Esta historia no es mía, me la han contado, pero como hay
gente que seguro que se sienten identificada, paso a transcribir los hechos.
Imagen de la red |
Juan y Elena estaban contratados como becarios en una
multinacional de productos para la seguridad e higiene en materia sexual. Su
primer encargo fue hacer una estadística de la frecuencia con la que los
habitantes de un pueblo, alejado de la capital, efectuaban el acto amatorio.
Decidieron hablar con el alcalde y reunir a la población,
separándola por sexos para evitar males mayores. Las mujeres irían con Elena al
cine del pueblo y los hombres con Juan a la Plaza Mayor. De esa manera se
ahorrarían tiempo y molestias evitando ir casa
por casa. Un acto arriesgado por su
parte, porque temían que a la gente le diera corte expresar en público cosas
tan, digamos, personales.
El cuestionario era el mismo para todos. Después se reunirían
y transcribirían los resultados y analizarían los datos convenientemente.
—A ver —comenzó Juan mientras se apresuraba a tomar buena
nota de los resultados— Que levante la mano los que hagan el amor todos los
días. Uno, dos, tres… —La de fantasmas que hay también por aquí —pensó mientras apuntaba los resultados.
—Muy bien, ahora los que lo hagan una vez por semana. Uno, dos,
tres…
—Seguimos, una vez al mes. Uno, dos, tres…
—Vale, una vez al año.
Al fondo de la muchedumbre había un señor que, con
aspavientos, saltos y mucha alegría, gritaba para que todo el mundo se enterase
—¡Yo! ¡Yo! ¡Yo!
Juan dejó de apuntar y llamó al señor para que se acercara.
—Escúchame —le dijo el encuestador pensando que le había tocado el tonto del
pueblo y que Elena se lo estaba perdiendo— ¿no te has enterado de que va esto?
—Sí, sí.
—Y tú que haces el amor una vez al año, ¿estás contento?
—Sí, sí.
—¿Y se puede saber por qué estás tan contento?
—¡¡¡Porque hoy me toca!!!
¡¡ Llevátelo a papel !!
Ja JA Contento andaba el hombre.
ResponderEliminarComo para no estarlo.
Eliminarjajaja siempre es divertido pasar por aquí. Feliz semana!!
ResponderEliminarQue no falte el buen humor.
EliminarAbrazos.
¿Seguro que escuchas mis carcajadas? los vecinos aplauden y no son las 8 de la tarde. Te cuento un secreto, sabia el chiste y me sigo riendo, lo cual dice que lo importante no es la historia si no quien la cuenta. Saltibrincos
ResponderEliminarPues tengo más historias reales. A ver si me pongo y cuento alguna más.
EliminarAbrazos.
Seguro que el señor de los aspavientos, no entra en el margen de error de la encuesta.
ResponderEliminar!!Si lo sabrá él!.
Un abrazo.
¿margen de error? nanai, que se lo digan a él.
EliminarAbrazos.
Todo es relativo. Un beso
ResponderEliminarCualquiera se lo dice al señor.
EliminarBesos.
Jajaajajaajajaajajaajaaja ¡toma ya!
ResponderEliminarBesines utópicos.-
Esto si que es una utopía.
EliminarBesos.
Y sé que es un chiste que tiene su gracia... pero por preguntar, más que nada por curiosidad y sin intención de aguar la fiesta (como si preguntara la diferencia entre hacer el amor y echar un quiqui)... ¿Qué resultados dió la encuesta de Elena?
ResponderEliminarNo soy un "sieso", eh?, lo advierto. jejeje. Sólo es... por seguir riendo, qué carajo!
Besos confinados caballero.
Por la parte de las féminas había dos respuestas a la última pregunta. Quiero pensar que el buen señor triunfó ese día.
EliminarBesos.
Un chiste que puede ser tan cierto como que sigo confinada. La edad no perdona, aunque hay excepciones.
ResponderEliminarThanks friend.
Por no perdonar no perdona ni las ganas de salir. Cada día más, pero con tranquilidad.
Eliminaryou're welcome.
Qué alegría, el angelico...
ResponderEliminarJe.
Abrazos, Naranjito.
Ahora me tengo que enterar sin cumplió con la estadísticas.
EliminarAbrazos.
El hombre tenía motivo para estar contento :)))
ResponderEliminarSAludos.
Fíjate, una vez al año, precisamente ese día.
EliminarSaludos.
Hola Naranjito, muy buena la historia que compartes.
ResponderEliminarTe dejo un beso grande al alma y que tengas un maravilloso descanso.
La historia es buena para el protagonista, aunque efímera.
EliminarUn beso.
Jajajaaja
ResponderEliminarTu no serías la Elena de la historia ¿verdad? lo digo por las risas.
EliminarAbrazos.
Jajaja porque hoy le toca que Casualidad jajaja.
ResponderEliminarBesos
Calla, que desde entonces está deseando que lleguen al pueblo a hacer encuestas.
EliminarBesos.
muy bueno cuando nos toca la felicidad
ResponderEliminarAunque sea una vez al año.
Eliminar🤭🤭🤭🤭🤭🤭 jajajaja no digo... Siempre me mato de rida cuando vengo por aquí. Eres un vacilón total Naranjito. Gracias por tu chispa y por compartir tal historia.
ResponderEliminarAplausos para todos los que lo hagan cuando quieran y las veces que puedan. 🤭🤭🤭
Sobre todo las veces que puedan.
EliminarUn abrazo.
🤭🤭🤭🤭
EliminarRecuerdo una película en la que el protagonista contaba afligido que sólo lo hacía doce veces al año. Alguien le decía que no estaba tan mal, una vez al mes... Y él añadía que eran las doce en una misma noche.
ResponderEliminarY pensaba yo que era una pena desperdiciar esa capacidad...
Muy entretenida tu historia, Naranjito
Un abrazo
Este señor le desbarata la encuesta a Juan y Elena.
EliminarAbrazos.
"El acto amatorio": me lo anoto para usarlo.
ResponderEliminarVale, sin problemas, pero más de una vez al año ¿no?
EliminarSaludos.
jajaja! Genial!
ResponderEliminarCreo que conozco a ese señor
Abrazos Naranja!
Pues dale muchos ánimos de mi parte y que siga con ganas y esperanza. jejeje
EliminarAbrazos.
¡Jajajajaja!
ResponderEliminarMuy bueno.
Bueno sobre todo para el nota.
EliminarUn saludo.