Hola ¿Qué tal? ¿Bien? Me alegro.
Bueno que las cosas de informática, los ordenadores y los teléfonos modernos
que también hace fotos como si fueran una réflex están muy logrados. Pero nos
están controlando y más cuando el propio bloguer se vuelve un poco majareta y
no veas la que te lía. Pero ahora no es el tema, ahora toca comentar lo de la
inteligencia artificial.
A ver, que nos controlan lo sabemos
todos. Recibimos un montón de propuestas para “visitar” páginas según gustos y
necesidades. Tu pones en el buscador “como hacer espinacas con garbanzos” y
antes de terminar de escribir espi… ya tienes una jartá de videos con recetas, recomendaciones, legumbres, verduras y
bares donde te ponen unas tapitas de las buenas, grandes y baratitas. Nada, que
nos controlan de muchas formas.
Según mi churumbel el mayor, que es
él que sabe de esto y de otras muchas cosas, los algoritmos que se utilizan
saben más de nosotros que nosotros mismo. Bueno, todo bien hasta aquí. Antes de
seguir, que conste que a mí lo de los algoritmos me suena a logaritmos
neperianos, ¡qué trabajito me costó aprenderlos! Bueno, venga, sigo.
Resulta que yo soy un clásico, un
vintage. Mi hija tiene otra palabra para definirme pero, de momento, lo voy a
dejar pasar. Como soy un clásico tengo feisbu
(Facebook para los o las que no sabéis leer las cosas antiguas). Me hice la
cuenta por mis compañeros. Para saber de ellos, para comentar sus fotos, para
cosas del trabajo y así un largo etcétera. Los puñeteros algoritmos esos del feisbu te estudian y te recomiendan
“amigos” o “amigas” con gustos o inquietudes parecidas a las tuyas. Incluso te
recomienda “unirte a grupos para ayudar a establecer comunidades en torno a TUS
intereses”. Hasta aquí sigue la cosa bien, pero…
Yo soy como soy, ya no tengo remedio
y no pienso cambiar aunque mi mujer diga eso de “llevas una temporadita que no
veas”. Que mis gustos, sentimientos y aficiones son las de siempre. Que no
busco cosas nuevas, en todo caso novedades de lo que manejo o recordar tiempos
pasados y mejores, cosas de la edad.
A estas alturas todo el mundo debe
saber que en cuestiones futboleras soy Bético. Sí, de ese equipo que porta una
camiseta (o remera como dicen mis amigos argentinos) con trece barras
verdiblancas. El equipo que juega, día sí y día no, al final de la Palmera,
allí en Heliópolis, el equipo del manquepierda.
Eso lo tenéis claro ¿verdad? Y no doy mucha vara con el tema, bueno, a lo mejor
dentro de unos días una mijilla de
caña pienso dar. Al lío que me lío.
Captura de pantalla |
Señores, o señoras (según) del Facebook,
feisbu o como se diga, ¿Dónde está la
Inteligencia? ¿Dónde están los algoritmos? ¡¡Mentira!! ¡No existen! ¿A mí me
vais a venir con eso de “grupos que a lo mejor te interesan? Ofú, la que te voy a dar.
¡¡Te quié i llá!! (Traducción: ¡te quieres ir ya!) ¿Yo palangana? (traducción: ¿yo del
otro equipo de mi ciudad?) Ni mijita
(traducción: ¡Enseguía!)
Po eso
(traducción: Pues eso) que de inteligentes nada de nada. Que yo no interactúo
con los “otros”. Que sí, que tengo muchos amigos, compañeros, familiares y
allegados que son del otro equipo. Que sí, que casi todos son buena gente, que
los aprecios, los quiero y todo eso, pero de ahí a “sevillista hasta la muerte”
nada de nada. Además, como dice una canción que os la pondré el próximo día:
“hasta la muerte ni hablar, que es para la eternidad este amor en verdiblanco.”