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Una vez terminada la carrera de derecho le quedaba otra carrera aún más ardua. Ahora tocaba colegiarse, buscar un bufete donde ejercer como pasante, apuntarse al turno de oficio para coger experiencia, montar su propio despacho… Pero resulta que estaba en el sitio preciso, en el momento exacto.
-Necesitamos un juez sustito para
el juzgado de (pongamos un pueblo sevillano famoso por los
mostachones), ¿te interesa?
Le faltó tiempo a mi amiga Conchi
para hacer el juramento como juez o jueza, que no sé cómo se dice, y salir
pitando para tomar posesión del cargo.
El juzgado de esta localidad
estaba en una calle conocida por la Calle de las Niñas y lo componían tres
juezas y un juez. Ahora si digo jueza porque de eso se trata la historia. Otra
cosa, el nombre de la calle no tiene nada que ver con las togadas, sino que
hace referencia a que en esta vía, en los años cuarenta, existían varias
mancebías.
El motivo de la sustitución era
suplir la baja maternal de una de las titulares. Entre el preparto, el parto y
la lactancia, se llevaría unos cuantos meses trabajando. El primer día: juez de
guardia, el primer caso, el primero de todos: levantamiento de cadáveres en un
accidente de ultraligeros. Empezó fuerte mi amiga pero el cargo, aparte de
juzgar denuncias por robo de gallinas, también tenía estos desagradable
menesteres.
Justo una semana antes que la sustituida se incorporaba al trabajo,
recibió una buena noticia. Otra de las juezas en activo también se quedó
preñada. ¡Viva el babybun de los ochenta! Bueno, quien mejor para sustituirla
que la jueza sustituta conocida por todos. Otros cuantos meses ejerciendo la
judicatura.
Ella contándonos la última buena
noticia y yo aprovechando la oportunidad de hacer chistes fáciles.
-Conchi, si quieres seguir
trabajando, antes de que se incorpore, preséntame a la tercera colega tuya que
yo me ofrezco a … ¡Ay!-Todavía me duele el pellizco que me pegó mi mujer en el
costado de babor, y eso que hace más de veinticinco años de esta historia.
Pero no fueron necesarios mis
servicios varoniles. Aunque parezca mentira, la tercera jueza se quedó
embarazada justo antes de la incorporación de la segunda parturienta. ¿No he
dicho antes eso de estar en el sitio preciso en el momento exacto?
Aún recuerdo la lata que le daba
a mi amiga. Una, vale; dos, coincidencia; pero ¿tres? ¿A que santo te
encomiendas para que tus compañeras se preñen? Qué pasa ¿Qué se han puesto de
acuerdo? ¿Y ahora qué hacemos con el cuarto? Porque este de quedarse embarazado
me parece que ni mijita.
-No, Naranjito, M. (me ahorro el
nombre porque creo que ahora ejerce en los Juzgados de mi ciudad y hay que
llevarse bien con estos profesionales) está casado y con hijos. Y no piensa
traer más. De salud, fenomenal y es un gran deportista que juega al futbol en
una liga amateurs.
El primer día que dejó de
ejercer, la tercera nueva mamá ya se había incorporado, Conchi estaba preparando la documentación para colegiarse cuando sonó el teléfono. Soltó
sobre la mesa su extenso currículo y atendió la llamada.
-¿Doña Concepción? Le llamamos
del decanato, nos gustaría que se pasara por la sede para formalizar una nueva
sustitución, si le interesa. Esta es “solo” por tres meses, es que M, su
compañero del juzgado de (aquí pondremos otra vez el nombre de un pueblo
sevillano famoso por los mostachones) ha tenido un pequeño percance este
domingo.
-¿Qué le ha pasado?, preguntó mi
amiga Conchi, perdón, Doña Concepción.
-Nada importante, jugando al
futbol en Pino Montano, un defensa del equipo rival le ha entrado duro y sin querer
le ha producido una lesión del ligamento cruzado anterior de la rodilla
izquierda.
ALEGACIONES:
Este implicado en la historia nunca ha jugado al
futbol en la demarcación de defensa. Siempre lo ha hecho como portero hasta que
su pequeña miopía le impidió ver con claridad los tiros a puerta de más de
veinte metros. Continuamente ha jugado en plan aficionado y cree recordar que
por aquellos años competía contra equipos formados por impresores, otro de taxistas,
otro de médicos o incluso de
funcionarios, pero sin recordar a que
Ministerio pertenecían. Y para que conste, solo le sacaron una tarjeta amarilla
por decirle a un jugador de su mismo equipo, defensa central por más señas, la
frase: “eres un animá, tas cargao al nota este”.
¡¡ Llevátelo a papel !!
Vaya tela marinera.
ResponderEliminarLo que hay que procurar, no tener nada que a esa persona (que seguro que ella no tiene la culpa)
le pueda interesar y estar lo mas lejos posible, de esa ciudad, donde hacen esos riquísimos bizcochos pegados a un papel.
Y ser merecedor de un pellizco, ojo con quien tengas cerca.
Saludos, manolo
Manolo, yo solo quería a ayudar a mi amiga.
EliminarUn abrazo.
