrio tenemos la suerte de contar,
al otro lado de la ese30, con el
parque Miraflores y en este parque hay muchos árboles de estos. Pero hay que
tener en cuenta varias cosas, la primera: aligera en buscar las hojas que no
eres el único padre necesitado de echar
de comer a los bichos a diario. Te puedes encontrar que las mejores hojas
están a una altura considerable, y como te caigas… Una semana me estuvo
doliendo el pompis. Otra: procura
coger las hojas bonitas, verdes y limpitas. Desecha las que tengan rastro de
excrementos de gorriones, jilgueros, cotorras (en el parque Miraflores hay
bandadas) y, sobre todo, mirlos. ¿No sabéis como son las cacas de los mirlos?
Mejor, la pintura gris perla metalizada de mi coche sí que lo sabe.
Nada, que les echamos de comer a
diario y al cabo de diez días están gorditos y lustrosos y empiezan a hacer el
cascabullo. Por cierto, cascabullo,
aparte de ser la “cúpula” de la bellota, también sirve como sinónimo de
capullo, pero como vamos a tener elecciones dentro de ná, prefiero dejar eso de capullo para… Bueno, venga, sigo.
Esta también es de David M. |
Que tenemos los gusanos bien
lustrosos y haciendo el cascabullo, amarillo o blanco, da igual. En una buena
caja de zapatos de marca, nada de las babuchas que compramos en el mercaillo del
charcolapava. Al cabo de una semana y media sale la mariposa. Pero vaya
mariposa fea, tela de fea. Se empiezan a juntar por el culete, dos a dos y a la de ná,
empiezan a poner unos huevos diminutos. La palman,
es decir la espichan, retiramos todos los restos y a guardar los minúsculos
huevos para el año que viene. Tradición es también que tu madre o,
posteriormente, tu esposa guarde con primor esa caja llena de huevos de
gusanos. Y tradición es también, que cuando llega la época de la cría y
reproducción de los gusanos de seda, nadie se acuerda de donde está “la caja
llena de huevos de gusanos”. Tu madre o, posteriormente, tu esposa, se acuerdan, si si, se acuerdan
cuando la tiraron. Pero también es tradicional, en esta época del año, el amigo
cascabullo que te dice
--Toma compadre, que tengo una jartá de gusanos de seda. ¿Te vienes a
coger moreras? Después nos paramos a tomarnos una tapita de caracoles. Anda, no
seas saborío,
Nada, que me piro con mi compadre al parque para ayudarle en la búsqueda y recolección de hojas de Morus alba y si eso, el lunes comento algo sobre el día del trabajo o sobre el secreto de las tapitas de caracoles.
Nada, que me piro con mi compadre al parque para ayudarle en la búsqueda y recolección de hojas de Morus alba y si eso, el lunes comento algo sobre el día del trabajo o sobre el secreto de las tapitas de caracoles.
En mi casa teníamos una caja por cada hermano y no veas los piques
ResponderEliminarMe imagino la competición a ver cual hacía el capullo antes y salía la mariposa.
EliminarUn abrazo, David y gracias por la visita.
ResponderEliminarEstimado amigo Naranjito .
Veo que como la mayoria de los papás, te has comlicado la vida, con los Bombix mori esos que dices.
Antes les deciamos gusanos de seda, pero claro los hijos tuyos tienen Ordenador y los mios no todos, mejor dicho los menos, móvil.Yo iva por las ramas de las moreras al lado del Estadio para todos los deportes, en el que se habran jugado 10 o n 12 pa4rtidos en esos 16 o 20 años, desde que se ignauguró.
Ya no existiran ni los árboles de donde laS cogía.
Que te sea leve.
manolo
.
Manolo, yo no tengo gusanos este año. Mis hijos han madurado, creo. El que los tiene es mi compadre que es mu pesaito. ¿Te refieres al Estadio Olimpico?. Joé que pena de instalaciones. ¡Y lo que nos ha costado!
EliminarUn abrazo.
Te comprendo perfectamente. También hubo gusanos de seda en la casa y había que ir a traer hojas continuamente.
ResponderEliminarTambién tuve la suerte de vivir los últimos momentos de la cría industrial del gusano de seda. Mi abuelo tenía zarzos y zarzos enteros de gusanos. Y recuerdo también con nostalgia el desembojo de los capullos.
La modernidad, que se lo lleva todo por delante.
Salu2 sedosos.
