Como decía aquel nefasto presidente del Betis de cuyo nombre
no quiero acordarme: “tomen buena nota señores”.
Resulta que, como colaborador y participe en las tareas
domésticas, me presto a echar una mano para hacer más llevadero el día a día.
¿Qué queréis que haga hoy? Pues mira podrías ir al Mercadona que hacen falta
algunas cosillas, toma la lista. Ipso facto, allí que va el tío.
Y andando. Y con el carrito de la compra. Y eso que el supermercado
está en la otra punta del barrio donde el padre de Paris Hilton puso un hotel.
Esto último es verdad, lo juro.
Una calle, otra, la cabecera con las novedades, sin
problemas. La lista completándose poco a poco
ya que me habían encargado sota, caballo y rey, es decir lo
imprescindible.
Venga, para el final los artículos de droguería e higiene que están cerca de la salida.
Foto de la red. No soy yo. |
Champú, fácil, el bote blanco con el tapón verde y una
margarita en la etiqueta. Y no está. Y otra vez han cambiado los reponedores el
sitio de las cosas, mamones. Y ahora ¿Qué hago? Nada, a buscar. ¿Sabéis la
cantidad de champuces distintos que
hay? Anticaspa, anticaida, con camomila, con aloe vera, con miel, para el
cabello apagado, para el cabello largo, para el rubio, para el moreno, el
dermo, el forte, el nutrive, el fresh, el…
Bueno, no pasa nada, esto es como cuando vas a comprar una bombilla
H7 55W 12V de Osram para el faro del coche y no hay, ¿Qué haces? Ná, la misma pero de Philips. Esto se
llama solución alternativa sin tener que pensarla.
Coges un bote, el más parecido al que tú recuerdas haber visto
junto a la ducha en la estantería de las féminas y ya está. Ahora a por lo
otro que debe estar aquí juntito.
Poca información me han dado, piensas viendo la cantidad de
opciones que ponen a tu disposición: de día, de noche, fina, muy fina, gorda,
normal, clásica, moderna, con alas, sin alas, una gotita, dos gotitas, tres
gotitas… Vale, estas son, creo.
Terminas y rapidito para casa. Esta vez sin entretenerte, cosa
rara, pero sin entretenerte. Y cuando llegas a casa, una vez sacada la compra del carrito:
—Olle, estas compresas no son, te dije que (aquí
me dio una disertación de cinco minutos sobre la diferencia del grosor, la
capacidad de absorción, la sujeción, lo de las alas, lo de las gotitas, lo de que no prestas atención, y yo que
sé) ¿Y el champú?
—Hay está.
—Esto es acondicionador, te dije que (obviamente no voy a transcribir la segunda disertación que me dio)
Y ahora los esperados consejos:
Opción A.
Coger el teléfono móvil y hacerle una foto al artículo del
que tengáis la más mínima duda. De esta forma podréis comparar lo solicitado
con lo dispuesto en la tienda.
Opción B. (recomendada)
Para evitar que cuando lleguéis al supermercado o tienda, os
encontréis con la sorpresa de que al celular se le ha acabado la batería y no
podéis ver la foto, recortar el cartoncito del envoltorio y llevároslo junto
con la lista.
Se lo enseñáis a una dependienta o dependiente, diciéndole
eso de “hola buenos días” (o tardes, según) “¿serías tan amable de indicarme
donde está esto?” (le muestras el
recorte).
A mí me funciona. Normalmente me suele contestar eso de “en
la segunda calle a la derecha en el estante de en medio. Si no hay, enfrente
tienes de otro tipo”
Ultimo consejo, este también gratis, si no hay lo que te han
encargado, vente con las manos vacías. Es mejor.
¡¡ Llevátelo a papel !!
jajaja, veo que a los mismos problemas le ponemos las mismas soluciones. Si es que son ya unos cuantos años de experiencia jajaja
ResponderEliminarSaludos.
Esa es nuestra simpleza, a grandes problemas, grandes soluciones. Y la experiencia es un grado.
EliminarAbrazos.
No te sientas solo, mi hija me hace la compra y le mando fotografías de los productos que le pido. Y es que si quieres estar bien servido sírvete a ti mismo. Abrazucos y sonrisas
ResponderEliminarClaro, pero es que tu hija parte con ventaja: es mujer.
EliminarUn saludo.
problemas típicos de los hombres je... yo después de algunas experiencias trato de saber bien todo pero tenes razón: cuando lo que busco no està se me paraliza el corazón ja... tomar decisiones por nuestra cuenta siempre pero siempre es un error...
ResponderEliminary bue, lo peor es que ahora salimos nosotros a comprar, que sufran! saludos
Esa sensación de parálisis mental cuando no encuentras "esoquetehanencargado" no se la deseo a nadie.
EliminarSaludos,
jajaja me meo, imagino que no os será fácil hacer la compra.. quizás de ahora en adelante iréis más. Buen día!!
ResponderEliminarBueno, bueno, tampoco hay que venirse arriba ¿vale?
EliminarUn abrazo.
Lo de la cartulina es la mejor opción. Un beso
ResponderEliminarSin duda, es lo que yo utilizo para evitar daños colaterales a la vuelta de las compras.
EliminarUn saludo.
Jajajajajaja
ResponderEliminarMe río imaginándoos comprando según qué cosas. Me recordaste un drama reciente de mi hija adolescente con su padre al que había pedido bandas depilatorias del súper. Él las compró faciales y fue tal el drama que tuve que ir a su casa para resolver la situación. Y aún me río imaginando a su padre en el súper intentando decidirse... para acabar metiendo la pata.