Aunque la cosa es mucho mas profunda y he recorrido trabajando tanto de juez como de fiscal toda Andalucia Occidental, es simpático y digno de agradecer que te hayas acordado de mi. no hubo tantos embarazos, la mayoria fueron vacantes porque los jueces ascendian muy rápido y Utrera era solo un trampolín para la capital.los nombramientos eran anuales y los efectuaba el tribunal superior de justicia de Andalucia. yo me fui voluntariamente de alli, a Moron y lo hice mal porque las cosas cambiaron, pero eso es otra historia.
ResponderEliminarMi último destino ha sido Córdoba, la fiscalía sita en la Plaza de la Constitución, donde he tenido compañeros que se han convertido en amigos, y donde, a oparte de aprender mucho, me he sentido querida y valorada. pero todo se acabo porque ya no hay dinero para sustituciones y han dejado parado a casi todo el mundo, pero no pierdo la esperanza de repetir o de conocer nuevos destinos y nuevos compañeros, pero Córdoba siempre sera especial en mi vida.
pdt: calle de las mujeres, no de las niñas, es donde se ubicaba el juzgado de primera instancia e instrucción n. 3 de Utrera
¿Que no hubo tantos embarazos? Es verdad !solo tres!. jejeje. Gracias por el comentario y por tener en cuenta mis alegaciones.
EliminarSobre lo de la Calle de las Mujeres, es que como yo no frecuento esos sitios, los juzgado digo. Los otros tampoco.
Bueno Su Señoría Conchi, te debo una cervecita fresquita (para mi una Cruzcampo y para ti una Carlsberg, que eres de letras y recuerdo que te gustaba) que es muy buena para el riñon.
Espero que se acabe la crisis y que consigas tu merecida plaza en Sevilla, en la ciudad de los Califas, en la ciudad de la Alambra o donde los ricos mostachones.
Un besazo Conchita.
Se me olvidaba: Pero ¿no dicen que la Justicia está saturada?. ¿que no hay dinero para sustituciones? Asi nos vá. No solo por tu caso, que me es cercano, sino por la cantidad de profesionales que han dejado parados y podrían sacar esto adelante. Y mientras tanto ellos a dejar gente en la calle.
EliminarOtro beso Conchi.
jajajajajaaj, que buena suerteeeeeeeeee, mira que es complicado lo de meterse de interino en los juzgado sjajajaajj... yo también hice muchas sustituciones de esas al principio jjjjajjaajajaj. luego fue más complicado....., pero ufff, gafe para unos, suerte para otros. bss
ResponderEliminarMaria Eugenia, gafe no, suerte que sus compañeras querian seguir poblando el planeta. Y lo de las sustituciones actuales mejor no hablamos.
EliminarUn abrazo.
Muy bueno, Naranjito. Se retira la imputación por "accidentar" a jueces. Me alegro que tu amigo tuviera esa "suerte" de estar ahí en el momento adecuado, supongo que hay que aprovechar el momento. Besotes.
ResponderEliminarY agarrarse a un clavo ardiendo si hace falta.
EliminarUn saludo.
Es verdad lo que dices anda que no ha dado pistas, como para que no la reconozcan, jajaja
ResponderEliminarFijate que yo no queria decir ni el nombre de "el pueblo famoso por sus mostachones" y nuestra amiga Conchi publica su curriculo en el comentario. Tu la conoces bien y sabes como es.
EliminarUn beso, hermanita y la próxima vez firma el comentario, que si no empezaré a contar cosas tuyas.
Naranjito:
ResponderEliminar¡Eres único contando anécdotas!
Salu2.
Gracias Dyhego por el elogio, estuve a punto de no publicar la historia pensando que a lo mejor mi amiga, como venganza, me imputaba en algunos de los casos de los ERES, del Barcena, de la Gurtel, de ...
ResponderEliminarpero como no tiene pruebas (creo).
Un abrazo.
Yo a eso lo llamo tener potra, oye. jajajaajajaj
ResponderEliminarPero tb es cierto que hay que estar en el sitio adecuado cuando hay que estar.
:)
Besos!
Lourditas de miarma, granaina de mis entretelas en las noches de embrujo de la Alambra, tambien tengo que decir que mi amiga Conchi, para los mortales Su Señoría Doña Concepción, tambien lo vale.
EliminarPero vamos, potra lo que se dice potra, tiene un monton.
Un besote.
Vaya con Conchi. Pero, aún así las sustituciones debieron durar poco más de un año ... ¿y después?
ResponderEliminarQuillo Pater, si lees el primer comentario de Anónimo, el segundo es de mi hermanita, mas o menos de tu quinta, veras un pequeño resumen de su curriculo. ¿cuando habrá oposiciones para jueces?
ResponderEliminarUn abrazo y no la llames Conchi, llamala Su Señoría, que los caminos de los juzgados son enmarañados y te puede tocar a ti.
vaya que exito has tenido con la historia, te han llovido los comentarios, jajaja, ya contaras otra historia que te trnasmitire de compañeros míos dignos de mencion y recuerdo, que de tanto viajar y cambiar de destino tengo una moxila llena. reitero gracias!. bss
ResponderEliminar¿Te atreveras a compartir con este torpe tasquero historias de tus compañeros? ¿Tú sabes la que puedo liar?
ResponderEliminarUn besote