Pues me has recordado mi infancia. Yo también los he tenido y durante años. En nuestro jardín había moreras, tapaban toda una valla que nos separaba del vecino. Recuerdo la caja de zapatos y los capullos amarillos y ¡rosas!, era raro , pero a veces alguna crisálida hacía uno rosa. A mi me los daban, nunca he guardado los huevos. Cuando pasaba el ciclo tiraba la caja. Ahora no sería capaz de tenerlos, no me gustan nada.
EliminarMentiría si digo lo contrario.
Un abrazo.
Nunca he visto la cría industrial de estos bichos. Aunque con la domestica, en su tiempo, ya tuve bastante.
EliminarUn abrazo.
Lo de capullos rosas no lo he visto. De lo que se entera uno. Yo solo conozco a uno que guarda los huevos de un año para otro. Ya hay que tener ganas.
EliminarUn abrazo.
A mi el año pasado me endiñaron una cajita y me hizo ilusión por revivir mi infancia, pero es que los niños de hoy en este caso niña son muy escrupulosos y le daba asquito... Y bueno me iba yo solita a coger moreras en la avenida de hytasa qué esta cerca de mi casa. Y la gente me veia cogiendolas y me miraban cómo extraterrestre, pero los mayores se alegraban y me ayudaban y repartir los gusanos y casi hice un club je je con ellos y quedábamos para coger hojas y después cafelito... Fue bonito pero me quedé sin gusanos pq mi hijita decía que le daba asco que nunca más. Hay que ver lo que cambian los tiempos.
ResponderEliminarBesitos
A mi el año pasado me endiñaron una cajita y me hizo ilusión por revivir mi infancia, pero es que los niños de hoy en este caso niña son muy escrupulosos y le daba asquito... Y bueno me iba yo solita a coger moreras en la avenida de hytasa qué esta cerca de mi casa. Y la gente me veia cogiendolas y me miraban cómo extraterrestre, pero los mayores se alegraban y me ayudaban y repartir los gusanos y casi hice un club je je con ellos y quedábamos para coger hojas y después cafelito... Fue bonito pero me quedé sin gusanos pq mi hijita decía que le daba asco que nunca más. Hay que ver lo que cambian los tiempos.
ResponderEliminarBesitos
Paisana, te contesto tarde. Creo que a estas alturas ya nadie tendrá gusanos de seda. Por cierto, por mi barrio ahora lo que hay son PULGAS. Y en un colegio.
EliminarUn abrazo
Qué arte, ésto me trae recuerdos de mi niñez, cuando me los traía mi padre y les daba morera pa comer, hasta que se hicieron capullo y mi hermana me los tiró. Buenos recuerdos Naranjito.
ResponderEliminarEso era infancia.
EliminarUn abrazo, Pepe
Pues como es normal, yo tb tuve gusanos de seda cuando era una criaja. Pero los críos de ahora no quieren ni verlos, ni tenerlos, ni cuidarlos... Demasiada responsabilidad, supongo. :)
ResponderEliminarUn beso, Naranjito!
Es que en el aifón seguro que tienen una aplicación para cuidarlos virtualmente. ¡Estos críos de hoy!
EliminarUn besote.
Es cierto, como dices, si uno no los ha criado, no ha tenido niñez ... ops, creo que mis hijos pequeños no los han criado, peeeeerooooo, ¿ponerme ahora yo a criarlos? Bufff, deja, deja.
ResponderEliminarEso sí, en mi casa se acababa la etapa de gusanos cuando moría la última mariposa.
¿Te has parado a pensar quién era el primero de daba los gusanos?
EliminarJoé que misterio.
Un saludo
Acabo de descubrir tu blog, me gusta mucho y ya tienes a otra seguidora, me quedo aquí...
ResponderEliminar¡Qué de recuerdos me traes! Por supuesto que de niña y jovencita crié gusanos de seda, y todo lo imaginable que se hacía en la Sevilla de antaño. me encanta las tradiciones nuestras y las he vivido intensa y felizmente.
En mi blog tengo recogidas bastantes, es muy diverso. Si te apetece, te invito a pasarte por él.
Desde Nervión, saludos cordiales.
Bienvenida mari carmen, pásate cuando quieras. Dentro de unos días hablaremos sobres los higos chumbos, que también son muy de aquí.
EliminarUn saludo.
ResponderEliminarMe has trasladado a mi infancia. Yo me subía a los árboles a trincar las hojas, he tenido grillos, también, tortugas, gato, y pajaritos y me lo pasaba en grande. Crecí, me casé y permití que mis hijos fueran sumando mascotas a las que yo ya tenía, siempre tuve y creo que tendré.
Hemos tenido cuatro hijos, te aseguro que no me he aburrido nunca, jaaaaaa
Un abrazo.