Llego a casa después de una ardua
jornada de trabajo (¡qué ganas tenia de colar esta expresión!) y mi esposa me pregunta
muy amablemente eso de… ¿Qué tal hoy?
-Bien –contesto yo con pose y
ganas de fardar- nada del otro mundo. Hoy nos han estado formando en el manejo
de los robots colaborativos.
-Muchos robots colaborativos pero
en casa no eres capaz de poner una lavadora- apostilló mi hija con cara de
cachondeito.
-Oye princesa, que yo no lo hago porque
no se ha terciado. Que sepas que cojo las instrucciones, me las empapo y me
convierto en el número uno lavanderil. Cuando quieras te lo demuestro.
Le faltó tiempo a mi hija para
rebuscar en el cajón donde se guardan todos los libros de instrucciones que se
leen una vez y no más Santo Tomas, para buscar el referente al electrodoméstico
en cuestión y con un ¡Venga! ¡A ver si eres capaz! me desafió.
-¿Qué si soy capaz? ¡Trae! Veras
dentro de un par de días.
Dicho y hecho, me empapé de
principio a fin el manual, hice mi esquema correspondiente, mis anotaciones, observaciones,
resúmenes y algún que otro comentario. Todo ello a mano alzada como mandan los
cánones, nada de powerpoints y cosas por el estilo. Po eso, que ya estoy preparado para la demostración:
Se puede ampliar |
Días después, con mis
instrucciones particulares, me dispuse a poner en funcionamiento el susodicho
aparato.
-¿Qué haces?-me preguntó mi santa esposa con cara de "este la va a liar de nuevo".
-¿Tú qué crees? ¡Poner la
lavadora! –chuleé yo en plan macho alfa
-Anda trae y aprende. Metes la
ropa, hechas aquí tapón y medio de jabón líquido para ropa de color. En este
otro un tapón de suavizante de rosa mosqueta
que es el que toca esta semana. Eso lo sabrás distinguir ¿no? ¡Que son
muchos años haciéndolos! Ahora sacas este botón lo giras hasta el número dos y
le das a este interruptor. Cuando se pare la lavadora y se apaguen todas las
luces ya está. Ya puesto, abres la puerta con cuidaito y sacas la ropa, coges las pinzas y al tendedero. Lo de
planchar mejor lo dejas que te conozco. Mucho trabajar con autómatas pero seguro que me quemas algo. Y no toque
nada más, que la lavadora tiene muchas cosas electrónicas y al final lo de la
obsolescencia programada que me explicaste la aceleras y te la cargas.
Que conste que ya estoy formado
convenientemente. Que conste que he puesto todo mi empeño en adquirir los
conocimientos necesarios para aplicarlos cuando sea preciso, es decir para un
desavío. Que conste que estoy dispuesto a realizar la tarea designada cuando
las altas esferas de mi casa lo estimen oportuno. ¿Vale? Ahora a esperar el día
para demostrar mi sapiencia y habilidades. Ofú,
en que líos me meto.
¡¡ Llevátelo a papel !!
Compartir las tareas, compartir las responsabilidades, compartir la vida. Así se vive mejor en pareja. Saludos y enhorabuena por tus avances. Saludos.
ResponderEliminarLo mejor es el esquema que te has marcado. Ni que fueras tú el frabicante... ¿o es que lo eres?.
ResponderEliminarPoner la lavadora es fácil, lo que sí tiene su miga es saber como lavar determinado tipo de ropa, a veces destiñen los tejidos, otras encogen, en fin! la confección de hoy es mala, fatal y cada vez peor. Hasta las grandes firmas tienen su sorpresa.
Seguro que planchas bien.
Un abrazo saleroso.
Yo alucino como hay "hombres" capaces de descuartizar un motor, un ordenador, y les cuesta poner una lavadora... a mí me da que es como lo del agujero negro de correos.... MISTERIOS SIN RESOLVER!!!
ResponderEliminarjfbmurcia: No, si yo lo que se dice compartir tareas, comparto. Lo que pasa es que algunas veces me dicen que lo hago mal. Tampoco hay que insistir mucho, creo.
ResponderEliminarUn saludo.
Airblue Yo trabajo donde se hacen los productos para estos aparatos. Y si la colada sale mal es por culpa de la ropa. ¿El detergente? ¿el suavizante? a esos no hay que echarle la culpa que los hago yo.Y quiero seguir currando muchos años. No se si plancho bien porque nunca lo he hecho, pero busco las instrucciones en el gugle y me pongo.
ResponderEliminarSaludos
Maria Eugenia:
ResponderEliminarNo compares, el cambiar los silentblock de la transmisión trasera de un coche está chupao. Pero es que una lavadora es un electrodoméstico complicado. ¿Que no? pues dime entonces porque desaparecen los calcetines.
Abrazos.
En cuanto mezclas la ropa de color y la blanca y te sale todo de color rosado... ¡Ya no te vuelves a equivocar más!
ResponderEliminarJajajaja.
Salu2 lava2.
Dyhego:
ResponderEliminarExiste el antitransferente del color. Mi señora lo usó una vez y desde entonces tenemos dos cacharros para la ropa sucia, uno para blanca y otro para de color. No te digo más.
Abrazos.
Muy buenas. Es la primera vez que paso por acá. Interesante bodeguita la tuya.
ResponderEliminarMuchas veces se necesita mucha teoría y preparación para poder pasar a la práctica. Los más arriesgados prefieren ir directo a la acción y arriesgar.
Lo más difícil en todo proyecto es conseguir la licencia y el visto bueno político para desarrollar la tarea.
Mucha suerte!
¿la familia de uno no viene con manual de instrucciones no?
Frodo:
ResponderEliminarGracias y bienvenido a esta tu Bodeguita. Yo ante era de los arriesgados pero viendo los resultados decidí ir despacito y aprendiendo poco a poco. ¿Manual de instrucciones? ¡Ofú! seguro que tiene más páginas que todos los libros de Juego de Tronos juntos.
Un abrazo y tómate lo que quieras.
Lo de los calcetines es como el agujero negro de correos... ná que ver con la tecnología ajaj
ResponderEliminarMaria Eugenia:
ResponderEliminarAquí hay tema para una ardua investigación.