Y la verdad es que con tanta variedad, también a mí me cuesta
Un abrazo
A mi me encargan las bandas esas y soy capaz de traerles apósitos para las heridas.
EliminarPero poco a poco estoy aprendiendo.
Un abrazo.
Me muero de la risa, Naranjito. Por lo menos tienes una cosa buena que el super está lejos y así te das un paseo, je, je. La buena disposición es lo que cuenta. Ese "¿Qué queréis que haga hoy? es para darte una medalla. Un abrazo.
ResponderEliminarNo te creas, eso lo digo para quedar bien y con la esperanza que me digan eso de "déjalo, ya vamos nosotras".
EliminarLo malo de que esté lejos el super es que vas con una sensación de culpabilidad por estar en la calle que te hace que te pique todo el cuerpo.
Saludos.
Normal, todo normal lo que cuentas. La verdad es que estáis más despistados que un pulpo en un garaje. Con perdón, pero al final ya vas al sitio con los ojos cerrados, menos cuando llegan los turrones, que a este paso llegarán y entoces estaremos " confitados".
ResponderEliminarBye, bye Charles.
De despistados nada, es que nos complicáis las cosas de una manera que no hay por donde salir. ¿los turrones? ofú, no me deján.
EliminarSaludos.
Ir al super es algo normal, muchos hombres lo hacemos, además eso que relatas o algo parecido, nos debe haber ocurrido a todos, lo divertido es como lo cuentas.
ResponderEliminarGracias por hacernos reír en estos días tan inciertos.
Un saludo.
Hay que tomarse la vida con un poquito de guasa que si no es muy triste. Y más en estas semanas.
EliminarUn abrazo y gracias.
Hola y adiós, soy mujer.
ResponderEliminarYa, ya, tienes ventaja.
EliminarUn abrazo.
Jajaja, muy divertido tu relato y muy real por cierto. Que tengas lindo fin de semana, un abrazo.
ResponderEliminarBueno, divertido para las féminas, para nosotros es un "pequeño problema"
EliminarSaludos.
He leído tus dos entradas donde aconsejas a los hombres para las compras y no veas como te entiendo.
ResponderEliminarAhora las compras nos la hace una de nuestras hijas y no hay problemas. pero a pesar de todo te entiendo.
El "super" donde solía ir, (soy el encargado de las compras), está enfrente de mi casa y me conocen todas las dependientas y tengo una cierta ventaja al ser mayor, pero aun así sigo con el método de la fotografía en el móvil, que suele ser infalible.
En mi vida pensaba yo , que fuera necesaria tanta modalidad de productos para lavar unos simples calzoncillos, adecentar unos platos en un lavavajillas, o cuidar de la higiene íntima.
¿Cómo serían capaces nuestras abuelas de solucionar todo eso, con aquellas carencias?
De cualquier manera y cuando esto acabe, prefiero seguir yendo solo. Cuando viene "la contraria", me sale muchísimo más caro.
Un abrazo.
P/D.- Tambien me quedo. Y perdón por la extensión.
Yo también quiero delegar las cuestiones de avituallamiento a la parte femenina de la casa, pero son más estrictas que yo en eso de estar confinadas.
EliminarEn el super habitual conocen a mi mujer y eso es una ventaja porque siempre me dice la cajera lo de: ¿donde vas con esto si tu mujer el que compra es...?
¿la cantidad de productos distintos para lavar la ropa, lavar los vasos, el suelo, el suavizante? Ni te lo imaginas y te lo digo con conocimiento de causa.
También tienes razón en eso de ir solo, porque si vas con ella al final siempre dice eso de: Tú, paga.
Gracias por venir a esta tu Bodeguita, entra y tómate lo que quieras, invita la casa.
¿extensión? ¿aquí? ¿eso que es?
saludos.
Ja, es un consejo que necesito desde que tenía 9 años, hasta hoy.
ResponderEliminarlos personajes que me recriminan mi distracción o falta de interés son diferentes, pero el problema sigue siendo el mismo.
Abrazos, Naranja!
Desde chiquitito estamos sufriendo las consecuencias de nuestra condición humana. De discriminación o falta de interés nada, es que nunca se ponen en nuestro lugar.
EliminarAbrazos.
Yo, que hago la compra de mi casa y de varias vecinas octogenarias, les pido me hagan la lista y cuando me las dan digo: "ahora a ver qué os traigo", con un resignado "si, hija si" zanjo el asunto :)))
ResponderEliminarSAludos
Yo también decía algo parecido: "esto es lo que había". Pero es que no se lo creen, no se fían. A lo mejor es que me conocen.
EliminarUn saludo.
Que divertido relato. Es bueno que los hombres se vallan acostumbrando a hacer las compras por algunos días o meses mas, para algunos sera difícil, para otros no creo. Un gusto leerte. Saludos.
ResponderEliminarSi acostumbrado estamos, por lo menos yo. Lo que quiero es que comprendan nuestra limitaciones. O, al menos, que no me riñan mucho. (ironía modo ON).
EliminarUn saludo y gracias por la visita.
Naranjito:
ResponderEliminarlas dos opciones las suelo utilizar, por si acaso.
Jajaja.
Salu2.
Lo que demuestra que los raros no somos nosotros.
EliminarAbrazos.