Después de un montón de días sin poder utilizar mi viejo ordenador por “problemas técnicos” y gracias a que mi hijo le ha hecho una cura de urgencia y me lo ha dejado con servicios mínimos a la espera que pase la cuesta de Enero y, sobre todo la de Febrero, para poder sustituirlo por otro en condiciones, por fin puedo abrir de nuevo La Bodeguita.
No pude felicitaros el solsticio de invierno, ni siquiera la Navidad. Ni desearos una feliz salida y entrada de este al parecer, y según los mayas, el último año de la humanidad (no me creo ná). Tampoco pude disfrutar con vuestros blogs, pero a partir de hoy me pongo al día. Sobre la noche de reyes, como hace pocos días de ella, hoy me permitiré el lujo de presumir de los regalos que me dejaron Sus Majestades D. Melchor, D. Gaspar y D. Rafael (como D. Gaspar estaba con gripe lo sustituyó el día cinco el genio de las medias caída y el número 3 a la espalda).
Lo primero que me dejaron fue una colección de vales canjeables, cuando buenamente pueda. A saber:
Un vale canjeable para poder hacer el Camino de Santiago por la Ruta de la Plata. Comenzando en la puerta de Palos de la Catedral de Sevilla y terminando en la Plaza del Obradoiro. Camino a pie, con sus 26 etapas.
Un vale canjeable por un velero con el que surcar los mares del sur y llegar a Nueva Zelanda, el país que siempre quise conocer. De momento tengo el nombre para el velero: Lubricán. Este es el nombre de ese momento mágico que ni es de día, ni es de noche, ni siquiera de tarde. Ese instante en que la luz de Sol deja paso al embrujo del brillo de la Luna.
Un vale canjeable por un fiel mastín con el que perderme por la sierra y pasear entre encinas, alcornoques y bosque de galerías. Poder respirar el aire puro, escuchar los sonidos de la naturaleza y dejarme observar por la nobleza de la mirada de mi futuro perro.
Un vale canjeable por un caballo Cartujano de color tordo con el que pasearme al trote por una playa al amanecer del día, aprovechando la soledad de la mañana.
Y ahora la lista de lo que estaba empaquetado en lo alto del sofá:
Una camisa de mi talla de color celeste.
Una camisa de mi talla de rayitas de varios colores en tono pastel.
Un jersey de cuello alto de color azul marino, también de mi talla.
Un pantalón de pana finita, de color marroncito, pero, una de dos, o Sus Majestades barbudas que llegan del lejano oriente creen que sigo teniendo veinte años o me lanzan una indirecta para que pierda mi barriguita cervecera que tanto trabajito me ha costado conseguir. Bueno, tiene solución, (lo de la barriguita no) lo de la talla, la ayudanta de lo reyes ha quedado en conseguir una talla mayor que para eso tiene un vale.
Y ahora os dejo, que me toca esta semana el turno de noche y tengo que prepararme para el curro. Os prometo que la Bodeguita está de nuevo abierta para disfrutar con vuestras cosas y las de este vuestro humilde bodeguero.
¡¡ Llevátelo a papel !!
Me apunto a lo del Camino Santiago, está claro que Sus Majestades últimamente tienen acciones en alguna empresa de tejidos, porque para mi ha sido más de lo mismo pero de distintos colores.
ResponderEliminarQuiero mis valeeeeeeessssss!!!!!!!!
Grácias Mamé, pero parece que este año se han enfadado con las empresas de colónias porque no ha caido ningún botecito.
ResponderEliminarPor cierto, junto con los vales había un impreso de la bonoloto para que lo rellene, con un poquito de suerte...
La ilusión no hay quien me la quite.
Un abrazo.
Por fortuna has vuelto, esto estaba soso sin ti. En el castillo no nos quedan puestas de sol, porque no hay sol por culpa de la niebla, pero encontrarás algo calentito para tomarte. Un abrazo, joven, feliz de todo.
ResponderEliminarSi en lugar de la puerta de Palos, pudieras salir por el Puerto de Palos y seguir la Ruta de la Plata, lo más probable será que vuelvas a descubrir América.
ResponderEliminarMe parece que me apunto a esos vales, principalmente para perderme por donde haya aire puro...
¡¡FELIZ 2012, NARANJITO!!
Besotes.
Pues adelante con esos Bonos, que deseo se hagan pronto realidad.
ResponderEliminarUn Saludo y que en este año, todo te salga según tus deseos.
manolo
bueno bueno, pues no te podrás quejar... te han vestido los reyes para todo el invierno.., y en cuánto a los bonos..., me apunto al de Nueva Zelanda ok??, cuándo puedas me haces un huequito en la maleta... besitos y buen a´ño
ResponderEliminarAna: no hay puesta de Sol porque con tu luz iluminas todo el castillo y sus alrededores.
ResponderEliminarUna reverencia Alteza.
Querida Liliana: no te preocupes, zaraparé a bordo del Lubrican y surcaré la mar oceánica.
ResponderEliminarUn abrazo y felicidades.
Manolo: muchas grácias por los deseos y que los tuyos se conviertan tambien en realidad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Maria Eugenia: pero para este invierno que estamos pasando en Sevilla mejor me podrían habre traido unas bermudas.
ResponderEliminarUn saludo y con un poco de suerte nos vemos en la antípodas
Bueno, bueno, no has escapado mal del todo naranjito.Lo de las 26 etapas es un puntazo, verdad.
ResponderEliminarCoincidencias.....tambien estoy en turno de noche esta semana.
Un abrazo y Feliz Año Nuevo
Naranjito:
ResponderEliminarTe has olvidado mi regalo: un abrazo y una naranja.
Saludos.
Mira el velero es caro el amarre, la manutención del caballo ni te cuento, y el camino de Santiago un poco cansado, asi que has salido ganando con el equipamiento de invierno...los Magos son listos, jajajajaja.
ResponderEliminarun beso
Amigo Paco, para mí se termino la semana con el puñetero turno de noche. Las 26 etapas con tu cámara en ristre serían una gozada.
ResponderEliminarUn abrazo
Dyhego, tu regalo lo tengo todos los días.
ResponderEliminarOtro abrazo para ti.
Gatadeangora, tienes toda la razón. Y encima en Nueva Zelanda ahora estan en primavera. Te dejo que hoy quiero estrenar el jersey de cuello alto que es mucho más practico.
ResponderEliminarUn beso.
Naranjito eres mi crack, mi idolo, continua con tus historias.
ResponderEliminarQue me lo paso muy bien con tus historias.
Un Abrazo.
Grácia Poto por los adjetivos que me dedicas. Se trata de eso precisamente: de pasarlo bien.
ResponderEliminarUn saludo