(Por motivos técnicos ajenos a mi férrea voluntad, he tenido La
Bodeguita cerrada unas cuantas de semanas. Pero como ya tengo un ordenador casi
nuevo, otra vez a dar la lata con mis historias. No tengo excusas para este
abandono momentáneo, hablando de excusas:)
Lunes 30 de marzo, 8:30 de la
mañana. Lugar, consulta 14 del centro de saludo Pino Montano B, donde presta
servicios como odontólogo el señor Núñez Basurte, Don Francisco, o sea, el
dentista del barrio. Situación, cubito supino en un confortable sillón. Boca
abierta a más no poder y esperando el resultado la exploración. Sí, dijo el galeno, hay que
extraer. Antes de que se me olvide, la
prueba de que esto que cuento es Real:
Después de una jartá de días con un flemón y un
dolorcillo de los güenos, aquí está
el tío al pie de cañón, esperando solucionar el problema.
-Vale y, ¿cuándo?
-Ahora mismo -contestó el médico preparándose para meterse en faena.
-Sin problemas, pero permítame
una pregunta ¿usted me garantiza que a las doce yo estaré bien, podré hablar
con normalidad y me podré tomar un piquislavis?
-Eso no se lo puedo garantizar.
Normalmente sí, pero claro, eso depende de muchos factores.
-Pues entonces me temo que
tenemos que dejarlo porque a las doces de la mañana tengo una cita con su Majestad
Don Felipe de Borbón y Grecia. ¿Usted cree que es oportuno que yo me dirija al
Rey en plan: Eg un honog conogel-lo Fon
Felife? ¿A qué no? Pues nada, no se hable más ¿lo dejamos para mañana?
-¿A la misma hora? –interpeló la
enfermera con cara de… “valiente jilipoyez de excusa ha puesto el nota este
para no sacarse la muela”.
Y era verdad, a las doce en punto
estaba al laito mismo del Rey de las
Españas. Y lo salude. Y le di la mano. Importante que es uno. Bueno, yo y una jartá de compañeros y compañeras todas
ellas muy monas. ¿El motivo? Que la empresa donde presto mis servicios como
fiel, abnegado, cumplidor, profesional y eficiente currante, cumplía la
friolera cifra de 75 años. A continuación la prueba de que esto que cuento es
Real:
![]() |
Quién me encuentre tiene una tapita de caracoles gratis |
No me gusta publicar fotos de mí
ni de los míos. De mis compañeros, menos, pero como esto salió en todas las
televisiones, periódicos y otros medios al día siguiente, ¿Qué le voy a hacer?
De todas forma, como viendo la foto no vais a ser capaces de encontrarme, ahí
la tenéis.
¿Cómo fue la cosa? Muy bien, el jefe
jefe le enseñó las instalaciones. El Monarca pregunto dudas y se interesó por
el trabajo que realizábamos y se dio un garbeillo
por las instalaciones nuevas. Todas en perfecto estado de revista, que conste.
Un servidor, monárquico, lo que
se dice monárquico no soy, pero me sorprendieron varias cosas. Lo primero es
que, antes de la foto en grupo, se “saltó el protocolo” y se dirigió a nosotros
acordándose de los compañeros que ese momento no estaban y nos dijo eso tan
sevillano de “ahora vamos a tomarnos una copita todos juntos”. Durante la
recepción se paseó entre nosotros y saludó a todo aquel que se le acercaba y
hablaba sin problemas ni protocolo con todos. Y me llamó la atención que cuando
te saluda te mira directamente a los ojos, nada de gesto protocolario. Al menos
esa fue mi percepción.
¿Quiénes les acompañaban? Pues
Susana Díaz, Zoido el alcalde, El Delegado del Gobierno, El Ministro de Defensa
(le tocaría guardia, me imagino) y un montón de escoltas. Viendo a los escolta
ahora sé porque mi jefe de sección me puso a su lado. ¿No se fiaría de mí? ¡Si
yo no pensaba decirle nada al Rey ¡Bueno, que se pasara por La Bodeguita de vez
en cuando, que seguro que le gusta con lo enrollao
que es.
La Presidenta de la Junta,
Susana, muy bien. Era una más entre nosotros. Saludando, hablando, echándose
fotos, hablando de su embarazo, que si podemos o no podemos, que ya no tomo más
cervecitas que tengo que ir a ver salir a la de San Gonzalo. Muy bien, muy dicharachera.
Pero también me llamó la atención el resto de políticos.
Sin querer hablar mal de ellos:
¡unos estiraos¡ Hicieron un grupito,
se pusieron a platicar solos, ni se acercaron a los currantes, vamos esaboríos totales. ¡Lo mismo que Felipe,
Susana y nuestro jefe jefe jefe!
Fue una jornada bastante buena en
general, pero ahora queda el día siguiente.
Martes 31 de marzo, 8:30 de la
mañana. Lugar, consulta 14 del centro de saludo Pino Montano B, donde presta
servicios como odontólogo el señor Nuñez Basurte, Don Francisco, o sea, el
dentista del barrio. Situación, entrando por la puerta de la consulta.
-Hemos visto por la tele lo del
Rey. Era verdad lo que nos dijo ayer.
-Pues claro que era verdad, yo las
excusas que doy son Reales.
-En los años que llevo como
dentista es la mejor excusa que me han dado.
-Real, doctor excusa Real.