No sabía si llamar a esta entrada
“La grandeza del Futbol”, “La grandeza de Aitor” o “La grandeza del padre de
Aitor”. Al final cualquier título sería bueno, como es la historia de este
chavalín barcelonés de siete años.
Dejando a un lado los cracks multimillonarios, los medios de comunicación furboleros que solo tienen un monotema
de información, los aficionados
fanáticos y colgaos, que no tienen
otra cosa que hacer que desgañitarse gritando y vociferando domingo tras
domingo; dejando a un lado todo esto, quedémonos con la inocencia de Aitor.
Su padre lo llevó al campo de
Cornellà-El Prat para ver el partido entre el RCD Espanyol y el Real Betis
Balompié. Era la primera vez que veía un
partido de su equipo y eso se le notaba
en los ojos. Entre él y su padre demuestran la grandeza del deporte bien
entendido. A través de los ojos de Aitor
podemos entender porque unos cuantos chiflados
disfrutamos con el fútbol y el resultado del partido casi que da igual.
Con su cara y con sus reacciones
nos muestra todos los verdaderos sentimientos futboleros: pasión, nervios,
preocupación, alegría, decepción, contrariedad, ilusión.
A su lado su padre enseñándole
valores. "Con insultos no se llega a ningún lado, aunque sea al eterno rival".
Grande papá de Aitor, eres un taco de grande.
Ahora el video del programa "El Día Después". Como siempre
recomendado ver a pantalla completa.
Al final se van los dos,
decepcionados, como solo los Béticos sabemos decepcionarnos, pero me quedo con
las palabras finales.
-A veces se pierde. Hay que saber
perder.
-Ya, yo ya estoy acostumbrado, porque ya perdí varias
veces.¡¡ Llevátelo a papel !!
¡Pocos padres hay así, Naranjito!
ResponderEliminarSalu2 y me alegra, siempre, tu vuelta a la taberna.
Estos poquitos Padres consiguen que sus hijos sean Hombres de verdad el día de mañana.
EliminarUn abrazo y ya tengo las pilas recargadas.
Ese chiquillo si que sabrá afrontar con sentido común la vida, amigo Naranjito, porque esa sentencia final: "Ya, yo estoy acostumbrado, porque ya perdí varias veces" es Seneca puro con camiseta verdiblanca. Un saludo y me alegro leerte de nuevo.
ResponderEliminarCreo que Seneca nació en el Pumarejo. Y este niño tiene futuro.
EliminarUn abrazo.
De nuevo Blogger me la ha jugado. Imposible entrar en tu blog hasta ahora.
ResponderEliminarMe atreví a escribirte un correo pidiéndote ayuda para encontrar a Manolo el sevillano, llevo dos meses sin saber nada de él, el teléfono de su casa sin línea y no sé si le ha ocurrido algo, estaba muy enfermo.
Tengo solo nombre y apellidos y vive muy cerca de la estación de servicio
Sta Justa. Un abrazo y ojalá sepamos algo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQuise decir estación de tren.
ResponderEliminarDe nuevo Blogger me la ha jugado. Imposible entrar en tu blog hasta ahora.
ResponderEliminarMe atreví a escribirte un correo pidiéndote ayuda para encontrar a Manolo el sevillano, llevo dos meses sin saber nada de él, el teléfono de su casa sin línea y no sé si le ha ocurrido algo, estaba muy enfermo.
Tengo solo nombre y apellidos y vive muy cerca de la estación de servicio
Sta Justa. Un abrazo y ojalá sepamos algo.
He tenido problemas con correo, pero ya está resuelto. Ya te comentaré algo nada más me entere.
EliminarUn abrazo.
Ains, qué penica verle esa carilla. Pero oye, que para tener 7 años es un tío grande ya, ¿eh? ¿Y dices que todos los béticos sois así? ... Me mola, me mola... :)
ResponderEliminarAlgunos, poquitos, somos mas feillos, pero en el fondo somos todos iguales. Es que si no esto no tiene explicación. Me refiero a lo de ser Béticos.
EliminarUn beso.